Por
Silvina Friera
El
escritor italiano Massimo Carlotto puso el dedo en una herida abierta
que pocos se atreven a escarbar: la complicidad de la Iglesia Católica
argentina con los militares durante la última dictadura militar.
Pero Carlotto, que llegó a Buenos Aires para presentar su libro
Le irregolari, Buenos Aires horror tour, en el marco de la Tercera Edición
del Festival Italoargentino Un puente, dos culturas, fue más
preciso en sus denuncias e hizo hincapié en el ex nuncio apostólico
en la Argentina en los años de plomo, Pio Laghi, actualmente encargado
mundial de la educación de los jóvenes en el Vaticano y,
defendido, según él, por la modelo Valeria Mazza.
Sobrino de Estela, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, el escritor
italiano sostuvo que Laghi está en campaña por el
papado, dispuesto a todo por el premio mayor: ser el guía espiritual
de la Iglesia Católica. Consiguió el apoyo de la congregación
de la Madre Teresa de Calcuta y de los obispos de Emilia-Romana, zona
comunista por excelencia. Valeria Mazza habla de la santidad de Laghi
en todos los canales de televisión italianos. ¿Cómo
puede ser que sea el responsable mundial de la educación de los
jóvenes católicos?. El estupor que produjeron sus
palabras en el público que asistió a la presentación
en el Centro Cultural San Martín fue seguido de un repudio unánime
hacia la postura de la blonda y famosa modelo argentina. Carlotto siguió
con su caracterización del ex nuncio apostólico: Es
un cura diabólico, que en las salas de tortura ponía retratos
de Hitler y la Virgen María. Lamentablemente, en Italia hay un
pacto de silencio: de esto no se puede hablar, no hay ningún periódico
que vaya a publicar la verdad sobre quién es Laghi y su rol en
la represión.
Al margen
de estas palabras, que subieron los decibeles de la charla, en el San
Martín se podía palpar una alegría contagiosa, que
obedecía a varios motivos. Estela Carlotto comentaba a quien quisiera
escucharla, alternativas del resultado de un ADN que confirmó el
caso número 70 de un hijo de desaparecidos, Gabriel Cevasco, que
se encontró a sí mismo. La institución
que preside acaba de cumplir 23 años de lucha y ella se mostraba
contenta, además, porque estaba acompañada por un Carlotto,
con el que comparte mucho más que el apellido y el parentesco.
Le irregolari... sintetiza las batallas cotidianas de las Abuelas y Madres
de Plaza de Mayo en la búsqueda de hijos y nietos. El libro
de Massimo cuenta nuestra historia, con la frescura de las palabras de
un joven de la edad de mi hija Laura, comprometido política e ideológicamente.
Esta es su mejor contribución para el esclarecimiento de la historia
argentina .aclaró Estela. Lo hizo en un momento en que el
juicio en Roma necesitaba de la comprensión del pueblo italiano.
La presidenta de Abuelas le entregó a Massimo una medalla con el
logotipo de la institución, en reconocimiento a su colaboración
desinteresada con la causa.
El sobrino Carlotto, en diálogo con Página/12, expresó
que Argentina experimentó un método represivo complejo,
desconocido en otras partes del mundo: el de la desaparición de
personas. La dictadura exportó un modelo de tortura, basado en
el perfeccionamiento del secuestro, los campos de concentración
clandestinos, los chicos tratados como botín de guerra, el homicidio
y el ocultamiento de los cadáveres. Carlotto nació
en Padova en 1956 y actualmente reside en Cagliari. Es autor de numerosos
libros, que recorren un amplio arco genérico, desde la denuncia
política a la novela negra. Títulos como Fuggiasco, La veritá
dell Alligatore, Il mistero di Mangiabarche, constituyen parte de
su vasta producción literaria. Le irregolari resume el drama
de toda una generación, con la que me siento plenamente identificado,
que adhirió a un proyecto revolucionario que no pudo ser. Muchos
pagaron sus ideales con sus vidas o terminaron en lacárcel,
agregó Massimo. En Chile y Uruguay no conocían la
metodología represiva, la importaron de Argentina, puntualizó
ante un auditorio que escuchaba con atención las premisas de su
reciente publicación en italiano. Respecto del juicio en Roma consideró
que no es suficiente, porque falta aún realizar una reconstrucción
completa y exhaustiva de la metodología del terror en Argentina.
Hay algo ambiguo, muy contradictorio en Europa. Al mismo tiempo
que impulsan los procesos judiciales contra los genocidas, Italia deja
en libertad a Olivera, advirtió el escritor.
El autor de Le irregolari puso también sobre la mesa la cuestión
del papel que desempeñaron los intelectuales argentinos durante
la dictadura. En los diarios italianos publicaban que (Jorge Luis)
Borges almorzaba todos los domingos con Videla, aseguró Carlotto
y abrió el debate para un público interesado en participar.
Alguien mencionó que también Ernesto Sabato se sentó
a la mesa del represor y que la clase media argentina veía en Videla
al hombre que llegaba para poner orden. La fuerza de
la literatura concluyó Carlotto reside en que llega
al corazón de la gente, por eso se convierte en un instrumento
de difusión tan importante. Borges habló muy bien de la
dictadura y contribuyó a su promoción en el exterior.
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