Por Miguel Bonasso
Las cosas se han puesto feas para el titular de la Sigen, Rafael Bielsa, desde que el pasado miércoles 18 presentó su espectacular denuncia sobre los manejos financieros en la SIDE, que acabó convirtiéndose en el empujón final para la salida del Gobierno del cuestionado banquero y amigo presidencial, Fernando de Santibañes. Desde ese momento, el presidente Fernando de la Rúa no ha vuelto a llamar a Bielsa; arrecian las amenazas sobre el síndico y sobre su propia madre y un curioso anónimo �que llegó a este cronista vía Internet� lo presenta como candidato a reemplazar a Carlos Reutemann en la gobernación de la provincia de Santa Fe, en una conspiración de antiguos montoneros. ¿Qué hay detrás de la oscura ofensiva contra este funcionario atípico, que es jurista, poeta, narrador, frepasista y, de yapa, hermano del DT de la Selección Nacional?
¿A qué le temen los que lo atacan? No está dicho, pero algunos sectores oscuros del Estado sospechan que detrás del famoso informe de la Sigen sobre la SIDE se podría encontrar una clave sobre quienes podrían haber sido los autores de los presuntos sobornos a los senadores que investiga el juez federal Carlos Liporaci.
La historia, en parte conocida, tiene entretelones sabrosos y demostrativos del accionar de esos servicios de inteligencia que, según decía el extinto Juan Perón: �De inteligencia es de lo que menos tienen�.
La saga comienza cuando la Oficina Anti Corrupción (OAC) le pide a la Sigen que investigue las cuentas de la SIDE, en función del sonado escándalo de los sobornos en el Senado y la subsecuente investigación judicial a cargo de Liporaci. En ese momento �hace un par de meses� Fernando de la Rúa se encontraba de viaje en China y el todavía vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez ocupaba transitoriamente el sillón presidencial. Bielsa dirige entonces una nota al presidente en ejercicio solicitándole que le sea levantado el secreto que rige sobre los gastos de la SIDE, pero Chacho no le contesta dada la brevedad de su mandato provisorio. Cuando De la Rúa regresa de su gira, el Síndico �que depende directamente del primer magistrado, igual que la OAC y la SIDE� reitera el pedido.
De la Rúa, curiosamente, no le contesta en forma directa al Síndico sino que dicta el decreto 399 por el cual dispensa el cumplir con el secreto al ministro de Justicia, a la OAC y al juez Liporaci pero no a la Sindicatura General de la Nación. La Sigen, de todos modos, sigue adelante con la investigación por una razón muy sencilla: no le puede preguntar a Santibañes en qué gastó el dinero del erario, pero sí cuánto gastó. Además, acude a otras fuentes oficiales: la Tesorería General de la Nación, la Contaduría General de la Nación y el Banco Nación (que es donde tiene su �cuenta madre� y algunas �cuentas hijas� �no todas, desde luego- la Secretaría de Inteligencia del Estado). De manera complementaria, los técnicos de la Sigen acceden �vía Internet� al Sistema de Registro de Cuentas Oficiales (Sireco) y en este sitio perfectamente público descubren que la central de los espías tiene más cuentas en Nueva York de las que les habían informado.
La Sindicatura cruza toda esta data pública en un modelo matemático mestizo de entrada múltiple y comienzan a saltar las anomalías. La más grave es que la SIDE había dado contablemente como �gastados� 22 millones trescientos mil dólares que en realidad había desviado hacia una cuenta secreta no sujeta a control por parte del Estado. Un desplazamiento favorecido por la peculiar contabilidad de un organismo que hace del secreto (pocas veces justificado) la razón misma de su existencia. Porque la SIDE, conviene aclararlo, maneja distintas contabilidades que la ley ni prohíbe ni autoriza y son producto de una práctica histórica: las públicas que se rinden con comprobantes reales; las públicas que excluyen esos comprobantes y establecen un secreto sobre la índole del gasto; y lasprivadas (no sujetas, por tanto, al control de los organismos fiscalizadores) que corresponden a �sociedades de cobertura� (empresas fantasmas) y a ciertos testaferros de la institución, como el recientemente procesado José Daniel Salinardi, ex jefe del Departamento de Contrataciones de la Secretaría, que tenía a su nombre más de 30 millones de dólares que son de propiedad pública.
Esta práctica histórica favorece movimientos discrecionales como el cuestionado por la Sigen en su informe, y en algún caso hipotético podría permitir que un funcionario venal embolsara directamente los fondos secretos. Para no hablar de jugadas políticas corruptas como el eventual soborno a los senadores, una sospecha que anidó en las mentes de varios funcionarios administrativos y judiciales del país y del extranjero, como el decisivo subsecretario para Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado norteamericano, Peter Romero, quien �el martes 17 de octubre� declaró al diario La Nación que era imprescindible llegar a fondo en el tema de las presuntas coimas del Senado.
Después de leer la declaración de Romero, De la Rúa se comunicó telefónicamente con Bielsa y le solicitó que redactara un informe donde se demostrara que el presunto soborno no había salido de la SIDE ni de otras tres dependencias: el Ministerio de Salud, el Ministerio de Trabajo y la Lotería Nacional. El Síndico le dijo entonces: �Urge que hable con usted personalmente� y el presidente lo convocó a la Rosada, donde se vieron poco antes de la célebre cena entre el primer magistrado y el ex vicepresidente Alvarez.
Antes de apersonarse en la Casa de Gobierno, adonde llegó alrededor de las veinte horas, Bielsa se comunicó urgente con Chacho, que es su amigo y jefe partidario, y le pidió verlo con urgencia. En la entrevista le explicó por primera vez el mecanismo de las cuentas públicas de la SIDE y el control (y descontrol) que podía realizarse respecto de ellas. En un reportaje concedido a la revista Veintitrés, Bielsa no sólo subrayó este dato (que Chacho recién se enteró el mismo día en que fue a cenar con el Presidente) sino que fue más lejos: �Le mostré a De Santibañes uno por uno todos los documentos que me fueron llegando. Y a Chacho no�. Una forma indirecta de replicar al ex señor Cinco que lo acusa ante la Justicia de haber violado secretos de Estado y sugiere que la denuncia fue una �operación� armada por Chacho con el titular de la Sigen.
¿A qué aludía el Síndico con los �documentos que me iban llegando�? A una montaña de anónimos que lo ponían al tanto sobre reales o falsas maniobras con los fondos reservados presuntamente perpetradas por el banquero amigo del Presidente.
Ultimamente circulan muchos anónimos, uno que llegó a conocimiento de este cronista hace hincapié en una curiosa coincidencia: la SIDE gastará este año 30 millones de dólares de pesos más de los que le fijaba el Presupuesto 2000, guarismo que coincide con el atribuido a un presunto decreto secreto (que habrían firmado en mayo último De la Rúa, Federico Storani y José Luis Machinea, pero no el entonces jefe de gabinete Rodolfo Terragno), por el cual se habría asignado esa cuantiosa suma a la Secretaría para �estímulos legislativos�.
Como se sabe, Bielsa llevó su informe al Presidente el miércoles 18 y mantuvieron una extensa charla, que abundó en detalles contables que no constan en el documento. Al término, el Síndico informó al primer magistrado que pensaba ir esa misma tarde a la Oficina Anti Corrupción a formalizar su denuncia y De la Rúa lo alentó diciéndole que había que �llegar al hueso�.
El hueso fue la última gota que colmó el vaso de Santibañes, que renunció y fue reemplazado por Carlos Becerra. Pero Bielsa no tuvo muchos motivos para festejar lo que aparecía como su triunfo. El mismo miércoles, su hermano Marcelo lo llamó angustiado para decirle que alguien habíallamado a la madre de ambos y le había anunciado que Rafael se había �matado en un accidente automovilístico�. Luego le llegó por fax a su domicilio particular el mismo anónimo de cuatro hojas que desembarcó en el mail de este cronista, titulado: �Cómo llegará el Frepaso a la gobernación de Santa Fe�. Con un copete que dice textualmente: �Hay un plan en plena ejecución, para adueñarse de la provincia de Santa Fe. Comprende a medios de comunicación, políticos, funcionarios y una vieja organización armada: Montoneros. La bandera será la del Frepaso, el candidato Rafael Bielsa�.
Un ataque con el sello grosero de �los servicios� que no debe preocupar tanto al jurista como las señales adversas que le llegan de la Casa Rosada: El Presidente no lo ha vuelto a llamar. En vez de indignarse con Santibañes por la denuncia de la Sigen, le habría reescrito la renuncia al amigo, borrando varias excentricidades y dejando una sola frase original acerca de las cosas extrañas que tiene la política. De postre le pidió a Carlos Becerra, cuando aún era secretario general, que investigara a los investigadores; es decir a la Sindicatura.
Hay un final abierto, sin duda, que obligará a profundizar esa denuncia y ciertos hechos poco conocidos que se produjeron en este mes que concluye.
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