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PIDEN INVESTIGAR LOS CONTRATOS DE ILUMINACION EN SAN MIGUEL
Denuncian los farolitos de Rico

 

El Consejo Anticorrupción de San Miguel denunció al intendente carapintada por la licitación de postes de luz. Acusan de que no se pusieron nuevos sino usados que ya pertenecían a la ciudad.

Por Laura Vales

t.gif (862 bytes)  Fue una licitación muy cara. Cuando Aldo Rico presentó su proyecto para iluminar las calles de su municipio, la oposición denunció que se estaba a punto de pagar más del doble que los valores de mercado y dio números concretos: en San Miguel, un poste de luz que valía 350 pesos se compraría a mil. La adjudicación fue aprobada igual por la mayoría riquista del Concejo Deliberante. Ahora el resultado de las obras es investigado por la Justicia. Una denuncia del Consejo Anticorrupción de San Miguel señala que la intendencia compró, como si fueran nuevos, los viejos postes de alumbrado del municipio, que el concesionario sacaba de un lado, reciclaba y ponía en otro. Un perito constató que el tendido eléctrico es inseguro. Y se sospecha que un entramado de testaferros vincula la firma a cargo de los trabajos con otras que se beneficiaron de licitaciones anteriores.
El alumbrado público es uno de los caballitos de batalla de la gestión de Rico en San Miguel. La licitación se hizo en febrero del año pasado, con un presupuesto original de 9 millones de pesos, que trepó a trece millones y medio sin ninguna explicación oficial cuando se adjudicó la obra a la empresa Norval S.A.
Además del precio, los concejales de la Alianza sospecharon desde el principio que la empresa ganadora de la compulsa tenía vinculaciones con otras firmas que también habían ganado licitaciones en San Miguel. Entre ellas, con Torsby S.A., encargada de la recolección de los residuos domiciliarios. Al menos las dos firmas guardaban sus camiones en el mismo lugar, en el cruce de la Ruta 8 y el Camino del Buen Ayre. Nadie conocía, por otra parte, a las empresas que compitieron con Norval en la licitación.
Los pedidos de informes al respecto no obtuvieron respuesta. Pero el mes pasado el Concejo Anticorrupción de San Miguel, que preside la diputada provincial Graciela Podestá, recibió datos concretos sobre la existencia de columnas de alumbrado que el municipio habría pagado como nuevas cuando en realidad no lo eran. Y se decidió comprobarlo en el lugar.
Acompañados de un perito y ante escribano público, se hizo un relevamiento de las obras. Raspando la superficie de los postes aparecieron antiguas capas de pintura que señalaban que no eran tan flamantes como se creía. En otros casos el procedimiento ni siquiera hizo falta, porque las columnas tenían a la vista gruesas marcas de soldaduras y abolladuras.
En su recorrida, un especialista contratado al efecto señaló además “irregularidades en los dispositivos de descarga a tierra, cables que cuelgan un metro y medio más abajo que la altura mínima exigida” y la utilización de materiales “de marca distinta a la que se contrató, es decir, mucho más baratos que los que se pagaron”.
La denuncia fue elevada a la Procuración bonaerense. En ella se apunta a la responsabilidad de la municipalidad, que debió haber controlado el avance y la calidad de los trabajos. Y se apunta a las vinculaciones entre un grupo de empresas proveedoras del municipio.
Los denunciantes señalan que Norvar S.A. quebró poco tiempo después de ganar la licitación del alumbrado público. Lo mismo sucedió con la encargada de la recolección de los residuos, Torsby S.A. Los dos paquetes pasaron a manos de una misma empresa: Covelia S.A.
A poco de andar, por esas cosas del destino, Covelia S.A. fue contratada por el Ejército para instalar columnas de alumbrado en el perímetro de Campo de Mayo.
La sospecha es que también allí fueron a parar los postes municipales reciclados. “Por la información que recibimos y el relevamiento, creemos que se pueden haber vendido de esta manera cerca de cinco mil columnas de luz”, puntualizó ayer Podestá.
La diputada también señaló que, cuando se llamó a licitación, el municipio ni se tomó el trabajo de dejar asentadas la cantidad de columnas que ya existían en sus calles. Los delitos investigados son defraudación contra el fisco, hurto, estafa en perjuicio del Ejército e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

 

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