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DOS MUERTOS Y NUMEROSOS HERIDOS EN UN CHOQUE DE TRENES
Un infierno de hierros y gritos

Un tren que llegaba a la estación Lemos se incrustó en el vagón de otro que salía. Dos mujeres murieron, otra está muy grave.

t.gif (862 bytes)  A las 8.50, la cabeza del convoy que ingresaba en la estación Lemos del ex Ferrocarril Urquiza, en el partido bonaerense de San Miguel, se incrustó dentro del cuarto vagón del que salía en dirección a Federico Lacroze, en medio del estrépito de hierros retorcidos y gritos de sorpresa y espanto. Dos mujeres fallecieron en el hospital Castex, después de haber sido intervenidas quirúrgicamente. A última hora de anoche, otra se encontraba en estado desesperante en el Italiano, tras haber deambulado con el cráneo, una pierna y un brazo fracturados, desde el hospital Larcade de San Miguel hasta el hospital municipal de San Fernando, para terminar en el instituto privado porteño. Dos pasajeros permanecen internados en estado de observación. Otros cinco fueron dados de alta, con heridas leves. Ayer, temprano, cuando aún nadie podía dar explicaciones sobre el hecho y sólo se hablaba de cinco heridos, un vocero de la concesionaria Metrovías aclaraba que se había tratado de “un roce” de trenes. Después, llegó la desmentida.
Lemos es la terminal de la línea del ex Urquiza. Enclavada en el partido de San Miguel, a la altura de la intersección de las rutas 202 y 78, es el punto de partida para acceder a la estación Federico Lacroze. Ayer, diez minutos antes de las 9 de la mañana y de la hora pico, la formación que abandonaba uno de los dos andenes, recorrió unos 200 metros, ingresando en la zona de cruce de vías que distribuye el tráfico. En ese mismo momento, otro tren arribaba desde la estación Sargento Cabral. El cruce pasa prácticamente inadvertido por lo rutinario. Pero ayer, se destrozó la rutina cuando el convoy que entraba en Lemos se encontró con el cuarto vagón, un furgón, de la formación que salía.
Aunque los dos trenes aún no habían alcanzado su máxima velocidad, el golpe fue tan tremendo que el furgón quedó descarrilado, desprendido del resto de la formación. El estrépito fue tan grande que no hubo necesidad de dar el alerta. Todos, en la estación, supieron qué había ocurrido. Tres minutos después sonaba la alarma en el cuartel de Bomberos Voluntarios de San Miguel. Cinco dotaciones llegaron hasta el lugar del choque para comenzar las tareas de rescate. El informe del jefe de los bomberos, Carlos Antoniazzi, fue más bien vago: “Sacamos heridos leves y otros que estaban graves”, aseguró.
Las primeras informaciones, proporcionadas por la empresa concesionaria Metrovías, tuvieron un sesgo particular: señalaban que se trató “de un roce ocurrido en la cabecera de la estación General Lemos”. El resultado, según el parte, fue de “cinco heridos”. Poco después, el número oficial de víctimas se incrementaba en la misma medida en que se reducían las posibilidades del roce. Se mencionó primero que eran siete, después nueve, y se llegó a hablar de 13. Las víctimas atendidas en el Hospital Municipal Larcade fueron nueve, según el director Carlos Díaz: dos de ellas sumamente graves.
Al mediodía, el médico Carlos Meléndez Calderón, de la guardia de neurocirugía del Larcade, informó a la prensa que se trataba de dos mujeres, una de ellas llamada Noemí Sandez, y la otra no identificada, de entre 25 y 30 años. A esa hora, ambas eran sometidas a “intervenciones quirúrgicas. Su estado de salud es sumamente delicado”. Otra pasajera, Teresa Villagra, también se encontraba con pronóstico reservado.
Pasado el mediodía, en el hospital Castex el parte médico informaba que había fallecido Noemí Sandez, derivada del Larcade. Poco después, la mujer no identificada corría la misma suerte. Precisamente a esa hora, Metrovías desmentía rotundamente la calificación del hecho como un roce para describirlo como “una colisión”.
Mientras se desarrollaban las tareas de rescate, el servicio de trenes quedó restringido a un trayecto corto, entre Lacroze y Ejército de los Andes, y otro condicional, entre esta última estación y Campo de Mayo.
“Hasta las 11.15, el sector estuvo cerrado por la policía”, señaló el gerente de Relaciones Públicas de la empresa, Juan Ordóñez. “Desde las 11.30 se comenzó a hacer el trabajo de despejar las vías. Esto puede durartodo el día. Hasta que se pueda abrir al tránsito, la línea opera desde Lacroze hasta Campo de Mayo, y desde allí la empresa puso en funcionamiento un transporte de micros que cubre el recorrido hasta Lemos. Por el momento, no podemos adelantar hipótesis. Esperamos el trabajo de los peritos.”
La investigación del caso recayó en el fiscal Héctor Scebba, de la UFI 1 de San Martín. “Por el momento, el hecho se encausa como culposo, pero todo depende de lo que resulte de las pericias”, explicó una fuente de la fiscalía. La tarde de ayer estuvo dedicada a la toma de declaraciones testimoniales. En los Tribunales de San Martín consideraban que hoy el fiscal Scebba ya contaría con algunos datos de las pericias que permitirían sostener alguna hipótesis.

De hospital en hospital

Pocos minutos después de que la extrajeran de entre los hierros retorcidos del furgón, Noemí Sandez fue trasladada de urgencia al hospital Larcade, de San Miguel. Con ella, también fueron enviadas otras dos pasajeras: Noemí Teresa Villagra y una mujer de entre 25 y 30 años no identificada. Sandez tenía fractura de cráneo, también una de sus piernas y, según el parte médico, “tórax inestable”, o sea, múltiples fracturas de costillas. La mujer no identificada, había sufrido desgarro de vena cava, fractura expuesta e interna de su pierna derecha. Ambas fueron intervenidas en el Larcade y derivadas luego al hospital Castex, en San Martín. Ambas fallecieron pasado el mediodía. Villagra, a esa hora, comenzaba su largo periplo por los hospitales bonaerenses. Con politraumatismos de cráneo, fractura expuesta en una de sus piernas y un antebrazo partido, recibió las primeras curaciones en el Larcade y fue derivada hasta el hospital de San Fernando, Petrona Villega de Cordero, en el norte del conurbano, a unos 15 kilómetros de donde había ocurrido el accidente. A las 17, Villagra sufrió un paro cardiorrespiratorio. Los médicos lograron controlarlo, pero su estado obligó a derivarla a un hospital con instrumental más avanzado. Y estaba ubicado a 27 kilómetros: el Hospital Italiano, en el barrio porteño de Almagro, donde quedó internada en terapia intensiva, en estado muy grave pero estable, según informó el parte médico.

 

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