Por
Eduardo Videla
Podría
decirse que hay otra Buenos Aires detrás de los carteles publicitarios.
Y también se podría afirmar que esa parte oculta de la ciudad,
de a poco, está por verse. El gobierno porteño comenzó
a implementar el denominado plan de veredas libres, por el
cual se retirarán las columnas publicitarias que se levantan en
las veredas y avanzan, en forma ilegal, sobre la calzada. Si el propietario
del comercio accede voluntariamente a la iniciativa antes del 31 de diciembre,
una cuadrilla retirará sin cargo los letreros; después de
esa fecha, se cobrará un honorario por ese servicio. También
está en marcha otro programa que prevé la recuperación
de los frentes en centros comerciales como la calle Florida y las avenidas
Santa Fe, Corrientes, 9 de Julio y Rivadavia, deslucidos hoy por letreros
y marquesinas que han crecido en forma descontrolada.
El objetivo es recuperar los espacios públicos de la ciudad,
que se han ido deteriorando por la falta de controles y de normas actualizadas,
dijo a Página/12 el arquitecto Juan Carlos Poli, coordinador de
la Unidad Espacio Público del gobierno porteño. Desde su
creación, el 14 de setiembre último, esa unidad emprendió
una verdadera cruzada para reordenar la cartelería en la vía
pública. Los comerciantes compiten para ver quién
pone el cartel más grande y no se dan cuenta de que al final la
gente no puede ver ninguno, se quejó el funcionario.
Como experiencia piloto, se realizaron en los últimos días
operativos de remoción de columnas con carteles publicitarios en
la avenida Santa Fe, entre Azcuénaga y Juan B. Justo. En esos procedimientos,
los equipos del gobierno porteño no encontraron mayor resistencia
por parte de los comerciantes. La mayoría sabe que está
en infracción y no pone objeciones al retiro de los carteles,
aseguró Poli.
A partir de esta semana, la Unidad Espacio Público extenderá
el programa veredas libres a toda la ciudad. En una
primera etapa se invita al retiro de los carteles y, si el vecino accede,
el trabajo corre por cuenta del Gobierno de la Ciudad. Luego, el retiro
quedará a cargo del responsable, mientras que en una tercera etapa,
la tarea será realizada por el gobierno, con cargo para el frentista,
explicó Poli.
Los carteles tipo jirafa, que avanzan sobre la calzada, están
prohibidos por la ordenanza 52.177. Tampoco están permitidos los
instalados sobre las veredas, que no dejan un mínimo de un metro
de distancia respecto de la línea de alumbrado y de arbolado.
La recuperación de veredas continuará con la eliminación
de maceteros, prohibidos por la reglamentación, que ocupan indebidamente
espacios de la vía pública y reducen el área de circulación
de peatones. En cuanto a las veredas ocupadas por mesas y sillas de bares,
confiterías y restaurantes, se buscará llegar a un
acuerdo con los comerciantes, para aumentar el espacio de circulación,
hasta que se dicte una nueva norma que fije nuevos límites,
aseguró Poli.
La batalla por la recuperación de espacios públicos se librará
también en parques y plazas, diezmados por la publicidad ilegal,
como es el caso del Parque Tres de Febrero, en Palermo. Además,
se está estudiando la creación de nuevos espacios verdes.
Para eso, la Unidad Espacio Público pidió a los centros
de Gestión y Participación que propongan en qué lugares
de su jurisdicción puede crearse una nueva plaza.
El intento de cambiarles la cara a los espacios públicos no queda
ahí: también se buscará mejorar la estética
de los frentes, poniendo prolijidad en el desorden de las marquesinas.
Estamos trabajando frente por frente: les proponemos a los comerciantes
distintas soluciones para mejorar la imagen de su local, a través
de fotografías simuladas por computadora, para que vean cómo
quedaría el frente limpio; todo esto sin ningún costo,
dijo Poli. Las tareas se complementan con el Plan de Recuperación
Integral de Avenidas, que incluye a Santa Fe, Corrientes, Avenida de Mayo,
Rivadavia y la 9 de Julio, y cobija también a la peatonal Florida,
un verdadero símbolo de la contaminación visual.
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El
Burger de Santa Fe y Ecuador, antes y después.
El cartel que avanzaba sobre la calle fue retirado.
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El
nuevo mobiliaro urbano
Las acciones para recuperar los espacios públicos
se complementarán con una nueva ley y una licitación.
Por un lado, la Unidad de Espacio Público está redactando
un nuevo Código de Publicidad en la Vía Pública.
El código actual, sancionado en 1986, es una recopilación
de antiguas normas y está desactualizado, porque fue pensado
para las tecnologías artesanales y no tiene en cuenta las nuevas
modalidades, dijo el titular de esa Unidad, Juan Carlos Poli.
En segundo lugar, se está trabajando en la redacción
de los pliegos para la licitación internacional del mobiliario
urbano en toda la ciudad, que involucra la renovación de la
cartelería, paradas de colectivos, puestos de flores y cestos
de basura, entre otros accesorios. La licitación, que sería
convocada entre enero y febrero próximos, será posible
gracias a la ley sancionada en la polémica sesión del
4 de agosto aprobada por pedido expreso del entonces jefe de Gobierno
electo, Aníbal Ibarra. El proyecto generó resistencias
de los empresarios vinculados con la publicidad en la vía pública,
que se oponían al carácter internacional de la licitación.
Los legisladores atendieron sólo en parte el reclamo: se priorizará
a las empresas locales en caso de una igualdad en las ofertas. |
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