Por
Fernando Cibeira
La
situación interna del Frepaso mantiene un pronóstico reservado,
con tendencia inestable. El ex vicepresidente Carlos Chacho
Alvarez sostuvo ayer que su intención de tomar distancia de su
partido y encabezar un movimiento social en contra de la corrupción
no debiera ser cuestionada. Alvarez salió así
al cruce del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien
en un reportaje a Página/12, mostró sus diferencias con
la iniciativa chachista. No admito la imposibilidad de reconciliar
la ética con la política, había advertido Ibarra.
El entredicho pone por primera vez sobre la superficie la inquietud de
algunos dirigentes del Frepaso, que no terminan de comprender el alcance
de la nueva actitud de Alvarez.
Tanto Ibarra como Chacho se preocuparon en medir cada una de las palabras
que aportaron sobre el tema. Y toda vez que dijeron algo que sabían
que tendría repercusiones extra, buscaron bajarle el tono con un
agregado más conciliador, cuestión de no romper los puentes.
Siempre he peleado por una mejor política y para incidir
en la realidad hay que hacerlo en la política partidaria,
fue la respuesta diferenciadora del jefe de Gobierno de la ciudad cuando
se le preguntó si se sumaría a la iniciativa de Chacho.
Igual aseguró que compartía con su jefe político
el diagnóstico acerca de que se debían darle canales de
participación a la sociedad. Pero yo no admito la imposibilidad
de reconciliar la ética con la política, se posicionó
Ibarra.
La postura de Ibarra tiene que ver con la incertidumbre que causó
en las filas partidarias la decisión de Alvarez de no opinar más
sobre el día a día de la política y,
sobre todo, colocar en el freezer su cargo de presidente del Frepaso.
Todo para dedicarse a full a la creación del Movimiento de Participación
Ciudadana una iniciativa que califica de apartidaria que planea
lanzar a fines de noviembre.
Alvarez quiso salir a responderle, rompiendo la norma de silencio que
viene tratando de autoimponerse. La idea de abrir los canales de
participación de la gente no debiera ser cuestionada, porque no
es una política en desmedro de la otra, respondió
ayer cuando lo consultaron por las opiniones de Ibarra, en diálogo
con las radios Del Plata y América. No se trata de restar,
se trata de sumar. Por eso yo coincido con las opiniones de Aníbal.
Hay que hacer un trabajo de mejoramiento de los partidos como herramienta
político-electoral y no es antagónico abrir nuevos canales
de participación, subrayó.
El ex vice sabe que dentro de su partido hay dirigentes inquietos con
su actitud, en apariencia prescindente sobre el futuro inmediato del Frepaso.
Hay una expectativa lógica por saber hasta dónde va
a llevar Chacho esa postura, explicaba ayer un dirigente frepasista
con cargo en el gobierno nacional. La expectativa crece porque en sus
opiniones Alvarez no hace una gran distinción entre su partido
y el resto. Hay una crisis partidaria muy importante. En nuestra
fuerza política, el Frepaso tendrá que haber una decisión
acerca de cómo se mejora el tema partido, anticipó.
Cerca de Chacho sostenían que quienes tienen oportunidad de conversar
con el vice salen más tranquilos, que no está tan borrado
como parecería desde afuera. Por eso me sorprende lo de Aníbal,
añadía un legislador frepasista que conversó el viernes
pasado, por separado, con Alvarez e Ibarra. Aníbal me dijo
que veía la iniciativa de Chacho totalmente compatible con nuestra
línea partidaria, añadió.
La diferencia puede tener que ver con la responsabilidad que tiene sobre
sus hombros Ibarra, a cargo del distrito más importante que debe
gestionar el Frepaso. En los días posteriores a la renuncia a la
vicepresidencia, cuando Chacho anticipó que también tomaría
distancia del Frepaso, algunos de los colaboradores de Ibarra le acercaron
la idea de anticiparse a los hechos y romper la coalición, a la
que ya consideraban una cáscara vacía. En su
lugar, proponían asegurar la gobernabilidad de la ciudad con la
formación del llamado partido transversal con otros
dirigentes condiscurso anticorrupción, como Gustavo Beliz. Pero
Ibarra rechazó la idea y dijo que su respuesta a la crisis sería
con más Alianza. Por eso lo molesta cada vez que Alvarez
se entusiasma hablando de su nueva criatura, prescindente del Frepaso,
por no hablar de la Alianza.
No se trata de discutir en pro o en contra, insistió
ayer el ex vicepresidente. Se trata de aceptar la idea de que se
aliente la participación de la ciudadanía para que tengamos
una democracia más representativa, más real, más
plena. Y no es en contradicción con la existencia de los partidos,
sino que, al contrario, es para ampliar los canales de participación,
agregó. Hoy Chacho viajará a La Pampa para sembrar allí
la semilla movimientista. En tanto, en su ¿antiguo?
partido hay quienes confiesan que les gustaría tener alguna idea
más aproximada sobre sus pasos futuros para definir algunas cuestiones
como, por ejemplo, en qué listas irán los candidatos frepasistas
en las próximas elecciones.
Pensamiento
vivo
Carlos
Chacho Alvarez no sólo le contestó ayer
a Aníbal Ibarra. Chacho, que hoy viajará a La Pampa
en el marco del lanzamiento de su Movimiento de Participación
Ciudadana, también se refirió a los siguientes temas:
Cavallo: Creo que es inviable la presencia de Cavallo
en el Gobierno. El radicalismo y el Frepaso son totalmente reacios
a la misma y, si ello sucediera, sería suma cero. Lo que puede
agregar Cavallo otorgando cierta confianza externa o favoreciendo
algunas inversiones se pierde por la crisis política que generaría.
Alianza: No hay que hacer especulaciones de quién
entra o quién sale. Hay que dedicarse a gobernar. Hacer esas
especulaciones no ayuda. La gente no está discutiendo en torno
a esas cuestiones, sino que quiere que la gestión avance, que
se fortalezca la figura del Presidente y que empiece a mejorar la
situación económica que es lo que esperan los ciudadanos.
Machinea: Yo no puedo hablar de Machinea, independientemente
de lo que diga el Presidente de él. No voy a plantear si estoy
o no conforme, hay que dejar gobernar para salir de la recesión
económica.
Economía: Las últimas medidas económicas
muestran un cambio de enfoque. Con una apuesta mucho más fuerte
a las inversiones, a las exportaciones y al crecimiento. Y si esas
medidas están cruzadas por el debate si el ministro de Economía
sigue o no, van a perder efecto. Los inversores lo que quieren es
justamente una situación de mucha tranquilidad y no un debate
sobre la fortaleza o el cambio de ministro de Economía porque
eso termina debilitando las señales económicas.
Senado: La batalla por el Senado está ganada.
Hay ahora una transición. Hay que seguir esta batalla pero
hay que hacerla desde la propia sociedad. El diagnóstico sobre
el modo en que funciona el Senado la sociedad ya lo tiene claro. Dos
tercios de la batalla están absolutamente ganados porque jamás
la sociedad va a recuperar la confianza en los que protagonizaron
ese Senado. Es sólo cuestión de tiempo para mostrar
cómo se construye una nueva institución. |
|