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JOE VASCONCELLOS DEBUTA HOY EN BUENOS AIRES
�Los chilenos sí tienen ritmo�

Toda una estrella en Santiago, el cantante y percusionista tocará aquí esta noche y mañana. �Llegué en el momento justo, cuando Chile necesitaba comenzar a mover el culo�, dice.

Joe Vasconcellos, músico de dos patrias, es hijo de un diplomático brasileño y una chilena.

Por Martín Pérez

t.gif (862 bytes) A los veinte años formó parte del mítico grupo Congreso, cuatro años después se instaló en Río y, cuando la alegría volvió a Chile �tal el slogan del plebiscito que fue el comienzo del fin de la dictadura�, Joe Vasconcellos también volvió con su música. Nacido en Santiago, hijo de un diplomático brasileño y una chilena ��pero que era la que tenía más ritmo en casa��, Vasconcellos fue, desde aquellos primeros escarceos con la música, un humilde trabajador del medio. Y el verbo pasado está bien empleado, porque desde hace unos años Vasconcellos ya es una estrella musical en Chile. Y así es como llega a la Argentina por primera vez a tocar sus canciones, aunque él prefiere no perder la humildad. �Es mi primera visita, así que todo con respeto�, explica Joe, que hoy debuta en el Hard Rock Café y mañana acompañará a La Mosca en su debut en Obras. 
�Estoy algo nervioso�, confiesa Vasconcellos, que conoció al grupo argentino en el festival Rock al Parque colombiano. �Allí me confesaron que este Obras es para ellos también un desafío, ya que ellos tampoco saben lo que puede pasar. Algo que me dejó mucho más tranquilo�, ironiza.
Figura archiconocida dentro del ambiente musical chileno, Joe Vasconcellos fue durante mucho tiempo �el brasileño oficial de Chile�. Si bien supo participar de la escena santiaguina previa al boom del rock argentino (para ellos �rock latino�, con Soda Stereo y Charly García a la cabeza) junto al grupo Congreso �compañeros de ruta de Los Jaivas e Inti Illimani�, cuando Vasconcellos volvió de Brasil para sumarse a la incipiente movida rocker chilena de los noventa, dicho remitente no dejó de subrayarse en su música. �Es un chiste parecido a lo que oí decir de los Paralamas en Brasil, de los que en algún momento dijeron que eran el mejor grupo argentino de rock brasileño�, bromea Joe. �Sin embargo, nunca dejó de molestarme que detrás de eso llegasen a sugerir que los ritmos que pasan por mi música no era para que los tocasen chilenos. Porque yo sé que los chilenos tienen ritmo, algo que se puede ver incluso en algunas cuecas�, explica, y los números están ahí para demostrarlo. Su último disco, por ejemplo, superó el cuádruple platino, un record que ostentaba antes que él en su discográfica una compilación histórica de Los Prisioneros, el grupo de rock más mítico de Chile. 
Pero el gran orgullo de Vasconcellos, en su esforzado ascenso hacia la fama en el país trasandino, es haberlo hecho sin dejar de ser él mismo. �Creo que yo llegué en el momento justo, cuando Chile necesitaba comenzar a mover el culo, pero no con Celia Cruz sino a la chilena. Terminé ocupando un espacio sin creerme nada, dentro de un país que pasaba por una gran crisis de identidad. Yo aparecí con mi música cuando el pop chileno venía saliendo de la influencia del rock argentino pos Malvinas y la década del noventa aún no se animaba a comenzar. Y cuando empezó, tarde pero empezó, yo ya estaba ahí con mis canciones�, explica Vasconcellos, cuya música �al oído acostumbrado al pop argentino� remite inmediatamente a Los Pericos antes que a Brasil. Pero después, escuchando más atentamente el álbum Vivo, es posible ir extrayendo una tras otras todas esas influencias �desde la salsa hasta la música brasileña, pasando por los solos de guitarra a lo Santana y las melodías a la Congreso� deudoras de su sabia y prolongada carrera. �La banda con la que toco ahora es la que siempre imaginé desde pequeño�, explica Vasconcellos, que tocará en sus compromisos porteños con el grupo de más de una docena de músicos que lo acompaña en sus exitosos shows en Chile. �Cuando mis hermanos se desvivían por los Stones y Zeppelin, a mí siempre me gustaron las grandes bandas pop tipo Chicago, Santana o Blood, Sweet & Tears. Y cuando vi Stop Making Sense, de Talking Heads, no me quedó ninguna duda sobre la clase de banda quería tener�. A la hora de seguir recorriendo nombres y más nombres que aparecen y desaparecen en su larga y humilde trayectoria, el chileno-brasileño saca de la galera, por ejemplo, a alguien inesperado: los argentinos de Virus. �Con ellos grabé en Brasil el disco Superficies de placer, gracias a mi amistad con el guitarrista Daniel Sbarra�, explica Vasconcellos, que llegó hasta Buenos Aires también sin dejar de ser él mismo. Aquel hijo de una chilena con ritmo. Y a mucha honra.

 

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