Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

KIOSCO12

OPINION
Pepe tiene razón, como siempre
Por Quique Pesoa


Sin profundizar en la desmesura de la respuesta publicada ayer en este mismo diario, con motivo de una equivocada declaración mía en una nota publicada el martes pasado, debo admitirlo... cobré mis honorarios de Radio Municipal un tiempo después de haber renunciado. En realidad, la renuncia sirvió para cobrar, ya que sin ella no lo hubiese logrado. Pero claro, Pepe no entiende de estas cosas porque posee esa magnífica cintura negociadora que lo hace permanecer y transcurrir. Jamás renunciaría a nada. También acierta con lo de mi esposa. Ya en 1990 yo era incapaz de hacer algo sin ella.
Es cierto que, en aquella oportunidad, pasaron cinco meses y no cobrábamos lo que nos correspondía. Lo que no me consta es si Pepe nos acompañaba negándose a cobrar su sueldo, apoyando así con el cuerpo su brillante explicación sobre los �tiempos municipales�.
Recuerdo las asambleas realizadas entre todos los damnificados para analizar los comportamientos a seguir. Creo que yo era el único que proponía reaccionar de alguna manera. Siempre viví con orgullo mis portazos. Fueron dados para mantener aunque sea un jironcito de dignidad. Pero claro, esto no sé si él lo va a entender. Aunque en algo se equivoca. De Radio del Plata no me fui. Me dejó de lado Alberto Veiga, el director, con sus actitudes taimadas y quizá, de esto no puedo estar seguro, también empujado por algún facho de turno que se espeluznaba con mis opiniones sobre temas sensibles.
Tampoco me �fui� de América TV, toda vez que el cambio de horario del programa �100 años� encubría algunos desagrados por parte de vaya a saber qué ignoto capitoste, en relación a algunos conceptos vertidos por mí al relatar parte de nuestra historia reciente. En tanto en Canal 7, se quedaron sin dinero para producir el programa �Doble click� y propusieron entonces que me busque mis propios anunciantes. Allí debí haber consultado con Pepe, ya que para mí ésta es una tarea novedosa y él cuenta con una especial destreza en estas lides. En definitiva, no sólo debo reconocer que cobré mi dinero en la Muni sino que debo estar agradecido porque fue, a no dudarlo, Pepe Eliaschev quien me dio de comer en aquella oportunidad.
Sólo dos �sí digo� más. Me ennoblece que me compare con Chacho Alvarez. Fue justamente Chacho el único por estos tiempos que hizo un verdadero gesto sincero. Por último, y ya que Pepe se arroga a sí mismo el derecho de decidir quién es periodista y quién no... ¿me dejará serlo si se lo pido de corazón...?

 

 

PRINCIPAL