Por
Laura Vales
Graciela Fernández Meijide le puso nombre y apellido a la denuncia
presidencial sobre la existencia de un golpismo oculto. Un
día después de que Fernando de la Rúa advirtiera
sobre supuestos intentos desestabilizadores, la ministra de Desarrollo
Social apuntó directamente contra Carlos Ruckauf. Lo hizo al preguntarse
qué busca su viejo adversario cuando sostiene que el PJ está
listo para gobernar. Si esto no es golpismo, no sé qué
intenciones tiene, consideró Meijide. Ruckauf le replicó
calificando a su gestión en el área social de pésima.
Y no dudó en doblar la apuesta: Si Meijide hubiera ganado
en la provincia sostuvo, le estaría haciendo la vida
imposible a De la Rúa, como lo ha demostrado (el ex vicepresidente
Carlos Chacho) Alvarez.
Meijide salió a traducir las palabras de De la Rúa por la
mañana. En declaraciones radiales y aludiendo al peronismo, sostuvo
que hay gente que realmente quiere deteriorar a este gobierno, aprovechando
las circunstancias difíciles por las que se pasa. Utilizaron incluso
la mentira y la calumnia; cuando eso se repite y aparece reiterado, uno
tiene derecho a pensar que hay gente que no quiere que este gobierno tenga
éxito. Después se refirió específicamente
a las recientes expresiones del gobernador bonaerense en el sentido de
que el PJ está listo para gobernar y a trascendidos
según los cuales Ruckauf les habría dicho a sus colaboradores
que tienen que prepararse porque tal vez asumamos antes.
No es tan difícil darse cuenta, dijo la ministra con
un reproche que también incluyó a Eduardo Duhalde, de
que desde una fuerza donde hay gente como Ruckauf no existen intenciones
de querer ayudar a un gobierno que tiene diez meses. Entre otras
cosas, Duhalde deslizó en la última semana que el presidente
De la Rúa no va a terminar su mandato a raíz
de la crisis desatada tras el escándalo por presuntas coimas en
el Senado y la renuncia de Chacho Alvarez. Ruckauf no hizo esperar su
réplica. Entre quejas de que el Gobierno está siendo
injusto con él, aseguró que empieza a cansarse de
que lo ataquen. Sobre todo, acotó, que lo haga
Fernández Meijide.
El gobernador consideró que el trabajo de la ministra de Desarrollo
Social no puede ser peor y deslizó que su apoyo al Presidente es
apenas una postura circunstancial. Y también embistió contra
Raúl Alfonsín al considerar que se le permitió al
ex presidente y titular de la UCR echar a ministros. Aunque
se cuidó de dejar al margen la figura de De la Rúa e insistió
en que desde el primer día colaboró con el Gobierno
y seguirá haciéndolo, Ruckauf advirtió que no va
a acompañar un plan económico y social que está produciendo
la parálisis de la Argentina.
En el medio y con tono que fue in crescendo, ayer funcionarios y legisladores
del Gobierno y la oposición desgranaron sus propias lecturas sobre
las supuestas movidas desestabilizadoras (ver aparte). A punto de partir
rumbo a España, el Presidente prefirió no hacer nombres.
Se decía lo mismo en tiempos del gobierno de Menem,
le dijo al diario El País cuando le preguntaron sobre los augurios
del PJ de que no terminará su mandato. Estamos tratando de
superar la parálisis en la que Menem nos dejó y éstas
son expresiones desafortunadas y dañinas que no tienen nada que
ver con la realidad.
Un
duro día de réplicas
La advertencia del Presidente
acerca de la existencia en el país de un golpismo oculto
desató réplicas y contrarréplicas entre el
oficialismo y la oposición. Estas fueron las principales
declaraciones escuchadas ayer:
Mario Losada (UCR), presidente provisional del Senado: Hay
sectores de la oposición que hablan de estar preparados para
gobernar. Es gracioso, porque hace 10 meses perdieron porque no
habían gobernado bien los últimos tiempos de la Argentina.
Hay que ser más respetuosos y cuidadosos con la figura presidencial.
No me parece justo que se agravie tan fuertemente a la figura del
Presidente.
Humberto Roggero (PJ), jefe del bloque de diputados del PJ:
El gobierno no gobierna. Con esto está tratando de
ocultar su ineptitud para gobernar y su incumplimiento con la gente
que los votó. Me pregunto qué más desestabilización
puede haber que cuando Raúl Alfonsín habla de que
se acabó la Convertibilidad, y qué mayor desestabilización
puede haber que cuando el propio (ex) vicepresidente dice: Me
voy porque este Gobierno es corrupto. A mi partido no le interesa
buscar la desestabilización, sino acompañar este proceso
en sentido de cumplimiento de los tres años que aún
le faltan al Presidente. Hablar de golpismo en Argentina es una
estupidez y una irracionalidad.
Pablo Verani (UCR), gobernador de Río Negro: Que
Ruckauf siga hablando de política es exactamente igual a
que Judas siga siendo apóstol de Cristo. Es absolutamente
despreciable su actitud de ser chupamedias de (Fernando) De la Rúa
hasta antes de ayer y querer convertirse hoy en crítico junto
con Duhalde.
Alberto Kohan (PJ), ex secretario general de la Presidencia:
En el pasado algunos trataban de crear climas que terminaban
en golpes militares y ahora puede haber quienes quieran un golpe
institucional, pero eso hay que mirarlo adentro de la Alianza. En
10 meses tuvimos un vicepresidente que denuncia sobornos y que además
renuncia, funcionarios sospechados y procesados por mal desempeño
de sus funciones o por coimas. Así que hay muchas cosas que
no pueden achacarse a una conspiración. La versión
de que Carlos Menem estuvo analizando la ley de Acefalía
es otra pavada más de las tantas creadas en estos días.
Para nosotros hay cosas más importantes para hacer.
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