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El fantasma de Chernobyl en una central de Siberia

Investigadores rusos y norteamericanos detectaron �niveles asombrosos� de radiación en ríos cercanos a un reactor ruso, donde funcionó una fábrica de armas nucleares.

Por Ian Traynor
Desde Moscú

t.gif (862 bytes)  La contaminación radioactiva de los ríos de alrededor de un complejo de armas nucleares top secret ruso, en Siberia, llegó a “niveles asombrosos”, los peores registrados hasta ahora, y está fuera de un “control racional”, declaró un equipo de monitores de radiación rusos y estadounidenses. Después de una expedición de monitoreo en julio y agosto al cerrado complejo de plutonio en Seversk, cerca de Tomsk, en Siberia occidental, los investigadores nucleares rusos y norteamericanos dijeron que habían registrado alarmantes niveles de radioactividad en los afluentes del río Ob, una vía fluvial clave de Siberia. “Nunca encontramos tanta radiación. Es la peor contaminación que hemos visto”, dijo Sergei Pshchenko, un profesor de Novosibirsk, experto en contaminación atmosférica, que encabezó el grupo ruso de la encuesta llevada a cabo por los científicos del Proyecto Gubernamental de Responsabilidad Global. El director del grupo investigador estadounidense, Tom Carpenter, agregó: “Estamos impresionados por los niveles de contaminación.”
Los ecologistas dijeron que encontraron niveles de cesium y estroncio-90 que excedían los niveles de seguridad en los ríos Tom y Romashka, cerca del Complejo Químico Siberiano, una empresa establecida por la ex Unión Soviética en la década de 1950 para producir plutonio de nivel militar para las cabezas de los proyectiles. Pero aún más perturbador, según Pashchenko, es que la vida vegetal en los ríos contiene altos niveles de fósforo-32, que se descompone a las pocas semanas, lo que significa que el efluente era de origen muy reciente, mientras que el estroncio y el cesium podría ser de la década del 60. “El fósforo-32 es un isotopo de muy corta vida y esto significa que son muy frescos,” dijo Pashchenko.
La cerrada ciudad de Seversk es efectivamente un suburbio de Tomsk, una localidad con una población de medio millón de personas en Siberia occidental. Seversk nació en 1949, al comienzo de la carrera de armas nucleares de las superpotencias. Estaba entre los mejores tres lugares para la fabricación de plutonio y uranio enriquecido de nivel militar para el arsenal nuclear de la Unión Soviética durante toda la Guerra Fría. El plutonio era fabricado desde cinco reactores nucleares que fueron comisionados entre 1955 y 1967. “Son reactores muy viejos y muy inseguros,” dijo Igor Forofontov, el especialista en radiación para el grupo de presión ecológico Greenpeace en Moscú.
Los tres reactores más viejos se cerraron entre 1990 y 1992, y con el acuerdo de 1992 entre Moscú y Washington que apuntaba a detener la producción de plutonio, los cinco reactores deberían haber cerrado para este año. Pero dos de ellos todavía están operando, proveyendo de electricidad y calefacción a Tomsk. “Las autoridades no tienen ninguna intención de cerrarlos,” dijo Forofontov. Una explosión sacudió la planta en 1993 lo que resultó en la emisión de grandes cantidades de radioactividad. Forontov también dijo que grandes cantidades de radioactividad se filtraban a la tierra y al agua de la región por el hábito de guardar los desperdicios de los reactores en forma líquida y después bombearlo a la profundidad de la tierra.
El verano pasado, los monitores rusos estuvieron dos meses visitando las instalaciones de producción del más sensible material nuclear, uno de los legados más peligrosos de la era soviética, en Chelyabinsk, Krasnoyarsk,
Novosibirsk y Tomsk. Pero los descubrimientos de los ecologistas en Tomsk fueron los más alarmantes. “Los desperdicios nucleares se conducen por cañerías directamente al medioambiente,” dijo Norm Buske, uno de los investigadores norteamericanos, también oceanógrafo y físico. “Esto no se ha hecho en ningún lugar en el mundo desde la Guerra Fría.” Los monitores no pudieron señalar con exactitud la fuente de la polución porque no tuvieron acceso a la planta secreta. Pashchenko y 10 de sus colegas fueron detenidos durante seis horas para ser interrogados por la FSB, la herederade la KGB, mientras estaban haciendo investigación alrededor de Novosibirsk, el verano pasado.
En Seversk les dijeron que la ciudad estaba cerrada, pero que podían llevar a cabo la investigación en los ríos a unas pocas millas de ahí. Los ecologistas encontraron pescado contaminado con radioactividad con más de 20 veces el nivel de seguridad.

De The Guardian de
Gran Bretaña.
Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

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