Por
Santiago Rodríguez
Nadie
lo admite públicamente, pero la posibilidad de que Fernando de
la Rúa decida finalmente sumar a Domingo Cavallo a su gestión
tiene en vilo a los aliancistas que gobiernan la ciudad de Buenos Aires.
Aníbal Ibarra ha dado muestras de su determinación de apostar
a la continuidad de la Alianza en el distrito, aunque aquellos que le
manejan el día a día de su estrategia política advierten
que el Frepaso romperá con los radicales si el ex ministro de Economía
de Carlos Menem se incorpora al Gobierno y dudan de que la coalición
pueda sostenerse a nivel local. El radicalismo se divide entre los más
cercanos a De la Rúa, que advierten que llegado el caso la convocatoria
a Cavallo puede ser de utilidad y no necesariamente entorpecería
la marcha de la sociedad con los frepasistas, y quienes consideran que
esa alternativa sería para la Alianza y para la misma UCR tanto
o más catastrófica que los cambios de gabinete que terminaron
con la renuncia de Carlos Chacho Alvarez a la vicepresidencia.
Las especulaciones sobre los escenarios que abriría la incorporación
de Cavallo a la administración aliancista ya son moneda corriente
en los principales despachos porteños. La sensación de que
el ex ministro está más cerca del Gobierno que de continuar
en la oposición quedó instalada después de su reunión
con el ministro de Economía, José Luis Machinea, y sobre
todo de la que mantuvo con el ex presidente Raúl Alfonsín.
Se está armando el escenario como para sumarlo al Gobierno
y con la reunión con Alfonsín daría la impresión
de que empezaron a tragarse el sapito, confió a Página/12
uno de los frepasistas que Ibarra más escucha a la hora de las
evaluaciones políticas. El hecho de que se presente el acercamiento
al ex ministro menemista como garantía para la aprobación
del Presupuesto 2001 cuando el problema no es en Diputados, sino en el
Senado agiganta las sospechas que un radical porteño con
buena llegada a De la Rúa confirmó a este diario: Alfonsín
preparó el terreno y su foto con Cavallo fue muy fuerte. Por ahora
no hay nada inminente; habrá que ver cómo evolucionan los
mercados.
Si en el Gobierno está (Ricardo) López Murphy, que
encima tiene posiciones promilitares, valerse del apoyo de Cavallo como
un colchón para los embates de la derecha a las medidas económicas
no está mal. Pero una cosa es un acuerdo para facilitar la gobernabilidad
y otra es sumarlo a la gestión, advirtió otro operador
frepasista.
Ibarra tiene la convicción de que es necesario mantener la Alianza
en la ciudad. Quienes lo rodean, sin embargo, no se atreven a realizar
pronósticos sobre el destino de la coalición en el plano
local porque están seguros de que el Frepaso no se va a bancar
lo de Cavallo. Si se lo hubiera incorporado hace un par de semanas,
con la renuncia de Chacho en caliente, íbamos directo a una transversalidad
interesante. Ahora el panorama es otro y mucho dependerá de la
forma en que impacte el tema entre los radicales. Un escenario posible
que se plantean los colaboradores del jefe de Gobierno porteño
es sumar a algunos peronistas que andan sueltos y conservar
la sociedad con los sectores del radicalismo que no acompañen un
eventual matrimonio entre de De la Rúa y Cavallo.
Los delarruistas tienen otra percepción de los hechos. Chacho
es muy cavallista y Aníbal ha dado muestras de su racionalidad,
opinan. Y sobre la posibilidad de fuga de sus correligionarios de otras
líneas internas son terminantes: La UCR está tan confundida
que una mancha más al tigre no le hará nada. Al grueso le
caerá mal una convocatoria a Cavallo, pero los radicales votaron
la rebaja de impuestos y terminaron convalidando la rebaja de salarios.
En el actual estado de tensión sumarlo a Cavallo no sólo
sería una catástrofe para la Alianza, sino también
para la misma UCR. Y ojo que elpaís es una cosa y la ciudad otra,
aclaró un radical no alineado en el sector oficialista del partido.
La reciente designación de Jorge Enríquez como vicepresidente
primero de la Legislatura porteña da cierto crédito a sus
palabras: De la Rúa tuvo que intervenir personalmente para asegurar
su nombramiento y aun así no logró todo lo que pretendía.
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