Por
Cecilia Sosa
La estafa que implican los posgrados. La lógica oculta
en la defensa del arancel. La mentirosa libertad de ingreso. La alta deserción
de los universitarios. En una interesante mesa redonda bautizada La
universidad pública acosada, seis profesores e investigadores,
expertos en cuestiones universitarias, debatieron sobre esos y otros temas.
Fue en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), en un anticipo de las Jornadas
de Sociología que comienzan mañana (ver aparte).
La crisis. César Planes, coordinador del Programa UBA XXII, fue
uno de los encargados de abrir el debate. Sostuvo que la crisis de la
universidad suele analizarse desde dos perspectivas: Unos la explican
por la falta de eficiencia interna. Otros la fundan en un problema externo,
derivado de políticas de ajuste, delineó. Los
primeros aplican las recetas neoliberales de ajuste permanente y proponen
cupos, exámenes y aranceles. Las recomendaciones del Banco Mundial
para América latina son un ejemplo precisó.
Los otros buscan aumentar el financiamiento. Una de sus estrategias fue
la creación de programas de incentivos que banalizan el problema
y convierten a los docentes en acumuladores de papers. Y concluyó:
Ambas perspectivas se fundan en variables económicas. Pero
la universidad es una institución pública donde el conocimiento
es un bien social no privatizable.
Ingreso. Una de las cuestiones que mayor discusión despertó
fue el ingreso irrestricto. La democratización es sólo
un proceso formal. El cociente de egresados disminuye cada día
más. No se traduce en posibilidades reales, dijo Pedro Krotsch,
profesor de Sociología de la Educación. No hay ingreso
irrestricto, sino ingreso directo. Esto permite que el 30 por ciento de
los que se inscriben en el CBC jamás pisen un aula en la UBA,
advirtió Planes. Pero Miguel Talento, titular de la cátedra
Universidad y política, fue más lejos: Nadie discute
el sistema de ingreso del Buenos Aires y del Pellegrini. Pero, lamentablemente,
el argumento meritocrático fue descartado en la universidad,
dejó picando la polémica. El examen de ingreso deja
de ser chocante si se puede estudiar en otros lugares. La universidad
se plantea como masiva, pero no hace nada para sostener su masividad.
Así, oculta desigualdades profundas, completó.
La deserción. Puesto a desentrañar la altísima deserción
estudiantil (sólo se gradúa el 30 por ciento de los que
ingresan), el sociólogo Mario Toer apuntó: Un sistema
universitario como el argentino no existe en ninguna otra parte. Somos
como el dulce de leche. Pero, para rescatar el sentido de lo público,
es imperioso resolver una contradicción: la increíble generosidad
en el ingreso no se mantiene en el egreso, planteó. Para
que la gente que entra no se quede en el camino hay que crear ciclos de
dos o tres años que acrediten el esfuerzo, agregó.
Hay que sostener un proyecto que pueda cumplir con las expectativas
profesionales de los estudiantes. Esto servirá para salir al cruce
del mundo universitario privado, que cada vez avanza más.
Arancel. Filósofo, Francisco Naishtat, se dedicó a desarmar
el argumento de la equidad que, desde Avellaneda hasta Videla y pasando
por la Ley de Educación Superior, fue usado para defender el arancelamiento
de los estudios. Los promotores del arancel hablan en nombre
de la igualdad de oportunidades. Argumentan que, como los alumnos
tienden a ser de clase media-alta, y como los impuestos los pagan todos,
los pobres pagan la educación de los ricos, comenzó.
Y pasó a analizar la reforma introducida por el dictador Pinochet
en Chile. Lo que se hizo en nombre de una justa distribución
del ingreso causó un sistema educativo elitista que diluyó
la frontera de lo público y lo privado: no se tradujo en igualdad
de oportunidades, sino en un sistema donde, por un lado, hay universidades
cada vez más elitistas y, por otro, institutos que dan carreras
cortas de baja calidad. No se tradujo en más pobres que estudian,
sino en más pobresrelegados a educación de peor calidad.
Y remató: En un barco que se hunde también hay igualdad
de oportunidades.
Los posgrados. Los posgrados nacen cuando la universidad pública
no tiene recursos. Surgen por autogestión, basados en los aranceles
que pagan los alumnos, en salarios diferenciales para los docentes, y
por fuera del gobierno colegiado de la universidad, planteó
Ana Fanelli, investigadora del Cedes. Las maestrías reproducen
el modelo anglosajón y, en nuestro sistema, no logran profundizar
el conocimiento, sino que repiten los saberes aprendidos en el grado,
aseguró. Los posgrados son un contrasentido de la universidad
pública. Se está cometiendo una tremenda estafa: formamos
a nuestros graduados como magisters, pero les damos el título de
licenciados. ¿Por qué no reducimos a cuatro años
nuestras carreras y ponemos maestrías gratuitas?, preguntó
Mario Toer.
Jornadas
de Sociología
Del lunes 6 al viernes 10, se harán las Jornadas
de Sociología Hacia los estados generales de las ciencias
sociales. Habrá exposiciones, conferencias, debates y
más de 40 talleres. Mientras, mañana largan las prejornadas.
A las 18, en el aula 505 de M.T. de Alvear 2230, Emilio Cafassi y
Horacio González pondrán a La sociología
en el tribunal de los saberes. Luego, Gregorio Klimovsky y Enrique
Marí disertarán sobre Sociología y epistemología.
El jueves y viernes, desde las 18, se debatirá sobre La
urbe, el barrio, la condición sociológica y sobre
Género, filosofía e historia de las ideas.
El sábado el tema será Economía y sociedad
(a las 10) y El sujeto migrante, el sujeto flexibilizado, el
sujeto desposeído (a las 12.30). En Uriburu 950. Informes:
4508-3819. |
DENUNCIAS
DE FRAUDE ENTRE LA CEPA Y LA ALIANZA
Ingeniería
no pudo escrutar
Por
Javier Lorca
Las elecciones
estudiantiles de Ingeniería (UBA) quedaron truncas, cuando casi
2 mil alumnos habían votado. Entre denuncias cruzadas de fraude,
robo y falsificación de documentos, el escrutinio debió
suspenderse. La actual conducción del centro en manos de
La Corriente denunció que detectó cédulas y
libretas universitarias falsas utilizadas para votar y acusó a
la Alianza. Los aliancistas respondieron que La Corriente se robó
las urnas e impidió el recuento de los sufragios.
El conflicto estalló el viernes. Los comicios para renovar las
autoridades del centro estudiantil se habían realizado durante
la semana. Como no eran obligatorios, a su término, 1800 de los
7 mil alumnos habían repartido sus votos entre La Corriente (CEPA),
la Alianza, Opción Independiente y La llama que llama.
El viernes, en la sede Las Heras, encontramos gente que venía
a votar con cédula de identidad y libreta universitaria falsificadas
contó a Página/12 Carolina Tocco (CEPA), titular del
centro. Les preguntamos qué estaban estudiando, qué
materias cursaban y no tenían ni idea. Por eso, cuando llegó
la hora del escrutinio, los militantes de La Corriente se opusieron a
contar los votos. Aunque la Alianza no estuvo de acuerdo: Es absurdo
no escrutar casi dos mil votos cuando sólo hubo problemas un día
con dos o tres votos observados. Nosotros propusimos escrutar y, en todo
caso, impugnar la urna del viernes. Pero ellos no dejaron hacer nada.
Nos impidieron entrar en la facultad, dijo a este diario Hernán
Ons (Frepaso), secretario general de la FUBA. Lo que hizo La Corriente
es una payasada. Se robaron las urnas y las actas. Hoy presenté
una denuncia judicial, dijo Ons.
La Corriente retrucó que la Alianza abandonó las urnas y
que éstas no fueron tocadas y permanecen selladas. Además,
Tocco argumentó que, pese a que las irregularidades se detectaron
un solo día, se sospecha que serían muchas más. Por
eso, los militantes iniciaron una pesquisa. Empezamos a llamar a
la gente del padrón que figuraba como habiendo votado. Ya encontramos
a 49 personas que nos dijeron que no votaron. Uno está trabajando
en la Antártida, otro está de viaje en Nueva York y otro
de luna de miel. Incluso, 14 de esas personas ya confirmaron ante un escribano
que no votaron comentó Tocco. Usaron los nombres de
alumnos que no están cursando ninguna materia y falsificaron sus
documentos. Y acusó a los aliancistas. Con la caída
de la Alianza en el país y otras facultades, temían otro
golpe acá. Nosotros, en cambio, no tendríamos ningún
motivo para hacer fraude. Hace 5 años que conducimos el centro.
Anoche, los dirigentes de la CEPA informaron que, al abrir ante un escribano
los votos observados, encontraron boletas de la Alianza.
Tampoco hay acuerdo sobre cómo seguir. La Corriente quiere elecciones
en lo inmediato. Franja Morada y el Frepaso pretenden realizarlas sólo
cuando haya garantías de que no va a pasar lo mismo.
La FUBA debería intervenir el centro y organizarlo legalmente,
llamar a una asamblea, darle un estatuto y personería jurídica.
Y recién ahí convocar a elecciones, propuso Ons.
Para
el tiempo libre... (si queda)
|
Periodismo.
Mañana, a las 21, comienza un taller sobre Periodismo
de investigación. En Sociales, Ramos Mejía 841,
aula 203. Gratis.
Identidad. Hoy y mañana, desde las 15, se realizan las
jornadas sobre ensayo e interpretación en Brasil y Argentina
En busca de la identidad. En la Universidad de Quilmes,
Roque Sáenz Peña 180 (Bernal). Gratis.
Revista. Mañana, a las 20, se presentará Morphia:
de la forma como ejercicio, realizada por alumnos y docentes de la
Fadu. En el Rojas, Corrientes 2038.
Teatro. El teatro: territorio en guerra es el seminario
que darán
Ricardo Bartís y Daniel Veronese, entre otros, en Derecho (UBA),
Figueroa Alcorta 2263, 4809-5649. Gratis.
Internet. Mañana, a las 10, comienzan las jornadas de
capacitación sobre el uso de Internet en las escuelas. En el
auditorio del shopping Abasto, Corrientes 3247, piso 3º. Gratis.
Ecología. Hoy, a las 10, Jorge Morello dará una
charla sobre Enfoque ecológico en la gestión socio-ambiental.
En Ingeniería, Las Heras 2214. Gratis.
Radio. Mañana, a las 20, se hará una charla abierta
y gratuita para interesados en la carrera de Técnico superior
en producción y creatividad radiofónica, que dicta Eter.
En Acevedo 262, 4857-5701.
Autoayuda. Licenciados en psicología dictan talleres
de autoayuda educacional dirigidos a estudiantes y padres. Informes:
4504-1094. |
Nueva
amenaza de las tijeras
El
rector Shuberoff advirtió sobre un posible nuevo recorte. Hoy paran los
docentes y empleados universitarios de todo el país.
Por J.L. y C.S.
Los
plazos se acortan y el temido recorte del presupuesto universitario parece
cada vez más inevitable: entre la deuda pendiente desde el 99
y las partidas no ejecutadas durante este año, el Estado les debe
a las universidades alrededor de 160 millones de pesos. Eso, sin contar
la poda implícita en el proyecto de presupuesto para 2001. Mientras
hoy paran los docentes y empleados de las universidades nacionales, ayer
el rector de la UBA, Oscar Shuberoff, dio un paso más en la avanzada
que los rectores en su conjunto están dirigiendo contra el Gobierno:
La Secretaría de Hacienda está amenazando con no ejecutar
70 millones del presupuesto de este año. Esto se vuelve más
grave por el recorte acumulado que estamos sufriendo. No lo va a poder
soportar ninguna universidad, dijo Shuberoff a Página/12.
Juntos, los rectores, docentes, no docentes y estudiantes reclaman que
el Gobierno cumpla con el envío de los fondos previstos para este
año (1800 millones), pague la deuda de 90 millones que se arrastra
hace un año y que modifique el proyecto de próximo presupuesto,
elaborado por el ex ministro de Educación Juan Llach.
Ese proyecto deja más de 300 millones en manos del ministerio,
lo que equivale a poder recortar, e incluye una quita de partidas por
7 millones dijo el rector radical. Cuando asumió, el
nuevo ministro pidió que ese artículo se quitara y los rectores
pedimos lo mismo, pero seguimos sin tener respuesta del Gobierno.
Otra cuestión, quizá más grave para las universidades,
es que el proyecto elimina el llamado fondo universitario,
al que iban a parar los recursos no usados durante un ejercicio para poder
ser utilizados al año siguiente.
Tras recordar que, durante la presidencia de Carlos Menem, Fernando de
la Rúa acompañó los reclamos universitarios por más
recursos, Shuberoff aseguró que ningún rector está
dispuesto a administrar la decadencia de la universidad pública.
Ya no sabemos qué proponerle a la gente. La cosa se está
poniendo realmente complicada, insistió. En mayo del 99,
cuando el gobierno anterior decretó un recorte de 100 millones
para las universidades, Shuberoff se plantó: La UBA cierra,
dijo y encabezó una protesta que copó las calles. Ahora
la situación es más grave, aseguró ayer. El
martes de la semana que viene, todas las universidades realizarán
un cierre simbólico, acordado por los 37 rectores en el Consejo
Interuniversitario Nacional. La idea de Shuberoff es que en la UBA no
haya clases, aunque resta discutir la modalidad de protesta con los decanos
de cada facultad.
Hoy habrá un anticipo de lo que se viene. En conjunto, la Federación
Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) y la Federación Argentina
de Trabajadores de las Universidades Nacionales (Fatun) organizaron una
huelga que se cumplirá hoy y alcanzaría a unos 140 mil trabajadores
del país. El paro tendrá diferentes características
en cada unidad académica. En algunos casos los docentes y no docentes
no irán a las facultades y, en otros, asistirán pero realizarán
asambleas para concientizar a la comunidad sobre el grave problema.
El funcionamiento de la universidad pública está corriendo
un serio peligro, advirtió Anahí Fernández,
secretaria general de Conadu, en diálogo con este diario. Y, desde
la conducción del gremio no docente de la UBA, Jorge Anró
avisó: Los recortes van a empezar a afectar los salarios
docentes y no docentes. Vamos a dar pelea.
|