Mientras miles de personas acompañaban al cementerio los restos
de las víctimas, empezaban a tejerse hipótesis sobre las
causas del choque entre avionetas el domingo en Chacabuco. Fuentes de
la Fuerza Aérea dijeron a este diario que probablemente hubo
un descuido de uno de los pilotos. Se dio a conocer la nómina
completa de las víctimas: todos los pasajeros de ambas avionetas
estaban emparentados y el accidente segó cuatro generaciones de
esta familia, desde los 3 hasta los 85 años.
Los ataúdes con los restos de diez de las víctimas el
undécimo, del piloto Jorge Milanesi, fue trasladado a Bragado
fueron velados ayer en la Municipalidad de Chacabuco. La ciudad, de 45.000
habitantes, estuvo paralizada ayer por el duelo municipal
al cual adhirieron el comercio y la industria. Una multitud de varios
miles de personas los acompañó, a las 6 de la tarde, al
cementerio de la localidad.
Los peritos de la Junta de Accidentes de Aviación Civil, dependiente
de la Fuerza Aérea, ayer recolectaron pruebas en los lugares donde
el domingo cayeron las aeronaves, a 200 metros una de otra, luego de haber
chocado a unos 300 metros de altura. Una fuente vinculada a la Junta dijo
a este diario que es probable que haya habido descuido o distracción
de uno de los pilotos: evidentemente no se vieron: el impacto fue muy
fuerte, tanto que los restos quedaron esparcidos, el motor por un lado
y el fuselaje por otro. Una de las hipótesis es que el sol haya
encandilado a uno de los pilotos. Según la fuente, el choque
no habría sido frontal sino que, probablemente, un aparato
impactó en el costado del otro.
José Vaca, presidente de la Asociación Argentina de Aviadores
Civiles, explicó a este diario distintas posibilidades de choque
en el aire: Si uno ve un avión que viene de frente, la regla
es virar hacia la derecha: rompen los dos a la derecha, lo
cual debería evitar el choque. Si uno hace un viraje, la regla
es, siempre, mirar antes de hacerlo. Cuando, en el viraje uno es encandilado
por el sol, se hace muy difícil ver a un avión que venga
de frente; es sólo un punto, no se ve; si viene por arriba o por
abajo, sí, uno distingue la envergadura del avión, pero
no de frente.
La pregunta es por qué las aeronaves estaban tan cerca: En
los vuelos de bautismo, se procura para los pasajeros la mayor tranquilidad:
es la primera vez y ellos deben sentir agrado, no temor. Queda excluida
toda acrobacia o exhibición. Es muy improbable que dos aviones
choquen en el aire, y la posibilidad de un acercamiento premeditado no
corresponde a un vuelo de bautismo, que excluye combinaciones con otro
avión, destacó Vaca.
El accidente destruyó a tres familias, a su vez emparentadas entre
sí. Murieron Nancy Belfiore, de 36 años, su hija Andrea,
de 20, y su nieta Loreta Avellaneda, de 5. También falleció
Patricia Belfiore, hermana de Nancy, con sus hijas Ornella y Daiana, de
3 y 12 años. Viviana Belfiore, de 28 años, hermana de las
anteriores, murió junto a su hijo Santiago Soldevia, de 8 años.
También murió Angela Mozzino, de 85 años, tía
de las hermanas Belfiore. Además de los pilotos Milanesi y Leandro
Limia, de 29 años.
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