PATRONO Mañana, el Papa le dará a la clase política algo que le anda haciendo falta: proclamará un santo patrono de los políticos. El elegido es Santo Tomás Moro, el canciller británico que se negó por principio a entregarle la Iglesia británica a Enrique VIII, que acababa de plegarse a la reforma para poder divorciarse y fundaba la Iglesia Anglicana. Juan Pablo II quiere evidentemente enviar un mensaje principista a los políticos: Moro fue decapitado por su rey.
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