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ENTREVISTA A NICOLAS REPETTO
�No me gusta un país que empareja para abajo�

Su anunciada partida a Canal 13 revolucionó el ambiente de la televisión: �Sábado bus� es el programa de mayor rating de la televisión argentina. En esta nota, el único ganador de dos Martín Fierro de Oro cuenta por qué se va de Telefé, el canal que es líder absoluto de las mediciones, al que recomienda que intente retener a su amigo, Marcelo Tinelli. También habla de la Alianza, Sofovich, sus años como periodista durante la dictadura y el episodio con Iván Noble.

Nico suele enviar dardos envenenados al periodismo, en �Sábado bus�. �Me jode la mala leche y entonces soy un poco leche hervida. Intentaré mejorar�, dice.

Por Carlos Polimeni

t.gif (862 bytes) El Repetto que viene no sabe que la hermana que lo espera juega a tirar lejos una pelota de papel, reclamando atención paterna, a mitad de una tarde de trabajo. El Repetto que viene se llama Francisco y está en la panza de mamá, Florencia Raggi, que se demora conversando con uno de los compañeros de trabajo de papá Nicolás. La pelota con que Renata se empeña terminará olvidada un rato más tarde, pero ahora que vienen las fotos, ella quiere upa y besos. Todo huele a calma y familiaridad en el bunker de San Isidro en que durante toda la semana se prepara el programa más visto, semana a semana, de la televisión argentina, �Sábado bus�. Nico está distendido, en su oficina del fondo, pero siempre parece haber un felino agazapado detrás de su calma. Un perro enorme ��es el editor del Macho bus�, bromea un asistente� husmea las oficinas de este ex stud de San Isidro, reciclado a full, que parece una antigua casa colonial española.
La mayoría de las 40 personas que trabajan en el lugar parecen haberse puesto de acuerdo para vestirse de blanco. Blancas, también, son las paredes. La veintena de chicas casi perfectas que cada sábado bailan en el programa no reportan aquí, pero son parte del staff. Nico, al que las notas le gustan menos que más, mide sus palabras, a la hora de las respuestas: está en el brete de tener que hablar de su futuro en Canal 13 cuando le restan aún dos meses de contrato con Telefé. 
En un mundo ideal, el pase del año en el mercado televisivo habría sido difundido cuando resultara políticamente más correcto, pero se sabe, éste no es un mundo ideal. Nico saltó de Telefé a Canal 13 en una maniobra concebida como un punch. Cuando el gerente artístico de Telefé, Claudio Villarruel, se enteró, ya no había vuelta atrás posible. Nico no usó la oferta del canal para el que ganó su primer Martín Fierro de Oro en 1992 para negociar un mejor contrato con aquel para el que ganó el segundo, el año pasado. Simplemente, se fue. Le comunicó a Villarruel la novedad justo antes de que su futuro nuevo holding comenzara a difundirla con sus modos.
�La verdad es que a mí no me interesan tanto los canales como mi programa�, dice sobre el cambio de camiseta y su actitud ante los nuevos patrones. �Para arrancar en marzo en el 13 había que empezar a negociar un montón de cosas con gente que en enero y febrero está inhallable, y entonces empezó el run run. Por eso, me pareció finalmente bueno que lo anunciáramos y que yo pudiese seguir trabajando con entusiasmo y dedicación los meses que me faltan en Telefé�, agrega pensando muy bien la ecuación. Un segundo antes, ha admitido que es posible que su discurso suena como descafeinado. Hace una pausa, entonces pensando la idea y agrega: �De todas maneras, no es cómodo�.
En su sorprendente decisión no estuvieron para nada ausente los problemas económicos que signaron la llegada de Telefónica de España al control del canal, cuando la productora de Repetto empezó a recibir una larga serie de dilaciones a la hora de acreditación de los pagos. Nico, que entonces estaba que ardía, encuentra hoy lógico que un cambio de mando en el canal haya derivado en una serie de malentendidos, o de procesos burocráticos tomados como norma. 
�Nosotros tenemos que entender que es como si Telefé se hubiese estatizado, pero no por parte del Estado argentino sino para ser manejado por una empresa cuyos hombres principales no conocemos y que, además, atienden en España, con el océano de por medio.� Cuando dice nosotros parece obvio que habla también en nombre de Marcelo Tinelli, con quien varias veces compartió cuitas, diagnósticos y suposiciones. El hijo varón de Tinelli también se llama Francisco. �Nosotros estábamos acostumbrados a un trato más personalizado de las relaciones�, reflexiona, sin nombrar a Gustavo Yanquelevich, ex hombre fuerte del canal. Repetto supone que Telefé debería hacer todo lo posible para retener a Tinelli, que parece más decidido que nunca a cambiar de aire, sobre todo luego de que Antena 3, de España, también propiedad de Telefónica, ningunease las versiones de �Fugitivos� y �Videomatch�, que terminaron levantadas la semana pasada luego de un cruce de recriminaciones mutuas. Tinelli y Repetto han sido los reyes del rating en los dos últimos años, figuras claves en el esquema por el cual el canal retiene el liderazgo absoluto en las mediciones. �El canal tiene una pantalla que a mí me sigue superinteresando�, dice ahora, sin hablar ya en plural. �De hecho yo dejaré al irme al 13 un programa, �Un, dos tres, out�, que es fruto de una tarea de mi productora que aspiro a mantener funcionado.� 
�En este marco, la pregunta del millón sería: ¿por qué, jugando en Boca y siendo campeón, te vas a River, que viene segundo?
�A lo mejor es una respuesta descafeinada que no te gusta, pero es con la que me tengo que mover, porque éste no es un tema que pueda ser hablado abiertamente, en público. Es como una interna de mi negocio con los canales de televisión que no es la parte que me parece que tengamos que contarle a la gente.
�¿Por qué es la interna de la plata, que en televisión es mucha?
�No necesariamente, no necesariamente. Pero si tuviéramos que reducir todo a una respuesta, tal vez sería ésta: me voy porque me pagan más y mejor
�¿Más y más a tiempo?
�Más y más a tiempo. Pero también sería injusto que yo deje a la gente con esa sensación. Si bien hubo un problema económico fuerte con Telefé a mediados de año, desde que se solucionó no hubo más inconvenientes. No quiero ser desagradecido con un canal que me dio la oportunidad de volver a la pantalla después de �Nico (R)�, un producto que no había funcionado, con un programa como a mí se me ocurrió, en el día en que a mí se me ocurrió. No es mi manera de ser en la vida, contar todo, porque soy una figura pública. Tengo límites. 
�En cámara, este año has lucido varias veces molesto por lo que serían ciertas intromisiones a territorios que considerás privados.
�La verdad es que en estos dos años he hecho repetidos esfuerzos por no enojarme con una clase de periodismo con el que no estoy de acuerdo, conociéndolo por dentro, e incluso aceptando a regañadientes su lógica..., pero me falla el carácter. Me jode la mala leche y entonces soy un poco leche hervida. Intentaré mejorar. De todas maneras, lo digo desde adentro. Yo no soy un actor que llegó a conducir televisión, soy un periodista que se fue transformando en animador.
Repetto, en efecto, entró al mundo de la comunicación trabajando en la revista Gente, en los primeros años de la dictadura militar 1976-1983, cuando Chiche Gelblung era jefe de redacción. Nico estaba casado con la hija del hombre fuerte de la revista, Carlos Fontanarrosa, para el que incluso actuaba como una especie de chofer. �Cuando tenía el casete absolutamente virgen, creo que me grabaron unas canciones unos músicos interesantes�, dice aludiendo a su formación en las redacciones. Después, trabajó en Perfil, en revistas como VSD, Salimos o La Semana. Durante la guerra por Malvinas, dice, fue uno más de los estafados por un impulso colectivo bélico, que se topó rápidamente con la realidad. Escribió una nota encendida, entre otras, que expresaba un sentimiento nacionalista a ultranza. �Si hoy la leo, seguro que me agarro la cabeza y digo ¿qué tenía en la cabeza? Era demasiado joven, demasiado sensible, demasiado impulsivo.� Nico dice que durante en la dictadura �jamás� supo �nada� del horror de lo que verdad ocurría, pese al ámbito en que trabajaba. �Cuando la revista Para Ti hacía la campaña �Los argentinos somos derechos y humanos�, ¿quién sabía de verdad lo que los milicos estaban haciendo?�, se pregunta, aunque el tema no le gusta nada, sobre todo cuando se le repregunta. Más tarde dirá que no entiende a quienes a veces increpan alos periodistas que trabajaban en los noticiosos televisivos durante �los años de los milicos� considerándolos invariablemente cómplices. �¿Ustedes qué hubiesen hecho, pibes? Yo no sabía lo de la ESMA, durante el Proceso. Trabajaba en las redacciones y no sabía de las barbaridades que hacían estos tipos, lo juro�, subraya.
En televisión, antes de �Semanario Insólito� y �La noticia rebelde�, comenzó como che pibe de la producción en �Polémica en el fútbol�, otro producto de su futuro ex suegro. No cree que las cosas hayan cambiado tanto, en cuanto a cómo se hacen programas, desde entonces hasta ahora.
�En televisión las comidas son más o menos las mismas siempre: lo que va cambiando es la presentación de los platos, los aderezos. Es difícil inventar algo nuevo.� Para Nico sus fracasos laborales son relativos. Dice que �Loft� fue considerado así porque tenía su firma, que para cualquier otro hubiese sido un éxito. Dice que si fue un fracaso seguramente se debe a que adelantaba. Más tarde, se le escapará que por entonces, antes de Florencia e instalado en Miami, atravesaba un momento personal que preferiría olvidar. Entonces, llegó a pagarle 300 mil dólares por una nota a Sharon Stone, siguiendo la costumbre de los talk shows estadounidenses.
Hoy, dice, pierde invitados posibles a �Sábado bus�, como novias de ex presidentes, figuras internacionales que van a otros programas del canal, y futbolistas de todo calibre, por negarse a abonarles cachets. Le parece impropio.
�¿No te parece impropio regalar un auto por programa en un país con tanta gente en problemas económicos?
�Nosotros empezamos a regalar el auto al ganador del juego del corchito al tercer o cuarto programa. Pensamos en lo que vos planteás. Yo respeto al que piensa así. Pero pienso que no sortear un auto porque hay gente que está pasándola fulero es emparejar para abajo. Y no me gusta un país que empareja para abajo. No me parece que a la gente pobre deba molestarle que haya otros que estén bien, porque un país sin gente que esté bien no avanza. Si yo pago 50 mil dólares por año de impuestos de mi auto, en lugar de 5 mil, se supone que le entran al Estado 45 mil dólares que deberían volver a la gente. Si vivo en una casa en que trabajan piletero, jardinero, pintores, en lugar de tener la plata encanutada en Suiza, creo que contribuyo con mi país. Si yo tuviese culpa y fingiese vivir mal para que no se notara que me va bien, no sólo sería tarado, sino hipócrita. El problema es que acá hay muchos hipócritas. Lo mejor que le puede pasar a este país es que aquellos que nos va bien generemos puestos de trabajo. La riqueza trae riqueza y la miseria trae miseria. Si todos tenemos el complejo de que no podemos tener tal o cual cosa porque hay otra gente que no tiene, yo preguntaría ¿por qué no te quemás los ojos, si hay gente que no ve? Por eso este mensaje letal de la Alianza me tiene preocupado.
�¿Cuál sería el mensaje letal de la Alianza?
�El mensaje es: es preferible vender un avión lujoso y perder plata que conservarlo. Eso es ridículo, es intentar hacer un símbolo de aquello que es simplemente un objeto útil. Con el agravante de que después ni siquiera lo vendieron, con lo cual ese gesto concluyó siendo una paja. ¿Vos pensás que en los países en serio están pensando cómo le reducen la casa al presidente, o vendiéndole el avión? Eso es una estupidez. Primero, porque en los números reales de los gastos del Estado las cifras de un avión son una broma. Y segundo porque dicen que eso tenía un nivel simbólico importante, y vuelvo a pensar que nos toman el pelo. Los símbolos son otros: el trabajo, la honestidad, la decencia.
�¿Vos creés que podrías dejar de regalar el auto, teniendo en cuenta que usualmente es el momento de mayor rating, y de mayor encendido, del programa?
�Sí, podría, pero me gusta, y creo que estará ahí mientras el programa existe. Hay tres momentos totalmente livianos del programa, que a mí me gustan mucho. Uno es el final de los corchitos, otro el saracatunga y la tarantela y el tercero, la entrada ampulosa de la comida. Le hacen bien al programa y, creo, a la gente que lo mira.
Nico dice que hay ganadores del auto, entre ellos un animador, que le agradecieron porque el dinero los ayudaba a salir de situaciones apremiantes. Dice que es un pragmático a ultranza. Dice que a veces no le gustan demasiado los modos de las modelos que van en �Grandes bellezas nacionales�. Dice que en las entrevistas está obligado a no hacer preguntas agresivas, porque su papel es el de un anfitrión. Dice que cree que el periodismo no reflejó la calidad de su reportaje al ex presidente Carlos Menem. Dice que apenas termina el programa lo ve grabado y que a veces le encanta y otras encuentra errores. Dice que le gustaría invitar a Diego Armando Maradona, pero que tiene una interna antigua que no cree prudente reflotar. Dice que cuando Pappo agredió al Dj Deró se sintió molesto y le pidió que bajara un cambio, que no se fuera de mambo (�Me encanta Pappo, pero le dijo que era una pelea desigual, que agredía a alguien que no tenía sus mismas armas�.) Dice que le parece que Gerardo Sofovich cabe en su mesa y que no está tan convencido de que sean ciertas todas las cosas que de él se dicen, aunque tampoco ponga las manos en el fuego. �Cuando yo trabajaba en ATC durante el gobierno de Alfonsín, también se afanaron un piano de cola que estaba en un pasillo. ¡Mirá que hay que afanarse un piano de cola de un canal, eh!� Dice que invitaría sin problemas a María Julia Alsogaray, que la parece un personaje fascinante. Que llevaría a Alderete a la televisión, porque le parece que sería una buena nota. Que no hay trampa alguna en el bolillero del final, pese a las coincidencias. Dice que cuando Iván Noble brindó en su mesa por �un cáncer en los huevos para los Galtieri, para los Massera, para los Videla y los Olivera� vivió un momento personal fuerte.
�¿Vos sabías que Noble iba a brindar repitiendo la letra de un tema que escribió luego de ver un brindis en �Sábado bus�?
�No tenía la menor idea. No sabía lo del tema. Quiero recalcar esto: me parece bien que un tipo, que es un artista, tome esa posición, que escriba un tema, que haga un brindis. No me puedo sumar, en televisión, a un brindis por un cáncer en los huevos para nadie.
�Sin embargo, avalaste, y repetiste, la calificación moral de hijos de puta para esos tipos, e incluso quisiste que los medios prestaran atención al asunto.
�Son cosas diferentes. Yo puedo desear que los metan en cana, o puedo pensar hasta en una pena de muerte para ciertos tipos. Quiero decir: vos viste recién a mi hijita acá. Si alguien le hace algo, yo busco hasta venganza por mano propia contra el responsable. Pero de ahí a brindar en una mesa, en frío, por el cáncer, me parece que es excesivo. A veces pienso que no es un tema sobre el que haya que decir tanto ahora ¿no? Que es remanido. Que cada argentino sabe quién fue quién en esos años.
Repetto supone que �Sábado bus� no tiene una vida asegurada por siempre. �Hoy, no creo que dure ni tres años más�, expone. Al hombre que casi todas las semanas del año ha encabezado el top del rating le gustan las tiras de Pol-ka, aunque no se considera público de tiras, el esfuerzo de Sebastián Boresztein en �Tiempo final� y algunos momentos de �Medios locos�, donde trabaja su amigo Adolfo Castelo. Algunas veces ve �Día D�, pero se aburre: �Lo político me agota y no me calienta: no creo que sea especialmente fascinante el tema del precio de la casa del juez Liporaci, porque en el fondo no creo que el problema sea eso�. Dice que ningún holding puede hacer un éxito de un fracaso. Que siempre tiene en cuenta que está haciendo un programa que en algún lugar de la ciudad ve una señora como Nina, la madre de su productor y amigo Pablo Codevilla, pero que va a ser juzgado tal vez por �un pibe de cibercafé�. Le llama la atención que haya una crítica que se precie de progresista en lo político, pero insista en ser impiadosa con los programas masivos y se muera por algunos que ve una porción pequeña de gente. Admite que su visión es, también, la de alguien que comercia con su talento artístico.
Ahora, que ha pasado una hora y media de nota y se relaja hablando de los hijos y de la posibilidad de ser abuelo a corto plazo, considera que debe ser una virtud haber disfrutado tanto de tener un Citroën como un auto que paga tantos impuestos por año que cree necesario mencionar la cifra. Confiesa que, si encontrara alguien que hiciera tan bien su trabajo en cámaras como él mismo, no dudaría en dar un paso al costado y manejar todo sin tanta exposición. En un domingo ideal, esta nota debería ser leída antes por Florencia, que hasta ahora está con la panza en otra parte. �Ella es una big fan de Página/12, la mayor que conozco�, dice con su gesto de Dorian Gray.

 

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