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PIDEN LA EXTRADICION DE DOS SANTOS POR EL ATENTADO A LA AMIA
Mucho más que un mentiroso

Los fiscales de la causa AMIA solicitaron a Suiza que extraditara al brasileño por sus vínculos con los que atacaron la mutual judía.

Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes)  Los fiscales federales que actúan en el caso AMIA pidieron ayer la extradición del llamado testigo-clave, Wilson Dos Santos, detenido actualmente en Suiza. Pero ya no se reclama que venga a responder a una imputación por falso testimonio, sino que se lo acusa de ser parte integrante de la banda que perpetró el atentado contra la AMIA e incluso contra la Embajada de Israel. La hipótesis de los fiscales es que Dos Santos, al que consideran vinculado con los servicios de inteligencia del Brasil, “tuvo una participación activa en la preparación del hecho, al punto tal de conocer no sólo a algunos de sus integrantes, sino también el lugar y la fecha del acto terrorista”. Entre las pruebas que señalan los fiscales está que Dos Santos se manejaba con nueve pasaportes distintos, hizo 41 viajes en seis años sin tener trabajo conocido y existen evidencias de que mantenía fuertes contactos con sectores radicalizados de la Triple Frontera.
Los fiscales Eamon Mullen, Alberto Nisman, Germán Binchas y Pablo Recchini hicieron ayer la presentación ante el juez Juan José Galeano, cuando ya hace varios meses que los tribunales suizos tienen a consideración un pedido de extradición pero sólo por falso testimonio.
Es que Wilson Dos Santos se presentó en los consulados de Argentina, Brasil e Israel en Milán, diez días antes del atentado contra la AMIA, y habría advertido que se iba a producir el ataque. Después de la explosión en la mutual judía viajó a la Argentina y ante la Policía Federal contó una historia en la que revelaba la participación de un grupo de iraníes en el atentado. Mencionó una fiambrería en la calle Pasco y un quiosco sobre Rivadavia como los lugares de reunión y también involucró a la iraní Nasrim Mohtari en el grupo terrorista. Tres días después de declarar ante la Policía Federal, Dos Santos fue llevado ante el juez Galeano, pero allí negó todo. Dijo que había hecho un gran invento para conseguir dinero de un periodista brasileño. Galeano lo acusó de falso testimonio y la causa quedó en manos del juez Claudio Bonadío. Tras cartón, Dos Santos desapareció y el único expediente por el que se lo buscaba internacionalmente era el de falso testimonio.
Con su presentación de ayer, los fiscales tratan de torcer la historia. Si a Dos Santos lo extraditan a la Argentina sólo por mentir, la justicia únicamente le podrá hacer preguntas sobre sus mentiras, pero no sobre la causa AMIA. Habrá que ver si los jueces suizos aceptan este cambio y los argumentos que se exponen. Para los fiscales, lo que incrimina a Wilson Dos Santos como cómplice en el atentado son los siguientes elementos:
- Anticipó el atentado unos diez días antes de que se produzca.
- Está comprobado que estuvo en la Argentina ya en 1991, antes del atentado contra la Embajada de Israel.
- Las direcciones de iraníes que dio en su declaración inicial fueron verificadas.
- Es cierto que estuvo en Europa y que compartió el hotel no sólo con Mohtari sino también con otro hombre llamado Alí Slim, del que se sospecha podría ser terrorista.
- Hay un testigo de la inteligencia iraní, el llamado C que declara que la única forma en la que Dos Santos pudo haber sabido del atentado es porque participó en alguna etapa de la preparación o que hubiera recibido información respecto de esa preparación.
- Se manejó con nueve pasaportes distintos. Hizo 41 viajes a España, Francia, Dinamarca, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y otros destinos, todo ello sin tener ocupación ni sueldo conocido.
- Mintió premeditadamen

Por R.K.
La imputación contra Wilson Dos Santos tiene un punto delicado: sugiere que todo o una parte del atentado fue perpetrado en territorio brasileño. En verdad los investigadores argentinos están convencidos que no sólo se trajeron desde allí los explosivos sino que también la planificación se hizo en el sur del Brasil. Además, la hipótesis obvia es que los terroristas ingresaron por la Triple Frontera, es decir el límite entre la Argentina, Paraguay y Brasil. Como fundamental en la polémica, los investigadores, y en este caso concreto los fiscales, sostienen que Dos Santos trabajaba para los servicios de inteligencia brasileños. Un periodista que tuvo relación con Dos Santos declaró que “mantenía estrechos lazos con el brigadier Caldas, jefe del Servicio Reservado de la Fuerza Aérea Brasileña y que también tenía contactos con el SAE, Servicio de Asuntos Estratégicos brasileños, habiendo recibido en su casa a los coroneles Darío y Casarini”. Las autoridades brasileñas siempre negaron estas relaciones.

 

 

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