Por Darío Pignotti
Desde San Pablo
�Ser radicalmente republicanos.� Ese es el imperativo del Partido de los Trabajadores (PT) en opinión de su secretario de Relaciones Internacionales, Marco Aurelio García. Luego de la obtener en San Pablo �la mayor victoria electoral en 20 años�, García considera que el PT se ha ratificado como �la mayor fuerza de una izquierda en América latina�. En la sede nacional del partido, en el centro de San Pablo, el optimismo era contenido, ya que �todavía debemos ganar el ballottage�. Allí recuerdan otras victorias que parecían seguras y acabaron en derrota, como la de Lula en las presidenciales de 1994. �Con Marta Suplicy no puede ocurrir lo mismo.� García es profesor de historia en la Universidad de Campinas e inspirador de algunas de las líneas maestras de �este PT maduro�. Durante una conversación con Página/12, enfatizó que �hay que dar el gran salto para que la izquierda gane las presidenciales del 2002�.
�¿Es por eso que el PT se aggiornó?
�No hubo ningún aggiornamiento, eso dice la derecha. Los cambios vienen de 1985, cuando salimos del partido movimientista y optamos por la correlación de fuerzas en la sociedad en lugar del insurreccionalismo.
�¿Eso incluye procurar el voto de la derecha?
�Nadie va a negociar programa de gobierno con la derecha. Se trata de haber aprendido con otras experiencias electorales de segunda vuelta. En 1989, si hubiéramos aceptado el respaldo de Ulisses Guimaraes (líder democrático centrista) podríamos haber vencido a Collor de Mello, pero éramos un equipo amateur con un gran centroforward como Lula. Eramos Camerún jugando la final del mundo. Aprendimos que debemos combinar fortaleza estratégica con flexibilidad táctica para construir otro poder.
�¿Cómo se construye otro poder en un gobierno municipal?
�El fundamento filosófico político del PT es constituir un verdadero espacio público, algo que no ha existido nunca en Brasil, para permitir expresiones más fuertes desde la sociedad.
�¿Pero cuáles son las políticas concretas de esa aspiración?
�El presupuesto participativo, que es, como concepto, el control del Estado por la sociedad. En el actual cuadro brasileño es una herramienta de combate a la corrupción y transparencia del Estado. En intendencias como la de Porto Alegre, que ahora seguramente ganaremos por cuarta vez, hemos conseguido que la población tome parte en la definición de prioridades de gastos y en control de su ejecución. Eso se ha mostrado como un fortísimo instrumento democratizador.
�¿Democracia representativa o democracia directa?
�La idea es radicalizar la democracia con democracia política, democracia social y recuperando instituciones degradadas. La democracia representativa fue distorsionada en Brasil a través de la hipertrofia del Ejecutivo, la degradación de la Constitución y la privatización pública.
�Marta Suplicy no habla de presupuesto participativo.
�En San Pablo la aplicación del presupuesto participativo no será inmediata, deberá darse algunos pasos hasta contar con condiciones como las de Porto Alegre. Para ese tipo de participación se necesita una fuerte cultura política de izquierda como es la de Porto Alegre, que en ese sentido está más cerca de Montevideo que de San Pablo.
�¿Dan la bienvenida al apoyo de algunos empresarios a Marta Suplicy?
�No se le debe dar mucha importancia. En el �94, cuando Lula iba al frente, los empresarios estaban a nuestros pies. Son muy pragmáticos. Son una burguesía protonacional, que no es capaz de comprometerse con los valores de la construcción de una nación. No les pido que dejen de ser capitalistas sino que sean como la burguesía brasileña de los �60. �¿Pero ha enviado señales el PT hacia los empresarios?
�Si llegamos al gobierno, una parte del empresariado sabrá que nosotros seremos quienes más hicimos por ellos, y lo mismo, por supuesto, por los trabajadores. El modelo neoliberal de Cardoso se desentendió de muchos empresarios.
�¿Brasil precisa más o menos capitalismo?
�Allí está la cosa. Creo que se necesitan reformas capitalistas como son las políticas de distribución. Pero el capitalismo no soporta esas reformas. Antes se hablaba de �socialismo realmente existente�; yo digo que actualmente hay un �capitalismo realmente existente�, que no admite estas transformaciones pese a que son capitalistas. Este capitalismo no admite un reformismo fuerte.
�¿Qué tipo de gobierno sería el del PT?
�Sería un gobierno de izquierda pero con acuerdos con el centro. Nosotros vemos interesante el diseño político de la Alianza argentina o la Concertación chilena. El problema brasileño es que no tenemos un centro político democrático como es la UCR o la DC chilena donde, sin coincidir en todo, se puede dialogar con cuadros serios. En 1994 intentamos hacer algo así con el partido de Cardoso y fracasamos.
�¿Su relación con Cardoso no tiene salvación?
�En enero del �91 conversamos con Cardoso para formar una frente antiCollor, él aceptó y a la semana estaba conversando con Collor. El horizonte de Cardoso siempre fue ser presidente de cualquier forma, sin respetar nada. Cardoso tuvo la gran oportunidad de hacer un gobierno de centroizquierda, pero todas sus inclinaciones fueron hacia la derecha. Y hay un trazo de personalidad en todo esto: el presidente es un señor muy vanidoso y seducido por el neoliberalismo.
�¿Quién será el candidato del PT en las presidenciales del 2002?
�Si Lula no hubiera sido candidato en el �98, ahora él sería imbatible. Pero el hecho de haber perdido tres elecciones tiene una influencia desfavorable. Pero hoy el mejor candidato sigue siendo Lula.
�¿Ningún otro?
�No hay un candidato biónico. Hoy no hay nadie cantado en el PT, pero tampoco en las filas del oficialismo.
�¿Es prematuro hablar de Marta Suplicy?
�Marta sería presidenciable de aquí a cuatro años, ahora no creo.
�¿Cuáles son las perspectivas de la izquierda en Latinoamérica?
�El futuro será lo que seamos capaces de hacer. América latina ha quedado desfasada del desarrollo capitalista del Norte: somos el lado subdesarrollado, perverso, dependiente, excluyente del capitalismo. Entonces hay una izquierda con mucha vitalidad. El PRD mexicano reaparecerá en México con el liderazgo de Cárdenas y Manuel López Obrador, el Frente Amplio uruguayo es muy sólido, también es importante lo de la Concertación chilena y, a pesar de la difícil coyuntura, es interesante el proceso de la Alianza en la Argentina.
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