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YA HAY HOSPITALES PUBLICOS CON SALAS PARA ENFERMOS INCURABLES
Para hacer digno el último trayecto

Son las salas de �cuidados paliativos�. Los pacientes pueden quedar internados para ser contenidos en su sufrimiento tanto físico como espiritual. Dos hospitales con salas exclusivas.

La sala del Tornú tiene un living-comedor, para encuentros con los familiares y amigos.

Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) Cada vez más pacientes con patologías progresivas e incurables son atendidos en los hospitales públicos por equipos interdisciplinarios especializados que se ocupan de aliviar el sufrimiento físico y espiritual de los enfermos, y brindar contención a su entorno familiar. El objetivo es que puedan transitar el camino hacia la muerte de la manera menos traumática posible. Al menos, una decena de centros públicos y fundaciones de la ciudad de Buenos Aires ofrecen este tipo de tratamiento, denominado de �cuidados paliativos�, a pacientes ambulatorios o internados en servicios oncológicos. En el marco de esta tendencia, los hospitales de Clínicas y Tornú acaban de abrir las primeras salas exclusivas de internación de cuidados paliativos del país.
Javier (su nombre es ficticio porque prefiere el anonimato) tiene 19 años y un diagnóstico de cáncer avanzado. Hace algunas semanas, los dolores, día a día más intensos e insoportables, lo llevaron a tomar una decisión drástica: dejar el calor de su casa, e internarse en una sala hospitalaria para recibir atención especializada que lo ayudara a disminuir su sufrimiento. Tenía miedo de quedarse internado sin el contacto continuo de sus afectos. Pero rápidamente sus temores se disiparon. En la flamante sala de Cuidados Paliativos del Tornú puede compartir la internación con sus familiares y amigos: uno de ellos puede quedarse en forma permanente y los demás visitarlo sin restricciones horarias. 
La sala del Tornú se inauguró a principios de octubre con cuatro habitaciones individuales y una más con dos camas. El servicio tiene la particularidad de contar con una especie de living-comedor, donde los pacientes se encuentran con sus familiares y amigos en un ambiente con más aire de hogar que de hospital. Tiene una pequeña cocina, donde las visitas pueden preparar su propia comida y compartir el almuerzo con la persona enferma. También hay un rincón con juguetes y objetos para niños. �La idea es desdramatizar la internación�, explicó la médica Mariela Bertolino, jefa de la Unidad de Cuidados Paliativos del Tornú, un emprendimiento conjunto entre la Secretaría de Salud del Gobierno porteño y la Fundación Femeba. 
La sala del Hospital de Clínicas no tiene un espacio familiar y es más precaria que la del Tornú. Por ahora se habilitó una habitación con dos camas. Y a pulmón, los integrantes del servicio están tratando de acondicionar otras cuatro en un sector del piso 11 del edificio de la avenida Córdoba, que estuvo en desuso en los últimos tres años. Pero, de todas formas, la familia del paciente encuentra contención y un ámbito para plantear las dificultades que aparecen en la vida diaria cuando uno de sus miembros sufre una enfermedad terminal. �Uno de los planteos más habituales es qué tipo de información se les debe dar a los chicos y cómo se puede prevenir que la noticia tenga repercusión en su rendimiento escolar. También cómo enfrentar los problemas económicos�, señaló Rosa Mertnoff, titular del servicio en el Clínicas.
�Los cuidados paliativos son una nueva modalidad de tratamiento como fue hace 30 años terapia intensiva. Es un paso muy importante que los hospitales vayan incorporando este tipo de servicios especializados con internación. Era inconcebible que el Clínicas, como hospital universitario, no lo tuviera�, destacó Carlos Gherardi, profesor de la UBA y presidente del Comité de Bioética de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva. �Según estadísticas internacionales, en los casos en que se brindan cuidados paliativos no se presentan pedidos de eutanasia. En el Clínicas, por ejemplo, no hemos tenido ninguno�, señaló Mertnoff.
Tanto en el Tornú como en el Clínicas, los servicios de cuidados paliativos comenzaron a funcionar en forma incipiente en 1996 con pacientes ambulatorios y aquellos internados con enfermedades avanzadas e incurables en otras salas del hospital, especialmente en el sector de oncología. Desde el Tornú, además, se asiste en forma domiciliaria apacientes que viven en las cercanías del hospital, ubicado en el barrio porteño de La Paternal. 
�Los equipos interdisciplinarios que integran estos servicios están bien entrenados y les gusta atender a este tipo de pacientes. Se busca brindarles el mayor confort posible y calmar el sufrimiento frente al dolor, evitando siempre someterlos a tratamientos de alta complejidad como los que pueden brindarse en una terapia intensiva�, explicó Gherardi.
El Clínicas tiene en la actualidad alrededor de 300 pacientes bajo cuidados paliativos. �La mitad son ambulatorios y la otra, internados en diversas salas del hospital, la mayoría oncológicos�, precisó Mertnoff. El Tornú lleva asistidos, en los últimos cuatro años, aproximadamente un millar de pacientes. 
Aunque los cuidados paliativos se brindan mayoritariamente a personas con cáncer avanzado, cada vez más se intenta llegar a pacientes con enfermedades neurológicas degenerativas, como el mal de Alzheimer. �Ponemos un acento mucho mayor en lo que es el vivir que en el morir, con un respeto máximo sobre las creencias de cada uno. La idea es promover una vida activa hasta que fallece�, indicó Bertolino, quien se desempeña también como secretaria científica de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos. 
Los servicios trabajan con equipos interdisciplinarios formados por médicos clínicos, enfermeros, voluntarios, psicólogos, sacerdotes, terapeutas ocupacionales y profesionales farmacéuticos, que proveen la medicación para calmar los dolores. La intención es aliviar distintas áreas del sufrimiento: el dolor físico y también el espiritual. �Cuando el dolor es imposible de calmar, se apela a la sedación�, señaló Mertnoff.

 

 

Una nueva especialidad

Los cuidados paliativos son una especialidad relativamente nueva en el país. Los primeros servicios de este tipo comenzaron a ofrecerse a mediados de la década del ochenta. �Entre los pioneros puede señalarse a LALCEC, la Fundación Praguer-Bild, el Hospital Udaondo (de gastroenterología), el Garrahan y el Instituto Roffo�, explicó a Página/12 Mariela Bertolino, secretaria científica de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos. 
Actualmente, se estima que no menos de una decena de instituciones médicas y hospitales brindan atención en cuidados paliativos. Entre otros, ofrecen este tipo de servicios la Fundación Alan Cardek (en la calle Montevideo 789), el Cemic, el Hospital de Clínicas y los hospitales porteños de Oncología Marie Curie, Durand (en el sector de hospital de día pediátrico) y Tornú.

Proyectos muerte digna

Tras cinco años de discusiones, los miembros de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados todavía no lograron acordar un proyecto de ley que establezca los parámetros para una �muerte digna�. Hay dos posiciones bien diferenciadas. Una más conservadora, encabezada por el presidente de la comisión, el justicialista José Corchuelo Blasco, y otra, más progresista, representada por una iniciativa de la peronista Adriana Bevacqua y legisladores de la Alianza, entre ellos Juan Pablo Cafiero. Bevacqua propuso, entre otros aspectos, que todos los hospitales públicos, privados y de obras sociales incorporen en forma obligatoria servicios de �cuidados paliativos� y que la especialidad se incluya dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO).

 

 

DENUNCIAN QUE FALTAN REMEDIOS PARA ALIVIAR EL DOLOR
Tratamientos con limitaciones

Por M.C.

Los tratamientos especializados a pacientes terminales en los hospitales públicos encuentran hoy una limitación grave: �En muchos hospitales faltan medicamentos básicos para tratar el dolor por cáncer�, denunció ante Página/12 Mariela Bertolino, secretaria científica de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos y jefa de la unidad respectiva del Tornú. 
Tras realizar un relevamiento en los distintos servicios, Bertolino encontró que sólo en 16 de los 23 hospitales que tratan pacientes oncológicos disponen de morfina oral, recomendada para el tratamiento del dolor intenso por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en apenas 5 salas hospitalarias tienen otros medicamentos de la familia de la morfina, como la oxidona, la metadona, y la hidromorfona, también necesarios para aplacar el sufrimiento físico. �El 80 por ciento de las personas con cáncer va a desarrollar dolor severo�, precisó Bertolino. La especialista señaló que este tipo de drogas es �muy barata� como medicamento básico, pero �muy cara� en la industria farmacéutica. 
El otro problema es que en la mayoría de los hospitales estas drogas se suministran únicamente a los pacientes internados. �Es fundamental que se provean por medio de un banco de drogas o en los hospitales, como ocurre con la medicación para el virus del sida, para evitar que el que no puede comprarlas, por falta de cobertura, no tenga necesidad de internarse para recibirla�, planteó Bertolino. 
Bertolino es médica clínica. Se dedica a los cuidados paliativos desde 1992. Se formó en Canadá, en la ciudad de Edmonton, donde existe un programa público de la especialidad muy reconocido. Posteriormente, trabajó durante tres años en Francia en un hospital de la ciudad de París. �Recién hace 4 o 5 años hay cursos de posgrado en el país. Hasta ese momento, lamentablemente no se formaban médicos y la gente moría con mucho sufrimiento. De todas formas, todavía no existe una formación sistemática de profesionales médicos y enfermeras. Y en el área privada, hay pocos servicios de prepagas y de obras sociales con planteles especializados en cuidados paliativos�, señaló. 
�Todos los hospitales deberían tener un servicio y además debería estar incluido en el Plan Médico Obligatorio �agregó Rosa Mertnoff, del Clínicas�. Lo peor que le puede pasar a una persona no es morirse sino sufrir un dolor insoportable que podría evitarse.�

 

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