Por Fernando Almirón Las dos mil quinientas personas que mantenían cortada la Ruta 3 a la altura de Isidro Casanova saludaron con un prolongado aplauso, ayer a las dos y media de la tarde, el acuerdo firmado con el gobierno nacional y provincial por el que se les concede buena parte de las demandas que originaron el piquete que no sólo alimentó el fuego en una esquina de La Matanza. La solución del conflicto llegó en viaje directo desde la quinta presidencial de Olivos hasta el castigado partido del Gran Buenos Aires, el viernes por la noche. El diputado aliancista Marcelo Stubrin ingresó a la sede municipal de La Matanza resuelto a terminar de inmediato con el conflicto, tal como se lo había encomendado el presidente Fernando de la Rúa en persona. La convocatoria a un paro nacional activo que amenazaron decretar este lunes la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la CGT disidente que conduce Hugo Moyano en adhesión a los desocupados de La Matanza apresuró los tiempos en el Gobierno. La administración provincial también debió abrir la mano. La negociación final del conflicto comenzó el viernes a las once de la noche en la sala de situación de la intendencia de La Matanza y terminó recién ayer, pasadas las cuatro de la madrugada. Las partes involucradas, el intendente Alberto Balestrini, el gobierno provincial representado por Felipe Solá, los líderes del piquete Luis D�Elía y Juan Carlos Alderete, y Stubrin como delegado presidencial, sabían que ya habían entrado en tiempo de descuento y que tenían que buscarle una salida al piquete para que la Ruta 3 no amaneciera el lunes todavía cortada. El viernes por la tarde, en Olivos, el Presidente analizó junto a un grupo de colaboradores la situación originada en Isidro Casanova. En principio los funcionarios del Ministerio del Interior habían desestimado la importancia de la medida, la que según ellos era fogoneada por los punteros políticos del intendente matancero Alberto Balestrini, y resultaba funcional a la necesidad de aportar nuevos argumentos a la cotidianas declaraciones mediáticas del gobernador Carlos Ruckauf. Según fuentes de Interior, el argumento era que, si el Ejecutivo nacional se mostraba débil en estas circunstancias y salía a apagar el incendio generado en un municipio, en realidad estaría alentando la generación y multiplicación de reclamos similares en cualquier otro punto del país. Es por eso que la cartera política intentó primero desgastar a los piqueteros apostando a que perdieran el apoyo al corte de la ruta y de la vía de los pobladores de La Matanza. Al mismo tiempo, buscaban negociar una solución mediante un acuerdo con la provincia para evitar aparecer lidiando directamente con los manifestantes. �Si esto no se resolvía durante el fin de semana, tanto Ruckauf en la provincia como De la Rúa en la Nación se iban a encontrar con un país al que ellos le pusieron el fósforo para que se prenda fuego�, sintetizó uno de los líderes del piquete, el dirigente de la CTA Luis D�Elía. Lo cierto es que los desocupados de La Matanza lograron un acuerdo que responde a buena parte de sus demandas. El acta que firmaron en la madrugada de ayer el vicegobernador Solá, el intendente Balestrini, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, el viceministro de Desarrollo Humano, Gerardo Morales, y los dirigentes de base Juan Carlos Alderete, Eduardo Steinbrun, Miguel Angel Federico y D�Elía, establece que: El gobierno nacional se compromete a respetar 6400 planes Trabajar a los que les sumará otros 2 mil durante el mes en curso. La provincia reforzará con 5 mil planes �Bonus� y 2500 �Segunda Oportunidad� los planes de empleo transitorio destinados a La Matanza. La Nación aportará 1.250.000 kilos de alimentos secos durante los próximos doce meses. La provincia aportará otros 420 mil kilogramos adicionales y el gobierno municipal asegurará la provisión de 1.400.000 kilos de alimentos frescos durante el mismo período. El gobierno nacional destinará dos millones de dólares en concepto de Aportes del Tesoro Nacional al Consejo de Emergencia creado en el municipio, que serán destinados a la adquisición de medicamentos, herramientas y materiales para que los trabajadores transitorios puedan llevar a cabo sus tareas. Ayer se levantó el corte de ruta en La Matanza. La solución de la crisis, que superó el mero hecho local, demandó poner en juego a la mejor muñeca política tanto del oficialismo como de la oposición, Stubrin y Solá, que se preguntan cuánto falta para que todo vuelva a comenzar.
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