Aunque no se trate de un �blindaje�, tal cual la versión que circulara la semana anterior en los centros financieros internacionales, la Argentina podría acceder en los próximos meses a una �línea de crédito precautoria� del FMI. Un alto funcionario de dicho organismo internacional admitió esa posibilidad, aunque aclaró que �como aún no se han establecido los detalles del nuevo concepto de Línea de Crédito Contingente (LCC), hasta este momento no se han mantenido conversaciones sobre si Argentina podría retirar fondos o no�. En una entrevista realizada por
Página/12, José Luis Machinea había anticipado la intención de �solicitar (en el primer trimestre del año próximo) entre 7 y 9 mil millones de dólares� de esa nueva línea crediticia. Thomas Dawson, director de Relaciones Exteriores del Fondo, señaló ayer desde Washington que �la Argentina está involucrada en amplias discusiones con el FMI para revisar el concepto global de la LCC�, diseñada tras la crisis asiática para otorgar a los países miembros acceso fácil y financiación rápida ante la eventualidad de problemas financieros. Su implementación se demoró más de la cuenta, aunque Argentina podría ser el primer país en utilizarla en el primer trimestre del 2001. �No hay ningún cambio en el programa preventivo de la Argentina�, aseguró el funcionario fondomonetarista. Uno de los cuestionamientos que realizó Machinea al proyecto de LCC que el FMI trajo a la Argentina, en oportunidad de la primera gira al exterior de su nuevo director gerente, Horst Koëhler, era contra el requerimiento del organismo de imponer un aporte de capitales privados al crédito contingente. En el caso de una negativa de los financistas privados, explicaron entonces en el Palacio de Hacienda, el país solicitante quedaría sometido a una fuerte presión por efecto de la desconfianza y se le cerrarían los caminos para lograr financiamiento. Vencida esa pretensión, ahora Machinea puso a la Argentina en el primer lugar de la cola para recibir una LCC, no bien quede perfeccionado. Dawson negó tajantemente que Argentina haya reclamado o vaya a reclamar un préstamo de emergencia, como se ha especulado en los mercados financieros en las últimas jornadas. Agregó que �la Argentina tiene un acuerdo preventivo (stand-by), para el que han estado cumpliendo los criterios y, en lo que a mí concierne, todavía van por buen camino�. Dicho programa financiero, con una vigencia de tres años, es por un monto total de 7400 millones de dólares, que está utilizando de una forma �preventiva�, es decir, sin retirar dinero. Según explicó el funcionario, la nueva línea de crédito contingente será aprobada en las próximas semanas, aunque no especificó fecha. El Fondo acordó en la asamblea anual que celebró en setiembre en Praga la revisión de ese mecanismo de crédito, creado para apoyar a países con sólidos indicadores macroeconómicos que pudieran verse amenazados por un ataque especulativo. Al ser consultado por este diario sobre la utilidad de acceder a un crédito de �blindaje� por 15 mil millones de dólares, el ministro de Economía respondió que �si el Gobierno tuviera acceso a un préstamo de esa magnitud, obviamente reduciría la incertidumbre, pero no está disponible una ventanilla para financiamiento de este tipo. Lo único que hay, pero falta reglamentar, es la línea de créditos contingentes del FMI (...). Si esa línea comienza a funcionar, podríamos intentar acceder a ella en el primer trimestre del año que viene�. Argentina se prepara para ir tras esos fondos, y el FMI abre los brazos para recibirla.
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