Dos viejos enemigos, Raúl Alfonsín y Domingo Cavallo, se reunieron ayer, en forma sorpresiva, en el departamento de un hijo del ex presidente. El encuentro fue revelado por colaboradores del ex ministro, lo que obligó al jefe radical a armar una estrategia comunicacional de apuro. La lectura que se dio al acontecimiento, entonces, fue que se habían juntado para apoyar al ministro José Luis Machinea. Desde la UCR, se preocuparon en aclarar que ni mencionaron la posibilidad de que Cavallo se incorporara de alguna forma al Gobierno, un rumor que fue la comidilla de los ambientes políticos durante la semana pasada. �Alfonsín no cambió de opinión: Cavallo es el límite de la Alianza�, explicaba anoche un amigo del ex presidente. La noticia llegó a velocidad supersónica a España, donde se encuentran el presidente Fernando de la Rúa y la plana mayor del Gobierno, y fue �aseguraron� bien recibida. �Esto sirve para descomprimir�, habría comentado Machinea, preocupado por otro día negro para la economía (ver sección Economía). 
Por la noche, Cavallo fue a la televisión y reiteró su apoyo al ministro de Economía, algo que ya había hecho el martes cuando se encontraron personalmente. �Alfonsín me manifestó el gran respeto que tiene por el doctor Machinea y yo soy amigo de él y creo que la dirección de las medidas que anunció el lunes pasado son correctas�, remarcó. El ex ministro mencionó varias veces sus ganas en ayudar a la marcha del gobierno que, apuntó, desde el exterior es visto �en una situación de debilidad política�. 
Básicamente, el ex ministro trató de mostrarse como un aliado confiable para De la Rúa. En cambio, no evaluó bien la actitud de Carlos �Chacho� Alvarez de renunciar a la vicepresidencia. Dijo que justo la semana de la renuncia �la situación económica había empezado a mejorar� y que lo que ahora hace falta es que el Gobierno redoble los esfuerzos �para revertir esta falta de unidad que se ve�. Adelantó que él ya consiguió que los treinta diputados de centro actúen en forma coordinada para que el Presupuesto consiga una rápida aprobación en el Congreso. 
Un par de estos temas fueron rescatados por un comunicado que preparó el Comité Nacional de la UCR que preside Alfonsín, referido a la reunión de ayer. También allí se insistió en lo del apoyo a Machinea y se hizo mención a �la necesidad de alcanzar pautas comunes que den sustento a políticas de crecimiento y desarrollo� que no se especificaron. 
Al parecer, el encuentro tuvo una gestación ultrarrápida. Por la mañana, Cavallo conversó con el ex vicecanciller Raúl Alconada Sempé, con quien mantiene una buena relación, y le comentó sus ganas de reunirse con Alfonsín. Alconada, que ahora ocupa un cargo partidario en la UCR, hizo la gestión. Un par de horas después, el ex presidente volvía a estar cara a cara con uno de sus más enconados rivales. Alconada Sempé, sin embargo, negó a Página/12 que hubiera actuado como intermediario. �Yo me enteré de la reunión cuando Alfonsín nos contó�, explicó. Y no quiso dar más detalles. �No quiero hablar más, ese no es mi tema�, agregó. 
El encuentro se concretó en un departamento sobre la avenida Santa Fe, pero no en el que vive Alfonsín sino en uno vecino que utiliza su hijo. La reunión duró menos de una hora y, al momento de la charla, quedaron los dos solos. Fue antes del almuerzo así que apenas tomaron un café y un té. 
Un amigo del ex presidente razonaba anoche sobre los beneficios que obtenía cada uno de un encuentro de este tenor. �A Cavallo le conviene porque sigue quedando como el principal hombre de consulta en medio de una crisis económica. Y a Alfonsín le viene bien para limpiar sus declaraciones sobre la convertibilidad�, sostuvo.
Justamente, el ex presidente le juró a Cavallo que jamás opinó que era necesario salir de la convertibilidad. En realidad, lo que Alfonsín dijo fue que la más famosa creación de Cavallo había sido uno de los dos acontecimientos más desgraciados del siglo de la historia argentina. El otro era el golpe militar del �30. �Le expliqué de la importancia de que en este momento nos vean a toda la dirigencia política respaldando la institución monetaria básica, que es la convertibilidad, para mantener los créditos abiertos�, sostuvo Cavallo, anoche, en el programa �A Dos Voces�, en coaxil desde Córdoba. Luego de lo cual �coincidimos en que nunca hay que dejar la convertibilidad�, concluyó el ex superministro de Carlos Menem. 
Cerca de Alfonsín aclaraban que no debía deducirse del encuentro un cambio en la forma de pensar del ex presidente. �Ni Alfonsín se volvió un fundamentalista de derecha, ni Cavallo se hizo progresista�, razonaba un vocero alfonsinista. Y agregaba que aún era más valorable que dos personajes con opiniones tan disímiles hubieran unido sus voces para apoyar a Machinea. 
Cada vez que surgió la versión sobre la posible incorporación de Cavallo al gobierno aliancista fue Alfonsín quien se mostró más en contra. Con De la Rúa, en cambio, Cavallo mantiene una antigua relación. Y, pese a sus diferencias ideológicas, Chacho Alvarez tampoco mantendría una posición de frontal rechazo a una eventual incorporación de Cavallo, a quien sabe bien considerado por los inversores extranjeros. 
El primer rumor que tomó cuerpo fue a fin de septiembre cuando se habló de una supuesta gestión �luego desmentida� para que Cavallo presida el Banco Central. En ese momento Alfonsín se opuso argumentando que la Alianza se había armado con un sentido progresista �contra la nueva derecha�. Las otras versiones surgieron la semana pasada: decían que Cavallo ya había sido sondeado para ser ministro, justo cuando se hablaba de una supuesta renuncia de Machinea. Alfonsín dijo entonces que si Cavallo entraba al Gobierno él se iba de la Alianza. 
Ayer, el ex ministro aseguró que �nunca hemos hablado con De la Rúa ni ningún enviado suyo para que se integrara al gobierno�. Una actitud que no se modificó en el encuentro con Alfonsín. Es más, quienes ayer pudieron hablar con Alfonsín aseguraban que el ex presidente le aclaró a Cavallo su convicción de que si él se incorporaba al Ejecutivo significaría un elemento de discordia decisivo en la coalición UCR-Frepaso. 

 

opinion Por Mario Wainfeld

Una hipótesis verosímil Vayan algunas imágenes del archivo más reciente para dar contexto a la sorpresiva reunión de ayer. Coti. Los que los vieron no lo podían creer. Fue hace un par de semanas. Enrique �Coti� Nosiglia y Domingo �Mingo� Cavallo departían amablemente en el restaurant La Raya de Ocampo y Las Heras. Nosiglia suele almorzar ahí, porque tiene antigua amistad �de raigambre futbolera� con sus dueños y porque al mediodía el lugar es más que tranquilo, a cubierto de curiosos o periodistas. Cavallo a veces se manda a comer algo; la parrilla es de primera y queda ahí nomás de su departamento. Ambos aseguraron que los juntó la casualidad y no una cita previa. Como fuera, lo cierto es que hablaron �de política�, de la crisis, de la situación económica y el tono fue más que amigable. Coti explicó luego a sus allegados �Mingo ya está resignado a que en las elecciones o le gana la Alianza o le gana el PJ, que lo suyo es volver a proyectarse como economista. Y, la verdad, que en este momento su propuesta es más progresista que la de Machi(nea). Dice que hay que reducir impuestos, promover el consumo. Su plan atrae más a empresarios nacionales que nuestra política actual�. �¿Y Alfonsín qué dice?�, le preguntó un correligionario. Coti se agarró la cabeza, poniendo cara que �de eso no se habla�.  Chrystian. El jefe de Gabinete Chrystian Colombo, en cambio, negó las versiones que mencionaban que él también había charlado con Cavallo más o menos entre bambalinas. Pero dejó caer ante sus allegados �ojo, que estoy dispuesto a hacerlo en cualquier momento. En democracia se conversa con todo el mundo. Y las ideas de Cavallo sobre la economía son básicamente correctas�. Chicago. El economista de primer nivel, que no integra el equipo de Machinea, a quien �para no revelar su identidad� llamaremos Juan Chicago describe a Página/12 las razones de la estabilidad del actual titular del Palacio de Hacienda. �No es tan fácil relevar a Machi. Hoy por hoy para ser ministro de Economía es necesario un técnico de primer nivel. No puede ser cualquiera. Y figuras de esa calidad se cuentan con los dedos de una mano: Ricardo López Murphy, Adalberto Rodríguez Giavarini y alguno más. No es serio poner a alguno de menos piné. Y ninguno de ellos tiene planteos diferentes a los de José Luis. Bah, en realidad hay uno que sí, pero es indigerible políticamente: Cavallo�. Y luego explica: �Mingo, por su prestigio y su audacia, es el único capaz de salirse de la ortodoxia y aplicar una política neodesarrollista basada en la reducción de impuestos y un desequilibrio fiscal mayor�.  Alfonsín I. Otro economista que integra el gabinete, mitad en broma, mitad en serio relata: �Una vez Alfonsín me explicó, como jactándose �mire fulano, yo aprendí Economía en Avellaneda al lado de Moisés Lebenshon�. Yo le contesté �doctor, ése no es un centro de excelencia� pero la broma no le hizo mella�. Para el funcionario, radical, que ya lo fue bajo su presidencia, Alfonsín �en economía� se quedó no ya en el �45, sino un poco antes. Alfonsín II. Un dirigente radical de primera línea, que milita cerca del ex presidente desde hace añares, describía este lunes, mate de por medio, a Página/12: �Alfonsín tiene bronca ideológica con todos los liberales, pero al que más odia es a Cavallo. Lo odia más que a (José Alfredo) Martínez de Hoz, por dos motivos. Primero porque está convencido de que lo derrocó. Segundo porque fue el más exitoso de los liberales. Nunca le va a perdonar ninguna de las dos cosas�.  Alfonsín III. Hace apenas un par de semanas Alfonsín dijo que los dos hechos más graves de la historia argentina del siglo XX fueron el golpe militar contra Hipólito Yrigoyen y la ley de convertibilidad. Una versión de la historia y de la economía nacionales que debe ser su monopolio exclusivo (¿cómo justipreciar el Rodrigazo, la crisis del 30, el Plan Martínez de Hoz, el terrorismo de Estado?) y que le valió torrentes de críticas de todo el Gobierno. Una muestra del odio que se expone en la apostilla anterior. El rosario de anécdotas pretende dar cuenta de un dato longevo y otro recién nacido. El longevo es el antagonismo entre dos protagonistas de primer nivel. El bebé es el creciente acercamiento de Cavallo a la Alianza a apenas cinco meses de su estrepitosa derrota electoral en la Capital Federal (la segunda que le propinó la Alianza en cuestión de meses). Ese acercamiento remite mucho más al deterioro interno de la Alianza, al nulo crecimiento económico y a la pérdida de perfil del equipo de José Luis Machinea, que a una autocrítica del ex superministro menemista. La entropía política del Gobierno y su catatónica economía permiten que Cavallo, tras dos derrotas electorales importantes a manos de la coalición gobernante, vuelva a ocupar los primeros planos. Por estos días llegó a ser: a) un aliado del Gobierno, b) un apoyo para Machinea, c) un contertulio de Alfonsín tan luego. No es seguro cuáles serán sus próximas escalas ni cuál es su techo. Pero sí es seguro lo que hace un par de meses hubiese sido un disparate y hasta un insulto (Cavallo negociando con la Alianza y hasta siendo ministeriable de este gobierno) ha adquirido el rango de una hipótesis verosímil.

Un recelo laboriosamente abonado durante una década

El ex presidente lo acusó de boicotearlo ante los organismos internacionales de crédito al fin de su mandato. Cavallo, de ser el pasado, junto a Menem. Una historia de acusaciones.

Por José Natanson

Raúl Alfonsín siente por Domingo Cavallo un rechazo que excede lo ideológico, derivado quizá de otras épocas: en 1989, el radical acusó al economista de contribuir a la debacle económica de su gobierno. Por eso, a pesar de que en los últimos años se vieron muchas veces, casi siempre en tono amistoso, la de ellos es una historia plagada de distancias, cortocircuitos y acusaciones. 
Agonizaba su gestión cuando el presidente Alfonsín acusó a Cavallo de recomendar a los acreedores e inversores extranjeros no destinar más fondos a la Argentina. El diputado justicialista, que por ese entonces también trabajaba como consultor del Banco Mundial, negó las denuncias del jefe radical. �Yo no hablé con los acreedores. Lo que pasa es que deben haber leído mis discursos en la Cámara de Diputados y mis declaraciones. Yo expliqué que el Plan Primavera era un �verano de plata dulce�, financiado con endeudamiento interno y externo�, dijo en abril de 1989. Un par de meses más tarde, Cavallo agregó: �El plan estuvo herido de muerte desde el principio. Era un programa puramente electoralista, destinado a terminar en un estallido�.
Es seguramente este dato el que explica el rechazo de Alfonsín hacia el ex funcionario menemista, rechazo que no siente por otros economistas tan o más ortodoxos que Cavallo, como Ricardo López Murphy. �No es sólo porque Cavallo contribuyó a la caída de su gobierno�, explicaba ayer un dirigente acostumbrado a interpretar el pensamiento del jefe radical. �Lo que pasa es que Alfonsín cree que la convertibilidad fue un error gravísimo�, señalaba. �Nos guste o no, Cavallo es un liberal que triunfó, por lo menos durante algunos años. Eso es algo que Alfonsín nunca se bancó�, explicaba otro radical de diálogo habitual con el ex presidente. 
En 1991, cuando se lanzó la convertibilidad, el cacique radical criticó duramente a Cavallo, a pesar de los éxitos iniciales del plan y de la opinión cauta de muchos radicales. �El pensamiento neoconservador de Cavallo no tiene en cuenta a la gente�, señaló el ex presidente en 1992, marcando una distancia que se profundizó después, cuando el ministro de Economía inició su ofensiva anti Alfredo Yabrán y acusó a algunos radicales alfosinistas �como César Jaroslavsky� por su amistad con el ex banquero. 
Era una distancia imposible de disimular. �Cavallo no. Es el límite�, dijo Alfonsín el año pasado, cuando Carlos �Chacho� Alvarez le propuso incorporar a Gustavo Beliz a la Alianza. Prácticamente desde que se formó la coalición, el ex presidente frenó cualquier acercamiento con el ex ministro, llegando incluso a amenazar con su propia renuncia, en una táctica que repitió más adelante. 
En mayo del año pasado, el entonces jefe de campaña de la coalición, Alberto Flamarique, insinuó que Cavallo podría incorporarse a una futura gestión aliancista como negociador con los organismos internacionales de crédito. �¿Qué quieren? ¿Qué pongamos a Juan Sourrouille?�, había dicho el frepasista. Pocos días después, Alfonsín amenazaba con abandonar la Alianza si se le abrían las puertas a Cavallo. 
Claro que todos estos cortocircuitos no impidieron que los dos se reunieran en más de una oportunidad, como el año pasado, cuando se encontraron para constituir un polo contra la re-reelección de Carlos Menem. Ese mismo año, por un momento pareció que el histórico alejamiento había terminado: fue en agosto, cuando Cavallo se convirtió en uno de los primeros en visitar a Alfonsín luego de su accidente automovilístico. 
Pero nada cambió. Este año, durante la campaña por las elecciones porteñas, Alfonsín aseguró que �sería lamentable para la Nación que ganara Cavallo�. E insistió. Un mes atrás, en medio de las versiones sobre un supuesto tanteo de Fernando de la Rúa a Cavallo para sumarlo al gabinete, el jefe radical subrayó que el ex ministro no podía ocupar ningún cargo en el Gobierno. �Esta es una Alianza con un sentido progresista, que se hizopara ayudar a los que menos tienen, contra la nueva derecha�, advirtió el radical.
A esta altura queda claro que el rechazo de Alfonsín a Cavallo excede las diferencias políticas o económicas, que tiene un tono casi personal. Y, aunque casi siempre trata de justificarlo en términos ideológicos, no siempre lo logra. �Es un border line�, fue la figura psiquiátrica que Alfonsín eligió en abril, cuando le pidieron que definiera a Cavallo.

 

�Es el pasado� La opinión de Cavallo sobre Alfonsín sufrió modificaciones a lo largo del tiempo. �El rumbo de este programa, tal como fue esbozado por Alfonsín, es correcto� (enero de 1985). �Las privatizaciones no significan vender las joyas de la abuela sino, saldar las hipotecas� (repuesta a la forma en la que se realizaban las privatizaciones, enero de 1992). �¿Qué quieren? ¿Volver a la hiperinflación de Alfonsín?� (marzo de 1995). �El jefe verdadero de la UCR es Alfonsín y no De la Rúa� (abril de 1999... y dicho como crítica). �Menem y Alfonsín son el pasado� (abril de 1999).

 

Dos visiones sobre la reunión

Eduardo Duhalde. �Es importante que dos dirigentes que han tenido públicas diferencias se reúnan. Es un signo de madurez política.�  �El horno no está para bollos�, explicó Duhalde cuando se le preguntó si estaba preparado para asumir el gobierno. �Hay que tratar de colaborar no echando más leña al fuego�, sostuvo y le pidió disculpas al gobierno por sus dichos, sobre los que afirmó que habían sido distorsionados por las agencias noticiosas. Federico Storani. �El apoyo brindado por Domingo Cavallo al ministro, José Luis Machinea, es una ayuda.� �La opinión de Cavallo tiene mucha repercusión en los mercados internacionales y en estos momentos se requiere una unidad conceptual muy fuerte con respecto a los lineamientos de la política económica.� �La caída del MerVal y de la Bolsa responde más al aumento del costo del endeudamiento, a la suba del riesgo país y a los factores internacionales que a la situación política interna .�

PRINCIPAL