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23 años para hacer un balance de las Abuelas

Abuelas de Plaza de Mayo cumple años hoy con un balance de sus logros y un homenaje a los que ayudaron a recuperar chicos desaparecidos.

Por Victoria Ginzberg

t.gif (862 bytes)  Hace tres años, para su 20 aniversario, las Abuelas de Plaza de Mayo organizaron un recital de rock y colgaron en la Plaza de Mayo un enorme cartel con la leyenda “¿Vos sabés quién sos?”. Fue el inicio del acercamiento a los chicos que podrían ser sus nietos. En los últimos tres años las campañas de Abuelas hicieron que cientos de adolescentes se preguntaran por su historia. En estos tres años, además, la institución editó libros, fue protagonista de una película y siguió con la búsqueda. Pero sobre todo, diez nietos fueron recuperados –en total son 69– y catorce represores fueron arrestados por su responsabilidad en el robo de bebés. Las Abuelas recordarán hoy sus 23 años de lucha repasando sus logros y homenajeando a quienes colaboran con su tarea.
En octubre de 1977 doce mujeres decidieron fundar la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo para nuclear a los que, además de hijos o hermanos desaparecidos, buscaban a nietos o sobrinos. Con los años, la institución recolectó más de 250 denuncias y se calcula que son alrededor de 500 los niños apropiados. El tiempo hizo que los hijos e hijas de desaparecidos, que buscan a sus hermanos, se sumaran al trabajo activo del organismo de derechos humanos. La lucha de las Abuelas provocó, a fuerza de necesidad, el avance de la ciencia en la identificación de personas, la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, la incorporación del derecho a la identidad en la Convención Internacional del Derecho del Niño aprobada por las Naciones Unidas e incluida en la Constitución argentina y la creación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.
Este año, las Abuelas decidieron hacer un balance enfocado en los últimos tres años. En ellos, la satisfacción de ver a los primeros jóvenes que se acercaban solos a buscarlas fue seguida por otra alegría, años atrás inimaginada: el regreso a prisión de los dictadores Jorge Rafael Videla y Emilio Massera y otros represores. En junio de 1998 el juez federal Roberto Marquevich ordenó la captura de Videla por considerarlo “autor mediato” de la apropiación de cinco bebés desaparecidos. La jueza María Servini de Cubría hizo lo mismo con el almirante Cero y la sociedad redescubrió que los represores se robaron a los hijos de sus víctimas y reparó en que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final habían dejado una rendija por la que podía atravesar la Justicia.
Así, dentro de la causa que investiga el plan sistemático montado para apropiarse de los hijos de desaparecidos, el juez federal Adolfo Bagnasco procesó a los dictadores antes detenidos y encerró a Antonio Vañek, Rubén Franco, Jorge “El Tigre” Acosta y Héctor Febres, Cristino Nicolaides, Reynaldo Bignone, Guillermo Suárez Mason y Jorge Omar Riveros. Paralelamente se siguió avanzando en casos puntuales. Servini puso tras la rejas al marino Policarpo Vázquez y, recientemente, el juez federal Gabriel Cavallo apresó a un apropiador de apellido Landa y a los temibles “Colores” (Juan Antonio Del Cerro) y “El Turco Julián” (Julio Simón).
Entre las más de cien personas que serán distinguidas por las Abuelas hoy a las 20 en el Centro Cultural Recoleta hay una gran cantidad de deportistas. Es que en 1997 los jugadores de la Selección Nacional de Fútbol invitaron a las mujeres a presenciar un partido contra Colombia. Y las selecciones masculina y femenina de voley, basquetbolistas, tenistas y entrenadores firmaron una solicitada comprometiéndose con la lucha del organismo de derechos humanos. Las Abuelas homenajearán también a escritores, dibujantes, músicos, plásticos, actores y periodistas que colaboraron con concursos literarios, festivales de música, confección de afiches, obras de teatro y películas, el archivo sobre la historia de las familias con niños desaparecidos, videos y campañas publicitarias.


HOY PEDIRAN QUE SE ABRA UNA CAUSA POR 20 CHICOS
Derecho a la verdad en Mar del Plata

Por V.G.

“Toda sociedad tiene el irrenunciable derecho a conocer la verdad de lo ocurrido, así como las razones y circunstancias en las que aberrantes delitos llegaron a cometerse, a fin de evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir en un futuro”, dice el escrito que presentarán hoy ante la Justicia de Mar del Plata organismos de derechos humanos, familiares de desaparecidos, el Colegio Público de Abogados local, la Universidad Nacional de esa ciudad y el Consejo Escolar de General Pueyrredón. Es el texto con el que solicitarán la apertura de un “Juicio por la Verdad”.
La presentación será hecha ante el Tribunal Oral Penal Federal local, ya que los querellantes esperan que el proceso judicial se realice a través de audiencias orales y públicas, como se hace en La Plata y Bahía Blanca. “Deviene fundamental contar aquí con los principios de la oralidad y la inmediación como elementos cuya existencia aumentará las posibilidades concretas de arribar al verdadero objetivo del juicio: la obtención más aproximada de la verdad”, afirman los peticionantes.
La novedad en el juicio de Mar del Plata es que la solicitud de la apertura del proceso se convirtió en una demanda de la comunidad que trasciende a los familiares directos. Antonia Segarra, de la filial de Abuelas de Plaza de Mayo local, explicó a Página/12 que, además del Colegio Público de Abogados local y el Consejo Escolar de General Pueyrredón, “el obispado local va a poner un abogado que participe en el juicio”. Segarra aseguró que se espera que en la presentación del escrito estén presentes el fiscal general ante la Cámara de Bahía Blanca, Hugo Cañón; la titular de la Federación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de América Latina, Marta Vázquez; y la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti.
Si el tribunal acepta la presentación, deberá investigar el destino de cerca de 400 personas desaparecidas en su jurisdicción. Y tendrá que indagar lo ocurrido en los centros clandestinos que funcionaron dentro y en los alrededores de la ciudad. Según pudo establecer en su momento la Conadep, los campos de concentración de esa área fueron la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina, la Base Aérea Militar, la comisaría de Batán, la comisaría 4ª de Mar del Plata, el cuartel de bomberos y la Base Naval. Los organismos de derechos humanos locales creen que las cárceles clandestinas fueron en realidad cerca de diez.
La solicitud de apertura del proceso incluye casos de desaparición de menores, delito no amparado por la obediencia debida y el punto final. Ya se presentaron dos familias, pero se estima que en la jurisdicción los chicos apropiados son una veintena. Más de veinte abogados acompañan la presentación y acordaron en plantear la imposibilidad de separar el derecho a la verdad del derecho a la Justicia. En esa línea, el texto hace reserva de abrir procesos penales contra los responsables de las desapariciones y torturas, si en un futuro se puede sancionar en el país a autores de crímenes de lesa humanidad.

 

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