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Argentinos movidos por la fe
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| Página 12 en Italia Por Laura Términe Desde Roma 
Ante políticos de todo el mundo, incluyendo una bien nutrida delegación argentina (500 personas, el diez por ciento de la concurrencia mundial), el papa Juan Pablo II pidió a la clase política que actúe a favor de los más desposeídos para promover una sociedad que brinde iguales oportunidades para todos y que haga prevalecer leyes justas y solidarias por encima de las reglas del mercado salvaje. El senador Mario Losada, que habló durante tres minutos delante del Pontífice, destacó el valor de la vocación política y continuó un discurso en perfecta sintonía con las palabras del Santo Padre, como si nunca hubiese ocurrido el reciente escándalo de coimas en el Senado que lo terminó catapultando a la presidencia de la Cámara alta. En la primera jornada del Jubileo de los Políticos, que reunió en la sala Pablo VI del Vaticano a 5000 representantes de 92 países para discutir la reducción de las deudas externas, el ejercicio de los derechos humanos y el respeto a la libertad religiosa, en la delegación argentina todavía hacía ruido el miniescándalo creado en torno de la numerosa cantidad de sus integrantes. Varias legisladoras de la Alianza y del peronismo aclararon a este diario que cada político había pagado su propio pasaje �alrededor de 1000 pesos, incluyendo la estadía� y que muchos habían desembolsado dinero para llevar a Roma a cónyuges e hijos. �Hasta Losada pagó su pasaje�, dijo el senador peronista Hugo Sager. �El Congreso no nos facilitó nada, la comisión bicameral para el Jubileo es la única que no tiene presupuesto, hasta las fotocopias las pagamos con dinero de nuestros bolsillos�, se quejó la diputada de Acción por la República Fernanda Ferrero, mientras el personal de seguridad del Vaticano pedía que se desalojara la sala. �Buen Jubileo, buena estadía en Roma, y hasta mañana�, se despidió un lúcido y sereno Juan Pablo II con los brazos en alto, rompiendo el protocolo, mientras desde la platea, la delegación argentina gritaba: �Juan Pablo II, te quiere todo el mundo�, contagiando a sus colegas latinoamericanos. Tanto entusiasmo distaba realmente miles de kilómetros de los piquetes en las rutas argentinas y las protestas sociales, de las que por unos días los políticos que desembarcaron en Roma tomaron prudente distancia. Durante su discurso en italiano, el Papa pidió a los cristianos que actúan en política de hacerlo �desinteresadamente, no buscando el interés personal o de su partido, sino el bien de todos y de cada uno, en primer lugar, naturalmente, el bien de los que viven en la sociedad más desfavorecidos�. Después, Juan Pablo II aseguró que la Justicia �debe ser la preocupación esencial de un político� y criticó la globalización de los mercados que hace a los países desarrollados más ricos mientras los países pobres �tienden a hundirse en formas de pobreza siempre más penosas�. El Papa realizó además una apelación a favor del derecho a la vida �desde la concepción a la muerte natural� y pidió a los legisladores presentes de no contribuir a votar leyes contra esos principios. Emocionado y con tono de arenga política, Losada �que después pasó el microfóno a Mijail Gorbachov� lamentó el peso del �endeudamiento irresponsable� que �pone en juego la calidad de nuestras democracias al haber tantas exigencias sociales insatisfechas�. El senador radical pidió una �economía mundial más justa� y �un esfuerzo responsable para rescatar a nuestros pueblos de la desesperanza y la exclusión a la que los condena el peso de la deuda�. Después expresó el concepto de defensa de la vida �contrario al aborto� que sostiene el gobierno argentino. �El Papa me felicitó en castellano por los consejos de mi discurso�, dijo el senador al final del día y calificó las palabras del sucesor de Pedro como excelentes. �Nos dio buenas recomendaciones�, terminó sonriendo. No todos los miembros de la delegación estaban presentes mientras el Papa Wojtyla desgranaba sus conceptos. Algunos se introducían con la credencial colgada que delataba el país de origen y eran obligados inmediatamente a sentarse por los miembros de la seguridad. �Me dolía un poco la cabeza y me fui a reposar un rato al hotel�, le dijo a esta cronista Luis Astesano, diputado provincial de Tierra del Fuego. Minutos después, los políticos desalojaban el Vaticano en busca de alguna trattoria romana. En tanto, Astesano invitaba a una chica a Planet Hollywood, el conocido bar de Bruce Willis donde había decidido iniciar la noche.
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