Por Martin Kettle * Desde Washington El desenlace de las elecciones norteamericanas de la semana próxima depende de cómo reaccionen los votantes a revelaciones de último minuto en el sentido de que el candidato republicano George W. Bush fue arrestado por manejar borracho y ha ocultado el hecho por 24 años. Las noticias del arresto de Bush en Maine eclipsaron ayer la cobertura de todo el resto de los hechos de campaña después de que fueran divulgadas por un canal de televisión local de Portland, Maine. Habiendo ocultado su arresto por cerca de un cuarto de siglo, Bush fue forzado a cambiar de rumbo cuando se conoció la noticia, y eligió enfrentar el asunto en forma directa en un discurso en Grand Rapids, Michigan. �Durante el transcurso de la campaña se ha vuelto claro para el pueblo norteamericano que cometí errores en mi vida �dijo Bush a su audiencia�. Pero estoy orgulloso de decirles que he aprendido de esos errores�, agregó. Bush fue arrestado cerca de la casa de veraneo de su familia en Kennebunkport, el 4 de setiembre de 1976, cuando tenía 30 años. La policía había visto que su automóvil hacía zigzags sobre el camino. Bush llevaba tres pasajeros, su hermana Dorothy y el ex campeón de Wimbledon John Newcombe y su esposa. Bush se declaró culpable ante la corte, le aplicaron una multa de 150 dólares y su licencia de conducir en Maine fue suspendida por 30 días. Es el tercer arresto que se le conoce a Bush. En 1966, cuando era un estudiante en Yale, fue acusado de mala conducta tras robar un árbol de Navidad mientras estaba borracho. Luego la acusación fue descartada. Al año siguiente lo arrestaron en Nueva Jersey por mala conducta después de un partido de fútbol entre estudiantes. Se le dio una reprimenda. En 1996, los periodistas preguntaron a Bush si alguna vez había sido arrestado por manejar borracho. En esa ocasión, se limitó a contestar que �de joven, no tuve una conducta intachable�. Ayer, mientras Bush trataba de evitar que la noticia aminorara la velocidad de su marcha hacia la victoria el martes próximo, sus asesores trataron de desviar el foco con acusaciones de tácticas sucias por parte de los demócratas. �Creo que los norteamericanos están cansados de esta clase de políticas�, dijo Karen Hughes, la vocera de Bush. La fuente de la primicia fue Tom Connolly, un abogado de Portland y activista local del Partido Demócrata que se postuló a la gobernación de Maine en 1998. Connolly dijo que había estado en el tribunal local el jueves y que se le había entregado una copia de los registros de la corte en el caso de Bush, que luego entregó a un periodista. �No es una treta sucia contar la verdad�, dijo Connolly. En los últimos años, las revelaciones sobre el pasado de los políticos alcanzaron un punto de saturación en Estados Unidos, como cuando el mismo Bill Clinton aceptó que había fumado marihuana en los �60. Y de mentiras, ni hablar: el caso Lewinsky, otra vez con Clinton como protagonista, habla por sí solo. Quizás por ello, la campaña de Gore negó cualquier papel en la filtración. �No tuvimos absolutamente nada que ver con esto�, dijo Chris Lehane, el vocero de Gore. Las encuestas de opinión realizadas antes de la noticia mostraban a Bush aventajando a Gore por entre uno y seis puntos. * De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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