Por Suzanne Goldenberg*
Desde Jerusalén
 Un poderoso coche bomba que mató ayer a dos personas en un mercado judío en Jerusalén representó el primer ataque letal dentro de Jerusalén Occidental (la zona judía de la Ciudad Santa) en cinco semanas de sangrienta confrontación entre Israel y los palestinos. Y llegó mientras ambos bandos estaban esperando que sus líderes llamaran a poner fin a la violencia. La acción, realizada en el día de mayor actividad del mercado al aire libre, fue reivindicada por Jihad Islámica, que se opone a una paz negociada con Israel. El líder palestino Yasser Arafat condenó el atentado pero ratificó que declarará el cese del fuego. �Estamos esperando todavía la aclaración oficial israelí�, dijo. Pero Ehud Barak no anunció nada y en su lugar reunió a su gabinete de seguridad. De todos modos, una fuente israelí dijo que el cese del fuego iba a ser declarado en unas horas.
�Era un espectáculo salido del infierno. Pude ver sangre en todas partes, humo y fuego �dice Menajem Zalman, de 15 años, estudiante de un colegio religioso que se encontraba en la escena de los hechos�. Sí, había un montón de humo.� A las 3 de la tarde, cuando un Mazda gris estacionado en un callejón que lleva al mercado Mahane Yehuda estalló con fuerza devastadora, matando a un hombre y a una mujer, la hija de un político israelí, además de herir a otros 10 personas, el premier israelí Ehud Barak y el líder palestino Yasser Arafat estaban atrasados una hora respecto del cronograma que habían establecido para pedir por televisión el fin de la matanza. En lugar de eso hubo más bajas fatales y un nuevo campo de matanza: la zona oeste de Jerusalén. Esto hace más difícil que Barak y Arafat puedan contener a sus respectivos pueblos en el medio de una escalada que ya dejó 160 muertos.
La explosión de ayer, acompañada por un humo negro y el olor a goma quemada, lanzó pedazos de metal que volaron sobre los techos rojos y destruyó las ventanas de las casas cercanas al mercado. Pero cuando los equipos de rescate tuvieron que remover los cuerpos tirados en la calle, diseminados entre los escombros de metal, los testigos y la policía llegaron a la conclusión de que las víctimas podrían haber sido muchas más.
El Mazda no llegó a alcanzar el corazón del mercado porque la calle estaba bloqueada por una Van. La policía señaló anoche que una de las víctimas, Ayelet Hashahar Levy, estaba entrando a su casa, y confirmó que es la hija del líder del Partido Nacional Religioso, Yithzak Levy. �Empecé a correr tan pronto como escuché la explosión�, dijo Yakov Hasson, dueño de un negocio cercano al mercado. �Traté de sacar a la mujer, pero después vi que lamentablemente estaba hecha pedazos. El cuerpo ya no tenía piernas. Estaba muerta.� Sus pantalones estaban inundados de su propia sangre.
La explosión llegó una hora después de la hora pactada originalmente por Barak y Arafat para anunciar el cese del fuego. El retraso se debió a �razones técnicas�. Funcionarios cercanos a Barak dijeron que el ejército israelí respetaría el compromiso de retirar los tanques de las ciudades palestinas en Cisjordania y Gaza. Del lado de Arafat, dirigentes palestinos confirmaron que volverán a sentarse a la mesa de negociaciones, siempre y cuando las tropas israelíes dejen de disparar contra los jóvenes palestinos y abandonen sus posiciones en las ciudades palestinas.
Minutos después de la explosión en el mercado de Mahane Yehuda, una multitud enojada se congregó frente a los cordones policiales cantando �muerte a los árabes� y �árabes, váyanse de nuestra tierra�. Un ciudadano árabe fue ferozmente golpeado. Algunos kilómetros al sur de Jerusalén, en la aldea palestina de Al Khadir (que había sido atacada por tanques y helicópteros israelíes el miércoles por la noche), tampoco había demasiadas esperanzas de que algún día hubiera paz. �No creo en estos acuerdos. Nunca lo hice. Los hechos que nos tocan vivir a nosotros no tienen nada que ver con la vida de nuestros líderes. Estamos en el mediode una guerra y ellos están reuniéndose y riéndose, sacándose fotos y comiendo buena comida�, resumió Malak Othman, examinando lo que quedó de su casa, que recibió dos impactos. �Ellos no sienten lo que yo siento, ni Barak ni Arafat.�
Simultáneamente a la explosión, allí en Jerusalén, un palestino recibió un disparo en el corazón y hubo informes de disparos cruzados en Belén y Gilo, cerca de la Ciudad Santa. Otro palestino murió por disparos israelíes en Hizme, al norte de Jerusalén.
* De The Guardian de Gran Bretaña.
Especial para Página/12.
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LA VUELTA DE SHIMON PERES A LAS NEGOCIACIONES
Entretelones de una reunión
Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén
El cese del fuego entre Israel y la Autoridad Palestina, aun cuando esté postergado y hasta puesto en duda por el atentado en un mercado en Jerusalén (ver nota principal), trajo una novedad: la entrada de Shimon Peres a las negociaciones. Peres y el líder palestino se habían reunido el miércoles en Belén para restablecer la promesa de alto el fuego que tanto Arafat como el premier israelí Ehud Barak habían sellado en Sharm elSheij. Pero la vuelta de Peres al ruedo ha sido un dolor de cabeza para Barak.
Esto es el resultado de una conspiración pacifista urdida por Leah Rabin, la viuda del ex presidente Yitzhak Rabin, con la ayuda de los sectores más abiertos y liberales del Partido Laborista, entre los que se encuentra el ministro de Justicia, Yossi Beilin, la ministra de Absorción, Yuli Tamir, el viceministro de Relaciones Exteriores, Nawaf Masallah, y que ha contado además con la colaboración de diputados de diferentes partidos, como Dalia Rabin Peosoff, hija de Yitzhak Rabin, que milita en el Partido de Centro.
La operación Peres fue bloqueada en un primer momento por Barak, acostumbrado a trabajar de forma autoritaria y en solitario y que creyó, con razón, ver en la maniobra un intento de mermar sus poderes. El jefe de gobierno reaccionó de forma imperativa vetando la reunión; alegó que las negociaciones con Arafat �eran demasiado sensibles� y recalcó que es mejor que en nombre de Israel �hable una sola persona�: él. Pero las presiones diplomáticas terminaron doblegando a Barak. No obstante, Barak mostró su escepticismo y dijo que �Arafat no da señales de querer frenar la violencia�.
Barak, que ha considerado siempre a Shimon Peres como un rival incómodo, lo ha mantenido durante su gobierno apartado de los centros importantes de poder, encajonado en un misterioso y inactivo ministerio llamado de la Cooperación Regional, del que lo ha sacado en contadas ocasiones cuando se trataba de hacer publicidad de Israel, justificar decisiones políticas injustificables o simplemente para hablar con la prensa internacional. Ahora, la coyuntura lo ha colocado de nuevo en una posición predominante, que le hará revivir, a sus 76 años, las épocas doradas de los acuerdos de Oslo, cuando se aseguraba que la paz estaba al alcance de la mano.
Sin embargo, las épocas doradas han pasado y ahora parece no haber manera de contener el conflicto entre palestinos e israelíes. Peres logró relanzar el cese del fuego pero éste no ocurre en las calles.
* De El País de Madrid.
Especial para Página/12.
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