FUERZA Nunca será
posible que una sociedad concrete una democracia moderna si se encuentra
dominada desde el extranjero, donde en última instancia se toman
las decisiones vinculadas a su propio interés, incluso las relacionadas
con la identidad nacional y cultural. Comenzamos a entender que la fuerza
de la democracia no depende exclusivamente de la voluntad de los ciudadanos
de un país. Ella se debilita o se fortalece según evolucionen
las relaciones entre los Estados.
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