Carlos Ruckauf comenzó a contar los porotos que tiene sobre la mesa de la interna peronista, que representan a los dirigentes intermedios en los que cimentará el armado de la estructura política que necesita para llevar adelante su proyecto presidencial. La cuentas no le salieron del todo mal. Unos 1300 militantes acudieron a la denominada �Jornada de reflexión justicialista� que se desarrolló ayer en la localidad bonaerense de Moreno. La idea era que la militancia se encontrara cara a cara con el gobernador provincial quien los instó a volver a salir a la cancha después de la derrota electoral de octubre pasado. Sin embargo los organizadores no pudieron ocultar cierto gesto de fastidio debido a la ausencia de figuras de peso en el peronismo en lo que, en principio, se había anunciado como el lanzamiento de la línea interna de Ruckauf a nivel nacional. 
De hecho ningún gobernador justicialista �cinco de ellos habían sido invitados formalmente� se hizo presente en el encuentro que pretendió un carácter federal. Tampoco se asomaron por las cuatro enormes carpas levantadas en el predio del arbolado sindicato del Seguro, destinadas a las cuatro comisiones en las que se dividió el debate, legisladores o dirigentes nacionales ajenos a las filas duhaldistas o ruckaufistas. 
Se destacó el faltazo de riojano Jorge Yoma, uno de los senadores invitados cuya posible presencia despertaba más expectativas. Es más, entre los presentes no se detectó ni un solo riojano. Estuvieron los senadores Antonio Cafiero, Jorge Villaverde, Héctor Maya y Osvaldo Sala; además del presidente de la bancada del PJ en la Cámara alta, José Luis Gioja, que aportó la mayor cantidad de delegados del interior al megaencuentro: 48 sobrios sanjuaninos. 
También participaron los diputados nacionales José María Díaz Bancalari, Eduardo Camaño, Carlos Soria, Mario Cafiero, Rodolfo Martínez Llanos, Saúl Ubaldini, Jorge Busti, Arturo Lafalla. Osvaldo Mércuri, los intendentes Mariano Wets y Juan José Alvarez, el vicegobernador Felipe Solá y Aldo Rico, entre otros. Rico llegó vestido con un chaleco similar al que usan los fotógrafos. �Te viniste de comando�, lo chicaneó un dirigente a lo que Rico contestó: �No, hoy me vine de periodista�. 
Durante las seis horas que duró el encuentro, los dirigentes aportaron abundantes formas de explicar que en realidad estaba sucediendo algo diferente de lo que se pretendía que sucediera. Por ejemplo, se insistía en que la convocatoria sólo tenía por objeto unir al peronismo y no convertirse en fecha de nacimiento de la corriente ruckaufista. Que la asistencia masiva de duhaldistas echaba por tierra las versiones que daban cuenta de una interna entre ambos dirigentes, que se mostraron todo el tiempo juntos. Y que en realidad los gobernadores no pudieron llegar, pero le habían manifestado a Ruckauf su adhesión a la iniciativa. A tal punto, que el cordobés José Manuel de la Sota prometió repetir la experiencia en su provincia en el mes de diciembre. 
El propio Ruckauf se ocupó de desestimar internas en una escenografía sin pancartas ni carteles alusivos a su candidatura, al afirmar que �si en este momento Carlos Menem caminara hacia acá y me diera la mano, se la daría�. Y agregó: �No estoy avanzando en ninguna candidatura�. En voz baja, varios de los asistentes le confirmaron a Página/12 la existencia de un pacto de no agresión mutua que el bonaerense y Menem acordaron hace ya más de quince días después de reiniciar sus contactos telefónicos y a instancias de Esteban Caselli y Carlos Corach. 
El único que se animó a revelar el objetivo de la jornada fue el veterano intendente de Lanús, Manuel Quindimil, quien estuvo a cargo del cierre del encuentro que cerró apostando al aplauso: �Este es el puntapié inicial para que un peronista vuelva a la Casa Rosada, como se merece el país y el pueblo. Ruckauf es el hombre�. 

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