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EL FENOMENO DE LA �GENTE COMUN� QUE LA PANTALLA convierte en �FAMOSA�
En esta televisión, la fama no es puro cuento

Una convocatoria de MTV reúne a 4 mil jóvenes. Perfectos desconocidos se vuelven figuras después de aparecer en �Sorpresa y media�, �Expedición Robinson� y �Fugitivos�. Y el mundo está lleno de aspirantes a ocupar un lugar en la nómina.
El famoso Mario Pergolini, durante la convocatoria de MTV Latino, buscando un VJ argentino.
Arriba, una escena del programa �Expedición Robinson�, en que los participantes compiten por la fama.
Por Julián Gorodischer

t.gif (862 bytes) De pronto, sus nombres y sus caras están en las conversaciones de café, en las charlas de oficina. Miles de personas discuten acerca de sus hábitos privados, les reprochan un defecto, los saludan efusivos. Son parte de una TV proclive a parir estrellas por un día. Es una pantalla que tiene nombres propios: �Sorpresa y media�, �Expedición Robinson�, �Fugitivos�. Sus participantes no sólo compiten por dinero, un premio, un sueño realizado. Después de aparecer en cámaras, cambia su estatuto: acaso un día podrán subirse al avión de Marley rumbo a Bariloche, compartir el living de un programa de la tarde y ser entrevistados por el increíble Marcelo Polino, someterse a las preguntas que les disparan cibernautas ansiosos en un chat organizado a su medida. ¿Qué otra cosa que la ansiedad de la fama explica que cuatro mil jóvenes hayan hecho horas y horas de cola para someterse a una prueba en cuyo marco MTV Latino buscaba un presentador de videos made in Argentina?
�Es difícil entender qué significa ser famoso. Hay que manejarlo sin desbordes. A todos nos gusta que nos digan cosas lindas, pero hay que tener cuidado de no sentirse un superhombre...� (Diego Garibotti, un participante de �Expedición Robinson� que todavía está en carrera.)
Se sabe que es un hombre de romances fáciles, se lo ha visto escapar a solas con Piqui por la playa. Sus compañeros lo describieron obsesivo, sudoroso, maloliente, un gran donjuán y otras tantas cualidades. Diego acepta hablar con Página/12, aunque �por supuesto� se niega a revelar un secreto que acata por contrato: quién se quedó con los cien mil. Dice, a cambio, otras cosas: �Los vecinos de Caballito me llaman para hablar por teléfono, me dicen cosas lindas. Es muy buena la imagen que dio la TV sobre mí; me favorece. No tengo miedo de quedar mal parado, porque fui totalmente transparente�. No sería extraño que este galán se haya quedado con la plata: es el famoso a medida de todo programa, el que habría que conservar a cualquier precio: franco, apuesto, galante, habilidoso. Para ser gente común �ese colectivo que, se supone, estaría mostrando la TV voyeurista�, Diego sale demasiado bien parado. ¿Cuánto durará su fama? Un mes, dos, o hasta que el programa termine. Mientras tanto, sólo hay algo seguro: la legión de enamoradas que lo saluda por la calle. Casi como si los alicaídos galanes de telenovela ya no contaran en esta novedosa transgresión al star system. 
�Apenas me bajé del auto de mi papá, el director del colegio se acercó a felicitarme. Y después, todos los chicos me dieron besos y abrazos. Me costó concentrarme en las materias...� (Nadin Pesci, participante de �Sorpresa y media�.)
La fama repentina de Nadin tras haber cantado en el programa de Julián Weich la colocó en un estado de gracia, una excepcionalidad que congrega obsecuentes e indiscretos. Todos quieren tocarla, como harían con Natalia Oreiro si visitara el colegio. Nadin alcanzó su propia estrella, que es ella misma, pero maquillada y vestida para la ocasión. En el escenario realizó su �sueño�, que podría haberse transformado en pesadilla al otro día, al volver al anonimato. Pero lo suyo fue distinto: ya firmó contrato con una discográfica y es remisa a conceder entrevistas. Su �manager� las rebota sistemáticamente. La de Nadin es una fama inmediata, volátil y muy inflada. Ya la ven como continuadora de la Oreiro, con quien compartió el compositor en su debut frente al público. 
�La fama en TV es algo muy liviano y efímero. En la medida en que no haya continuidad de pantalla sos un pseudo famoso. O ni siquiera eso. La TV infla�, opina el actor Carlos Santamaría, de �Por ese palpitar�. El programa de América parodió la dinámica del sueño realizado, con la historia de una obesa �Emilia Mazer� que quería ser besada por su cantante favorito. Ella se convirtió en una famosa por un minuto, cuando las cámaras la ubicaron en el centro de la escena. �Esto es una porquería�, gritó poco después, indignada por la falsa expectativa. En �Por ese palpitar� se reseñó el revés más siniestro de la TV que concreta fantasías. �Nosotros �explica el actor� contamos lo que podría verse en un corte.�
�Salir en la tele puede ser buenísimo, pero a veces uno no queda bien parado.� (Gastón Oliva, en un chat organizado por America On Line con los protagonistas de �Expedición Robinson�.)
El participante de �Expedición...� puede convertirse en un villano. No es que la cámara devele demasiada intimidad (casi no hay escenas de sus vidas privadas en la isla, sus pequeños vicios o manías individuales). Pero la mirada del editor se encarga de exaltar defectos que saltan en las infidencias de los compañeros. Quien sea expulsado de la isla gozará de una nueva y no siempre favorecedora fama. Gastón Oliva fue excluido esta semana después de que, mirando a cámara, Consuelo lo definiera como �la imagen de la decadencia humana�. Laura fue echada hace dos lunes, bajo acusación de guardarse para sí sus ocho condimentos. Fueron delatados por sus coequipers, una vez que partieron. Una audiencia de más de 20 puntos se enteró de sus miserias. Consuelo dice sobre Gastón (que le acaba de entregar, como ofrenda, el talismán protector): �Yo no me quiero contagiar de una persona así�. ¿Cómo remontará el desterrado esa imagen pública?
�¿Les gusta ser famosas?
�Sí, es muy divertido (minientrevista de Marcelo Tinelli a �las gemelas� de �Fugitivos�, programa de su productora).
El costo de la fama repentina puede ser muy alto. Las gemelas nunca dicen que no: parecen dispuestas a todo. Se someten a planos ginecológicos, se dejan tocar, toquetean ellas mismas a otros hombres. Su participación en �Fugitivos� cumple con el perfil a medida del programa: son osadas, inquietas, buscadoras de fama rápida. Ya fueron invitadas a �El show de Videomatch� como entrevistadas y recorrieron varios programas de la tarde. Ellas fueron, primero, sólo participantes, pero ahora vuelven semanalmente a cumplir alguna prueba. Forman parte del staff fijo y renuevan misiones sexuales cada domingo. Disfrutan de una fama rápida que las convirtió en personajes, aunque para eso hayan tenido que besarse en la boca con ancianos o caminar desnudas por el centro de Buenos Aires. Y es apenas el comienzo de un raid que promete ir in crescendo: hasta fin de año quedan nueve pruebas a cumplir. Y a la fama, de algún modo, hay que mantenerla.

 

 
�Marley me produce violencia�

Por Gastón Duprat * 

En Canal 13 o Telefé, la �gente común� es muy filtrada: si les falta un diente, se lo ponen; si los quieren más oscuros, los oscurecen. Están planeados por marquetineros como si se tratara de una propaganda de mayonesa. En nuestro programa eso no pasaba. A mí me hubiera dado mucho pudor enseñarle a la gente lo que tiene que decir o parecer. El participante famoso de �Expedición Robinson� o de �Sorpresa y media� es apenas un canal de comunicación de los productores. A mí me interesa ejercer menos control sobre el producto. En la TV voyeurista, siempre veo la mano del diseñador atrás, y es una mano muy tosca y de trazo grueso. Se liman todas las aristas filosas, y se crea un gordo que no moleste a nadie. En lo personal, cuando escucho a Marley en �Teleshow� hablar de los famosos me produce una enorme violencia: me tengo que ir, aunque me esté divirtiendo. Me da vergüenza ajena que alguien considere a la fama como un fin. Cuanto más famoso, creo, más pelotudo sos. Salvo que seas John Lennon o el Che Guevara.
* Uno de los creadores de �Televisión abierta�.


Fita, la abuelita impiadosa

   Una de las abuelas "famosas" de "Televisión abierta"
El programa "inventó" figuras parodiando el star system.

La abuela Fita, consagrada en el �99 por �Televisión abierta�, se volvió brevemente famosa por su cinismo. La abuela de Bahía Blanca impactó porque empezó a hablar de todo lo que le preguntaran con un estilo frontal, severamente crítico de la TV. Podría pensarse que su personaje estaba hecho a medida de la crítica mordaz al sistema de los ídolos televisivos que destilaba aquel programa de Mariano Cohn y Gastón Duprat. �Fita fue ejemplo de la estupidez que significa ser famoso�, dice hoy Duprat. Cualquiera puede serlo: quedó demostrado en su ciclo. Basta que alguien grite, haga ademanes y provoque con frases contundentes para que rompa la monotonía. Concluye su creador: �Hasta podría ser una columnista de �Rumores��.

 

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