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NICOLAS GALLO, EX MINISTRO DE INFRAESTRUCTURA,
 ANALIZA AL GOBIERNO
�El rediseño del gabinete fue un error�

No se siente traicionado por De la Rúa, pero le critica haber mantenido a funcionarios sospechados en sacrificio de la transparencia. �De Santibañes no entiende el ABC de la administración presupuestaria.� Plantea disidencias con el criterio de prioridades del Gobierno. 
Nicolás Gallo se alejó del Gobierno por no compartir criterios con De la Rúa. 
Ahora busca un trabajo compatible con la Etica Pública.

Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) Aunque amigo y correligionario de Fernando de la Rúa, Nicolás Gallo fue una de las víctimas del rediseño del gabinete nacional que el Presidente dispuso sorpresivamente un mes atrás, incluyendo la disolución del Ministerio de Infraestructura. Desde el llano, el ex titular de esa dependencia sugiere que el primer mandatario se equivocó en su intento de retener o jerarquizar a funcionarios sospechados de corrupción y opina que los senadores, presuntos receptores de sobornos, deberían haber renunciado en bloque. José Luis Machinea absorbió las funciones del extinto ministerio, y ahora anuncia como propios acuerdos con empresarios que fueron tejidos en común. Pero según Gallo, el mayor pecado oficial es no tener una estrategia de desarrollo que permita resucitar la economía. "El Gobierno al que yo pertenecí hasta hace un mes sólo tapa agujeros", afirma.

  --¿Por qué el Presidente disolvió el Ministerio de Infraestructura?

  --Me dijo que lo disolvía para fortalecer la gestión económica.

  --¿Eso es creíble?

  --Como yo no comparto ese criterio, no me quedó otro camino que irme del Gobierno. El Ministerio de Infraestructura fue bien creado, bien constituido, y con una burocracia mínima de sólo 22 personas correspondientes a la unidad de gestión del ministro. El resto eran dependencias que ya estaban funcionando. Además, la idea era ir rediseñando el ministerio, pasando a Economía todo lo que se iba desregulando y funcionando en competencia. Pero hay áreas donde no hay desregulación posible, como el transporte urbano y obras públicas. O la coordinación de los planes de inversión que hacen los concesionarios.

  --¿Qué cree que cambió en los temas del área desde que usted se fue?

  --Que las cuestiones que eran competencia de Economía, como las deudas a favor de varias concesionarias, ahora se resolverán más rápido.

  --Pero en Economía dicen que desde que no está Infraestructura es más fácil resolver todo. Por ejemplo, el acuerdo por Aerolíneas.

  --Eso es falso. Quien dice eso, comete un gran acto de falsedad, es un falso. Pero eso no lo dice el ministro de Economía.

  --Eso lo dice el secretario de Programación Económica, Miguel Bein.

  --Cuando yo lo vea en letra de Bein, diré que Bein es un falso. Y se lo diré directamente a la cara.

  --Hoy (por ayer) se anunció un acuerdo con los concesionarios de peaje y en los próximos días se hará lo propio con los de trenes y otros. ¿Piensa que van a incluir modificaciones con respecto a lo que usted había negociado?

  --No. Se está trabajando sobre lo mismo.

  --¿No tenía diferencias de criterio con Economía sobre estos temas?

  --Ninguna. La mayor parte de las reuniones para discutirlos las hicimos en el Ministerio de Economía, con el ministro presente, que avaló nuestras propuestas.

  --¿La decisión de disolver Economía fue totalmente sorpresiva para usted?

  --Totalmente. Doce horas antes, yo había sido felicitado por la resolución de la complicada huelga de los camioneros, que no era un problema del ministerio. Pero Economía no lo podía tomar porque no tenía personalidades disponibles.

  --¿Fernando de Santibañes pudo haber tenido algo que ver con esa decisión?

  --De Santibañes nunca estuvo de acuerdo con la idea de crear un Ministerio de Infraestructura porque él tiene ese concepto simplista, al igual que muchos hombres de finanzas, de que los ministerios de Obras Públicas son gastadores. Pero eso es no entender el ABC de la administración presupuestaria. Con ese mismo concepto, Educación y Desarrollo Social deberían pasar a Economía porque son gastadores.

  --¿Entonces fue De Santibañes quien le sugirió al Presidente que Infraestructura se disuelva?

  --No sé si lo sugirió. Pero sí sé que tiene el concepto simplista de que para la sociedad la obra pública es diferente de la educación o del desarrollo social.

  --¿No se siente traicionado por De la Rúa?

  --En absoluto.

  --¿Piensa que De la Rúa se equivocó con el rediseño de gabinete?

  --Creo que fue un error. Y me afectaba personalmente, por eso me fui.

  --También se alejó el vicepresidente...

  --Creo que fue un error que le hace mucho daño a la Alianza, y la Alianza es un proyecto político fenomenal. Absolutamente necesario para el país.

  --¿Usted coincide con la visión de Alvarez de que en el Poder Ejecutivo pudo haber habido corruptores de los senadores?

  --Es un tema que no lo analicé a fondo. Pero en la política hay reglas de juego que se deben respetar, como la de observar a la opinión pública: cuando emite un mensaje fuerte, hay que actuar en función de eso. A veces se puede cometer una injusticia. Si ésta se constata, habrá que reivindicar luego a la persona que fue injustamente observada. Pero la opinión pública es un voto de confianza. Y, en base a la información disponible, juzgó que había habido actos de corrupción. 

  --Alvarez, en definitiva, actuó en función de la opinión pública...

  --El actuó en función de una convicción personal. Y le hizo daño a la Alianza. De cualquier modo, creo que hay que dejar que la Justicia funcione.

  --Pero la Justicia también está objetada por la opinión pública. El juez Carlos Liporaci lleva la causa de sobornos en el Senado, pero está sospechado de enriquecimiento ilícito.

  --Entonces volvamos a la época de la Revolución Francesa, traigamos a Robespierre, y que el pueblo juzgue y use la guillotina. Tampoco se trata de esto, aunque es cierto que se necesita un procedimiento de limpieza en la Justicia. De lo contrario, el descrédito irá creciendo.

  --¿No cree que De la Rúa quedó contaminado por las denuncias de corrupción al jerarquizar a funcionarios sospechados (Alberto Flamarique, Fernando de Santibañes)?

  --No. De la Rúa demostró con su historia y convicciones que no hay mínimo derecho a sospechar de él. Pero yo no hubiera hecho lo que hizo.

  --¿Por qué­?

  --Porque soy partidario de respetar a rajatabla a la opinión pública en temas ligados a la transparencia. Prefiero una transitoria injusticia para defender el principio fundamental de la transparencia que la preservación de un funcionario porque todavía no está juzgado el caso. Yo también era partidario de pedir la renuncia entera de todos los senadores, para preservar la institución. Lo necesitaba la sociedad argentina: ante la menor duda, limpiar. Después, los que fueran inocentes, tendrían que ser reivindicados. Pero primero hay que preservar la transparencia de la gestión pública.

 

 
Ex ministro se ofrece

�¿Por qué accedió ahora hablar con la prensa?
�Es importante el silencio respetuoso en un momento de mucha tensión. Yo protejo sobre todo el Gobierno que preside un amigo mío y en quien yo creo. Ahora el ambiente está más tranquilo y puedo hablar con más libertad. Estoy dispuesto a responder muy duro si alguien me involucra con una información falsa. De lo contrario, voy a ayudar y apoyar.
Nicolás Gallo confiesa que su preocupación inmediata es conseguir un trabajo no reñido con la ley de Etica Pública. Esta norma impide a un ex funcionario ocuparse por un año en una tarea ligada a la función que abandonó, en este caso, construcción (por obra pública), comunicaciones o transporte. Con esta restricción, el ex funcionario delarruista apunta hacia el BID, para el que trabajó cinco años desde Washington, o a la más innovadora posibilidad de promover el desarrollo de countries.

�Cavallo puede asesorar�

Por C.C.
�¿Cree factible la incorporación de Cavallo al Gobierno?
�No en términos funcionales, integrando el Gobierno. Lo veo participando con asesoramiento. Presentándose ante los mercados internacionales, mostrando que acá hay unidad de criterio para desarrollar al país. Todos estamos preocupados por la recesión y la falta de inversiones. Si nos ponemos la misma camiseta, podemos salir. Después discutiremos en el 2001 quién gana las elecciones. De lo contrario, estamos haciendo una especie de canibalismo: no puede ser que porque sea Cavallo tenga la palabra prohibida. Cometió errores, pero también tuvo aciertos. Ahora quiere contribuir. Entonces, hay que dejarlo que contribuya. 
�¿Ve factible en este momento la incorporación al Gobierno de alguna otra persona fuera de la Alianza?
�Hubo un ministro como Juan Llach, quien se integró magníficamente bien. Pero la gran deuda que tiene el Gobierno es social. Hace falta una buena gestión de política social. 
�Pero existe el Ministerio de Desarrollo Social...
�Claro...pero, ¿por qué se creó Infraestructura? Porque había muchas funciones dispersas, no sólo en Economía sino en Interior, en la Secretaría General, sin una unidad de gestión. En Desarrollo Social pasa lo mismo. Hay planes que los ejecuta Trabajo, otros Educación. Le falta una unidad de gestión. Pero, ¿cómo se reorganiza un gabinete sin interferir en las responsabilidades primarias de cada ministro? Ahí empiezan los conflictos, los conos de sombra.

CRITICAS A LA FALTA DE UNA ESTRATEGIA CLARA DE DESARROLLO
�Un gobierno que sólo tapa agujeros�

Por C.C.

El ex ministro Nicolás Gallo no se privó de opinar, durante la entrevista, sobre las falencias que observa en la actual política económica y las críticas que tiene hacia el titular del Palacio de Hacienda. 
�¿Qué le está faltando a Machinea para lograr la reactivación?
�Tiene que ponerle presión y llevar adelante el plan de infraestructura y otros proyectos de inversión que teníamos casi listos. Por ejemplo, si ya acordó con las empresas cómo pagar la deuda a favor de los concesionarios viales, el resto viene sólo porque ya lo había definido yo bajo mi gestión. Pero el Estado tiene que demostrar que hace. 
�¿Cree que el proyecto de ley que dispone rebajar los impuestos ayuda a reactivar?
�Ayuda. Pero todo el sistema impositivo argentino tiene enormes defectos estructurales. Está mal orientado. Hay algo que viene de la gestión anterior, como es el castigo a la ganancia presunta. A veces, esto se hace en condiciones totalmente esotéricas, como en el caso de gravar con ese impuesto a los productos agrícolas, a pesar de que uno no tiene idea de lo que va a pasar con los precios internacionales. El sistema tributario es totalmente fiscalista y no tiene en cuenta la promoción de la inversión productiva. En Estados Unidos usted puede ganar 100 millones de dólares, pero si los reinvierte en un emprendimiento productivo, no paga Ganancias. Acá esto es muy difícil, porque paga anticipos y ganancias presuntas. Aclaro que no es un problema del equipo económico actual. Viene de antes. Pero hay que resolverlo. 
�¿Usted planteó esto mientras estuvo en el Gobierno?
�Muchas veces. Todo el mundo está de acuerdo en el diagnóstico. Pero hoy merece especial atención. La evasión y la elusión son importantes. Pero más importante es modificar todo el sistema. Las rebajas impositivas que Machinea acaba de promover apuntan a esto. Pero son una medida tímida. También hay que promover estructuras tributarias que alienten la toma de empleo: premiar a la inversión, y en particular si ésta es generadora de mano de obra.
�¿Fue correcto eliminar altas rentas?
�Sí. Es un impuesto malo.
�¿Cómo lo ve a Machinea ahora, jaquedo por rumores de renuncia, de default, por el juicio de las calificadoras de riesgos?
�El problema es el humor de la gente, de la calle. Por eso siempre propuse que el Estado tiene que mostrar confianza en sí mismo. Las políticas reactivadoras están atrasadas: deberían haber estado mucho antes en la cancha.
�¿Y por qué no estuvieron antes en la cancha?
�Por enfoques diferentes de prioridades.
�¿Qué se priorizó en lugar de esto?
�No le puedo decir qué se priorizó, porque eso implicaría tener una estrategia clara de desarrollo. Y, justamente, lo que falta es la estrategia clara de desarrollo. ¿Qué le pasó al Gobierno del que yo formé parte hasta hace un mes? Que sólo tapa agujeros. Hay dificultades endógenas y exógenas. Impensables, como la escapada de precios del gasoil. En una economía que no arranca, habría que haberle dado a la reactivación mucho aire. Y la organización del Estado debería haberse centrado ahí. Por ejemplo, los planes Trabajar son intrínsecamente malos. Pero si se los hubiese asociado a una obra concreta, serían un buen recurso.
�Pero parece que a los mercados les importa más la situación fiscal que la estrategia de desarrollo.
�Los mercados no le dicen �lo voy a apoyar, voy a invertir y comprar sus títulos de deuda� sólo porque usted controla el déficit fiscal. Los inversores desembolsan dinero si ven que un país tiene un norte, una política clara, que no cambia cada vez que hay un acto eleccionario.

 

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