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ALIMENTO BASICO PARA FAMILIAS CARENCIADAS DE CHACO
Paloma, un plato para pobres

En Santa Sylvina, un pueblo diezmado por la desocupación, unas 30 familias humildes se alimentan con esas aves, que son una plaga.

Por Carlos Rodríguez

t.gif (862 bytes)  Unas treinta familias pobres que viven en la localidad chaqueña de Santa Sylvina contribuyen en forma dramática a mantener el equilibrio ecológico: su alimento básico es la carne de paloma, ave considerada en el mundo como símbolo de paz y que en la zona ha devenido en plaga, ya que son más de cinco millones los ejemplares que andan volando bajito, con probabilidades de convertirse en guiso. En diálogo con Página/12, el joven intendente de Santa Sylvina, Omar Mariano Maggio, 32 años (UCR-Alianza), resaltó que en la comunidad “hay una población infantil compuesta por 120 niños”. Esta situación se produce en una provincia donde la tasa de mortalidad infantil es de 31 decesos cada mil nacimientos, el pico máximo en el país según una reciente estadística del Ministerio de Salud nacional. Maggio precisó que los jefes de las treinta familias se han quedado sin trabajo por el cierre de un microemprendimiento cuya reactivación –que hoy depende de la Nación– insumiría una inversión irrisoria: “Apenas siete mil pesos”.
“En Santa Sylvina el desempleo es altísimo y desesperante”. Maggio, quien asumió el 10 de diciembre pasado, lleva nueve años en distintas funciones de gobierno y tiene una política de puertas y teléfonos abiertos, al punto que este diario fue atendido directamente por el funcionario, sin secretarios ni filtros de ningún tipo. “De cada diez personas que vienen a verme, nueve me piden trabajo”, confiesa Maggio con cierto pudor. El caso más grave está representado por lo que ocurre en el barrio Santa Teresita, ubicado a unos dos kilómetros del centro de Santa Sylvina, localidad que está cerca del límite con Santa Fe y Santiago del Estero, y a 350 kilómetros de Resistencia.
El barrio es conocido también como “La Ladrillería”, ya que allí venía funcionando desde el año 1983 un horno de ladrillos que proveía del elemento a todo Santa Sylvina. La pequeña empresa, que depende de la intendencia, viene de crisis en crisis desde hace unos diez años y ahora está a punto de desaparecer. “El emprendimiento fue creado por la UCR en el ‘83, entró en crisis cuando el peronismo llegó a la intendencia, está estancado desde el ‘95 y no ha podido ser reactivado por los últimos gobiernos radicales”. En el lugar tenían trabajo estable “los jefes de familia del 80 por ciento de las 30 familias que viven en Santa Teresita”. Maggio admite que ese sector de la población “ahora está viviendo en el atraso” y por eso las palomas se han convertido en el alimento principal de chicos y grandes. En un último intento por salvar la dignidad de su gente, el intendente aclara: “Es cierto, hoy salen a cazar palomas, pero no se puede equiparar con la situación de la gente que vive en Rosario y que come gatos”. Para explicar la diferencia dice que en Santa Sylvina “hay cuestiones culturales por las cuales se comen palomas en forma habitual, una o dos veces por semana, pero en Santa Teresita es prácticamente lo único que pueden aspirar a comer”.
Por razones presupuestarias, la intendencia “no tiene posibilidad alguna” de aportar los siete mil pesos que serían necesarios para reactivar “La Ladrillería”. El problema ha sido planteado ante las autoridades nacionales, en una reunión que representantes de Santa Sylvina mantuvieron recientemente con el secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray. En ese encuentro se habló de la situación general del sector agrícola de la localidad chaqueña, que viene reclamando créditos a razón de 200 pesos por hectárea para colonos que tienen campos de hasta 500 hectáreas, con una tasa de interés menor al siete por ciento anual.
La principal fuente de ingresos de Santa Sylvina, sino la única, es el algodón. “También se sembraban granos, pero los productores desistieron precisamente porque la paloma es una plaga, ya que se estima que hay unos cinco millones de ejemplares” en una zona conocida como “El Palomar”. Los 12 mil habitantes de la localidad han participado activamente en el reciente paro agropecuario. “Berhongaray nos dijo que firmaría nuestropedido con las dos manos, pero todo depende ahora del ministro de Economía (José Luis Machinea) y en esa espera estamos”, anuncia Maggio.
En los buenos tiempos, la ladrillera “se autofinanciaba”, pero ahora “es imposible lograr su reactivación”. La imposibilidad incluye tanto al municipio como al gobierno del Chaco. En la actualidad, Santa Sylvina tiene completo el cupo de los planes Trabajar y las treinta familias del barrio Santa Teresita “sólo pueden trabajar 15 días, cada tanto”, en la realización de pequeños trabajos financiados por la comuna. Por esa quincena trabajada cobran “unos 120 pesos” y después pasan meses sin tener un empleo. “Les hago pintar cordones a cambio de algunas mercaderías, porque no me gusta regalar las cosas, pero estamos llegando a una situación muy grave y la impotencia es muy grande”, remata el intendente.

 

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