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LA CANDIDATA AGGIORNADA DEL PT MARTA SUPLICY GANO COMODA EN SAN PABLO
Brasil se vistió de rojo (o de rosa)

La izquierda brasileña, especialmente el PT, obtuvo un espaldarazo con vistas a las presidenciales del 2002: ganó en el ballottage siete capitales de estado, entre ellas San Pablo y Porto Alegre. En Chile triunfó la Concertación gobernante pero el derechista Joaquín Lavín se impuso en Santiago. En Colombia, la noticia fue un día sin muertos.

Página/12
en Brasil

Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

t.gif (862 bytes)  Marta Suplicy será la próxima intendenta de San Pablo. Con la victoria obtenida ayer sobre Paulo Maluf con más del 58 por ciento de los votos válidos, quedó ratificada la victoria del Partido de los Trabajadores (PT) en los comicios municipales celebrados en 5556 localidades de todo el Brasil en dos turnos electorales. Ayer fueron a ballottage 11 de las 26 capitales provinciales. San Pablo es, sin dudas, la joya más preciada del mapa electoral brasileño por su peso económico, político y poblacional y fue allí donde se jugó la partida de fondo de estas elecciones. “Nuestro objetivo fue derrotar al gobierno y preparar el camino hacia la elección presidencial del 2002”, declaró el coordinador electoral del PT, Francisco Campos. En todo caso, la victoria de la izquierda fue bastante nítida: ganó siete de las 11 capitales de estado en juego. Ya en la primera vuelta de estos comicios municipales, el PT había logrado aumentar un 51 por ciento los votos obtenidos en 1996, en elecciones similares.
Río de Janeiro dio la sorpresa del día. En la segunda ciudad brasileña, el ex intendente César Maia del Partido Trabalhista Brasileño (centro derecha) está superando al actual jefe comunal Luiz Conde luego de haber estado atrás en los sondeos durante toda la campaña. Maia lanzó una atropellada final en la última semana que se coronó con el debate del viernes organizado por Red Globo, durante el cual logró imponerse a Conde. La historia de Maia y Conde tiene algo de telenovela, pues el futuro intendente fue mentor y padrino de Conde, quien luego se volvió contra su creador. Por lo demás, el retorno de César Maia al Palacio Guanabara instala otro nombre en la danza de los que aspiran al Palacio presidenciales del Planalto en Brasilia.
Los resultados estuvieron más afinados con los pronósticos previos en Belo Horizonte y Porto Alegre, donde la izquierda del Partido Socialista Brasileño y del PT impuso a sus candidatos Celio de Castro y Tarso Genro, respectivamente. De Castro, bendecido por el ex presidente y actual gobernador de Minas Gerais Itamar Franco, es además el actual intendente de esa capital. Su victoria, con el 51,62 por ciento de los votos, podría contribuir al acercamiento de Franco con el Partido Socialista, al que se podría afiliar para lanzar su candidatura presidencial “nacionalista pero no chauvinista”, según su propia definición. Por su parte, Tarso Genro ganó con holgura en Porto Alegre, donde obtuvo más del 63 por ciento de los votos. Genro es el cuarto intendente petista de la capital gaúcha, gobernada por su compañero de partido Olivio Dutra. Junto con San Pablo, Rio Grande do Sul es el otro núcleo de poder del PT. En importantes ciudades del interior de San Pablo y Rio Grande do Sul también ganó el PT. En ese listado sobresalen la paulista Campinas y la gaúcha Pelotas, lugar al que Lula llamó, en conversación privada, “exportador de maricas”. Para desgracia del líder petista, la broma fue grabada y la cinta llegó a manos del Partido Progresista Brasileño de Paulo Maluf. Lula terminó pidiendo disculpas.
Sin embargo, el PT perdió en Curitiba, capital de Paraná y segunda capital del sur brasileño luego de Porto Alegre. En Recife, la más importante de las ciudades del nordeste, Joao Paulo, del PT, superó por menos de dos puntos a Roberto Magalhaes, del derechista Partido del Frente Liberal. La campaña pernambucana fue de las más explosivas y para ello contribuyeron varios factores coyunturales: una huelga policial y el activismo del Movimiento de campesinos Sin Tierra en uno de los estados donde la cuestión agraria alcanza mayor dureza. Los resultados se repartieron entre derecha e izquierda en las restantes capitales. La derecha se quedó con Manaus, capital de Amazonia, y Fortaleza, capital deCeará. La izquierda venció en otras tres capitales: Goiana (Goias), Maceió (Alagoas) y Belem (Pará).
El presidente Fernando Henrique Cardoso pudo haber faltado a la cita electoral pero no lo hizo. Tras recibir el premio Príncipe de Asturias en España, el mandatario tomó un vuelo a San Pablo donde votó ayer a las 11.30. Y lo hizo por Marta Suplicy. Aunque evitó decir el nombre del candidato de su preferencia, Cardoso declaró que, como hombre del Partido de la Social Democracia Brasileña, seguiría el mandato de su organización. El apoyo del PSDB a Suplicy quedó sellado durante una visita de la candidata al gobernador Mario Covas, un cardenal de la socialdemocracia, quien postergó su internación hospitalaria para “votar por Marta y hacer que mis amigos también la voten”.
Esos gestos, ¿indican una alianza PT-PSDB? De momento se trata sólo de movidas de conveniencia, pues ambos se necesitan para garantizar la gobernabilidad provincial y municipal: ninguno controla ni la Asamblea Legislativa ni la Cámara Municipal. Ver en eso una entente de cara a las presidenciales del 2002 sería exagerado. Por su parte, el Partido de los Trabajadores adquiere un volumen político relevante con el salto de estas elecciones. Posiblemente también se hincharán sus disputas internas. Ayer, el presidente partidario, José Dirceu, enunció la lista de algunos de los presidenciables: “además de Lula, por supuesto, deben considerarse Olivio Dutra, José Genoico, Aloisio Mercadante, Tarso Genro y...”. Evitó decir “Marta Suplicy”. Es que en el PT recelan que Marta pueda gobernar sin mucha observancia partidaria.
Ayer, a la hora de celebrar en la sede municipal del PT en Vila Mariana, Marta envió señales tranquilizadoras. Antes de cortar una torta con que la agasajaron junto a su marido, el senador Eduardo Suplicy, fundador de esa colectividad política en 1980, la futura intendente dijo: “Doña Marta es del PT”. Marta Suplicy, aunque hoy suene prematuro, puede estar en las listas de los aspirantes al 2002. Por las dudas, ella dijo esta semana, como al pasar, que había llegado para dejar una huella en “San Pablo y en Brasil”.


EL PT PAULISTANO, DE ERUNDINA A LA MARTA
Historia de dos mujeres

Por D. P.
Desde San Pablo

Por segunda vez en su historia el Partido de los Trabajadores (PT) gobernará San Pablo, la ciudad que con 18 millones de habitantes aporta el 35 por ciento del PBI brasileño. Y por segunda vez lo hará a través de una mujer. Marta Suplicy y Luiza Erundina, una psicóloga formada en colegios bilingües y una nordestina emigrada a la capital apenas con una maleta, testimonian también dos edades del PT.
A 8 años de su creación, el 15 de noviembre de 1988, el Partido de los
Trabajadores alcanzaba su mayor victoria electoral y su mayor desafío
político: Luiza Erundina era electa intendenta de San Pablo. Su candidatura había batido a la dirigencia partidaria, incluyendo a Lula, y traía como sustentación la tarea social de Erundina. El PT de entonces no había dirimido su identidad y aún dudaba entre seguir una estrategia de poder por la vía electoral o por la vía de la rebeldía social.
Erundina quedó entrampada en ese pleito, y su gobierno también. Las pujas del partido acabaron maniatando a la gestión. Las conspiraciones empresariales le dieron el golpe de gracia al sabotearle el sistema de transportes y de recolección de residuos. “Era un PT volcado hacia la pobreza y la marginación como prioridades fundamentales.” Así lo recordó ayer el presidente petista, José Dirceu, uno de los padres de esta victoria, la de Marta.
Suplicy llegó a su candidatura de la mano de la conducción partidaria. “Fue una idea de Lula” recordó ella. Ayer la votaron favelados, intelectuales, Fernando Henrique Cardoso y Horacio Lafer, presidente de la Federación de Industriales. El PT que la acompaña “ha crecido mucho en estos años” dice Dirceu, y es cierto. Frente a la inexperiencia administrativa del 88 ésta es una organización de cuadros profesionalizados y sin manchas de corrupción. Además este PT no vacila: su proyecto tiene un objetivo final, llegar a la presidencia. “Tarde o temprano llegaremos, no es imposible; lo único imposible es que Dios peque” resumió Lula.

 

 

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