|
El presidente Fernando de la Rúa precisó que cuando
habló de “golpismo oculto” se refirió a “los
que tratan de mellar la autoridad de la investidura presidencial, los
que hablan de ley de acefalía, de sustitución de gobierno,
los que llenan de rumores la escena y hablan de la renuncia del ministro
de Economía”. Así echó más leña
al fuego de una polémica que él mismo generó el último
sábado al denunciar las supuestas maniobras desestabilizadoras
contra su gestión y que ayer también alimentaron dirigentes
del oficialismo, que apuntaron sus cañones hacia el gobernador
bonaerense Carlos Ruckauf, y de la oposición, que ubicaron a los
“golpistas” dentro de la propia Alianza.
“No va con nombre propio, sino que es un mensaje en conjunto para
que tengamos todos una actitud responsable y constructiva”, dijo
De la Rúa antes de partir hacia España, en una ampliación
de su afirmación sobre la existencia de cierto “golpismo oculto”.
De la Rúa no quiso dar nombres, pero brindó algunas precisiones
que dejaron algunas pistas sobre los destinatarios de sus palabras.
Uno de los posibles destinatarios de su mensaje es Ruckauf, quien días
atrás aseguró estar “listo para gobernar”. Al
mismo gobernador y a su antecesor, Eduardo Duhalde, se les atribuye también
haber revisado la ley de Acefalía por si De la Rúa dejara
el poder en forma anticipada.
La ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide –una
de las primeras en interpretar que las palabras del Presidente estaban
dirigidas a Ruckauf, con quien polemizó el mismo fin de semana–,
volvió a acusar ayer al gobernador de tener “ambiciones desveladas”.
El bonaerense no se quedó atrás y sostuvo que “la Meijide
hizo una interpretación libre del reportaje (en el cual aseguró
que estaba “listo para gobernar)”, además de criticar
a De la Rúa porque “ha utilizado la palabra golpismo después
de muchos años en la Argentina y creo que se ha equivocado, porque
nadie está proponiendo romper las instituciones”. Después
dijo que “intentamos desde hace rato tirarle una soga a un Presidente,
que está en un pozo, para que salga, y permanentemente a esa soga
la cortan desde el propio oficialismo” y remató: “Cuando
(Raúl) Alfonsín sale a decir que el presupuesto no lo vota
ni Mandrake, él es el que pone la crisis. Cuando Chacho Alvarez
renuncia porque hay corrupción en el Gobierno, él es el
que pone la crisis”.
Su vice, Felipe Solá, sumó argumentos similares: “Hay
un golpismo oculto no expresado, no sé si deliberado o inconsciente,
en la gran cantidad de actitudes internas de la Alianza, que han perjudicado
al presidente De la Rúa durante todo este tiempo”. El ex secretario
general de la Presidencia, Alberto Kohan, volvió a desvincular
a Carlos Menem de cualquier maniobra desestabilizadora y cargó
también contra la Alianza. “Los peronistas no tenemos tradición
golpista, como otros”, afirmó el diputado Lorenzo Pepe.
El gobernador Pablo Verani, quien ya había criticado a Ruckauf,
ayer volvió a calificarlo de “chupamedias” y a acusarlo
de estar buscando la “desestabilización” del gobierno
nacional.
El flamante secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, exhortó
a algunos peronistas, entre los que incluyó a Ruckauf y Duhalde,
a que dejen de pronunciar afirmaciones “imprudentes”. “Creo
que han manifestado apreciaciones que de ninguna manera favorecen, sobre
todo para la imagen de un país que desde el exterior lo quieren
estable. No ayudan de ninguna manera y no tienen ninguna relación
con la realidad”, sostuvo.
El senador José María García Arecha prefirió
otro tono para hablar de Ruckauf: señaló que “sería
bueno que se dedique a gobernar” y advirtió que hubo algunos
que fueron monaguillos en el prostíbulo y ahora quieren ser pontífices
de la República”.
Corach, con
su propio discurso
El senador Carlos Corach advirtió ayer que la denuncia
de Fernando de la Rúa sobre “un golpismo oculto”
implica “evocar fantasmas del pasado e inferirle un grave daño
a la conciencia de la sociedad”. El ex ministro del Interior
se preocupó en dejar a Carlos Menem a salvo de cualquier sospecha
de desestabilización y negó cualquier pacto entre el
ex presidente y al actual, pero midió sus palabras y destacó
que si De la Rúa quiere encabezar su gobierno “en eso
va a encontrar al PJ unido dándole una mano desde la oposición”.
Corach estuvo en la Casa de Gobierno para la presentación del
proyecto de Reforma política y fue allí que dijo que
el único pacto del peronismo es “el de la Constitución
y la ley”. El ex ministro consideró “poco serio e
injusto” imputar maniobras golpistas a Menem y no descartó
que la denuncia de De la Rúa en ese sentido consista en “una
operación mediática para tratar de crear un espantajo
de que el menemismo (...) es una amenaza para la Alianza”. Aun
así, fue cauto en sus críticas y pidió “prudencia
en las mentes”. |
|
