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USARON EL DOCUMENTO DE UN DESAPARECIDO 
Estafas y horror

A partir de una intimación por impuestos impagos, la Justicia
cordobesa descubrió que hasta el año pasado se usó el documento
de Fernando Degregorio, desaparecido en 1977, para hacer negocios.

El caso derivó en la jueza Garzón de Lascano.
Ayer declaró la hermana del damnificado, Alicia Degregorio.

Por Mónica Gutiérrez
Desde Córdoba

t.gif (862 bytes) La intimación de un juzgado civil de Córdoba por impuestos impagos de un inmueble terminó en una causa de derechos humanos. La justicia federal inició una investigación el año pasado a raíz del caso de Fernando Manuel Degregorio, un estudiante porteño desaparecido en 1977, que apareció como comprador de un inmueble en 1986. A partir de allí se comenzó a reconstruir una intrincada trama donde se vinculan empresas, escribanos y abogados. Hasta ahora, el armado del rompecabezas permitió descubrir que el documento de identidad fue utilizado por lo menos hasta el año pasado para concretar negocios fraudulentos en Córdoba. Ayer declaró en los tribunales cordobeses la hermana del damnificado, Alicia Degregorio.
La historia se remonta a abril de 1998, cuando uno de los abogados de la Dirección de Rentas inició una acción judicial por impuestos impagos contra el dueño de una manzana de terreno en la zona oeste de la ciudad de Córdoba. El supuesto titular resultó ser, según la inscripción en el registro notarial, Fernando Degregorio, un estudiante de la UBA secuestrado en su casa el 30 de marzo del �77, en plena dictadura militar. Al recibir la intimación, la familia viajó a Córdoba y presentó el legajo de la Conadep, donde consta la desaparición de Degregorio, quien hoy tendría 44 años. 
Allí el expediente pasó a la justicia federal, a manos de la jueza Cristina Garzón de Lascano, quien tramita las causas de la verdad histórica. Y la reconstrucción fue lenta, a partir de algunos datos que una investigación periodística había aportado.
La posesión del inmueble estaba (y aún está) en manos de Gama S.A., una conocida constructora de Córdoba, propiedad del empresario Jorge Petrone. ¿Cómo llegó Gama a ser dueña del terreno?, fue la pregunta que funcionarios y abogados se hicieron a lo largo de este tiempo. 
Hubo más de una respuesta: según la versión inscripta en el Registro de la Propiedad, la firma Konstrucciones SA, propietaria del inmueble, le vendió a Degregorio en 1986 �en realidad a alguien que utilizó su DNI�; según la versión del abogado de Gama, Hugo Graffi, el comprador del terreno a Konstrucciones fue un tal Jorge Suárez, arquitecto villamariense que tiene varias causas por defraudación en aquella ciudad. Y, según la misma hipótesis, Suárez le habría �transferido� el dominio a Gama.
Dos de los principales accionistas de Konstrucciones (que fue a quiebra en 1984) León Kuschnir y Héctor Hugo Huergo, están prófugos en la actualidad, con diversas deudas con la Justicia en Córdoba. En el caso del último, está comprometido con desfalcos en el Banco Social, causas que mantiene presos a tres ex funcionarios del ex gobernador Eduardo Angeloz. 
Los últimos avances que se realizaron en la investigación judicial permitieron determinar que el documento de Degregorio siguió utilizándose, cuanto menos, hasta marzo de 1999. En ese momento se presentó, junto con el informe del inmueble, como garantía del alquiler de una casa propiedad de Ana María Bibbo de Remonda, una de las accionistas del diario La Voz del Interior, quien declaró como damnificada en la causa. 
La intervención de la inmobiliaria de Hernán Cappa así como de la inquilina Adriana Bollo están siendo investigadas por la Justicia. Según fuentes judiciales, cinco personas admitieron conocer al garante que se presentó con el documento. También trascendió que en la documentación existen tres firmas de Degregorio distintas y que se trata de averiguar si es el original el documento que fue utilizado o hay una falsificación del DNI.
También aparecieron cheques firmados o endosados por él, de los bancos Río de la Plata y Provincia de Buenos Aires, aunque todavía no se pudo determinar su origen. �Es una impotencia terrible el sentimiento de toda mi familia, de no poder creer que alguien esté utilizando su nombre después de todo el horror que vivimos en estos años�, le dijo Alicia Degregorio a Página/12. �Quiero saber la verdad, esto me hace pensar en que también se puede llegar a la verdad sobre la desaparición de Fernando, quiero además que se haga justicia�, aseguró.
Degregorio le detalló ayer a la jueza cómo se llevaron a su hermano en el �77: �Recuerdo puntualmente que alzaron su documento, que estaba en su cuarto�, contó. También recordó que su hermano �cursaba ingeniería en la UBA y trabajaba en tareas comunitarias con la comunidad de la orden marianista del colegio al que había ido�. �Cuando el año pasado presentamos la querella pensé que todo se remitía a la utilización del documento para la compra de un inmueble, pero ahora aparecen un montón de ilícitos, esto me da escalofríos todo el tiempo�, señaló.

 

 

 

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