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Por Luis Bruschtein
Los primeros cómputos que se conocieron dieron el triunfo al candidato republicano George W. Bush. El primer resultado oficial que se difundió fue el de un pequeño poblado de montañeses, Dixville Notch, en el estado de Nueva Hampshire, donde Bush obtuvo 38 votos y Gore 18. El otro resultado no fue oficial, ya que se trató de una elección que se realiza siempre en el Harry�s Bar de París entre turistas y residentes norteamericanos. También ganó Bush y dicen que, desde 1943, el resultado en este bar de París coincidió con el de los Estados Unidos. Por el contrario, la opinión pública europea, según lo que se puede leer en los medios periodísticos, es muy crítica hacia el gobernador de Texas. La actriz Susan Sarandon y su esposo Tim Robbins, junto con otros famosos como el cazafantasmas Bill Murray, el cantante de Pearl Jam y Robin Williams, hicieron campaña hasta último momento por el candidato del Partido Verde, Ralph Nader, el defensor de los consumidores y dolor de cabeza de las grandes corporaciones. �Me atrae votar por alguien que yo elijo y no por el menos malo�, declaró la actriz al salir del cuarto oscuro. Los demócratas sintieron la candidatura de Nader como una puñalada por la espalda porque el cuatro o cinco por ciento que puede sacar el Partido Verde saldría de sus posibles votantes. Sin embargo, la paridad en las encuestas funcionó en este caso a favor de los demócratas. Varios de los votantes de Gore entrevistados en Nueva York declararon que les hubiera gustado apoyar a Nader, pero que votaban a Gore para evitar que gane Bush. En Estados Unidos, el tamaño del cuarto oscuro donde se deposita el voto no es más grande que una casilla de teléfono y en algunos casos, ni siquiera llegan hasta el suelo. El tamaño está pensado para el bipartidismo. La idea del aula para el cuarto oscuro está pensada para una elección como las de Argentina donde hay que desplegar 25 o 26 boletas de otros tantos partidos y alianzas como sucedió en la última elección. Como parte de la cobertura periodística de los comicios presidenciales, los canales de televisión pasaron en forma regular bloques con informes de lo que sucedía en Wall Street. Durante todo el día, las acciones más importantes, el índice Dow Jones y el Nasdaq, funcionaron a la baja. Pero no hubo titulares de tipo catástrofe como pasa en Argentina cuando algún político, que no es funcionario ni candidato, sueña con tener dos años sin pagar los intereses de la deuda externa. Y la Bolsa de Wall Street mueve un volumen de dinero que no se puede comparar con la Bolsa de Buenos Aires, que puede ser manipulada por unos pocos operadores. Tampoco hay calificadoras truchas de riesgo que aprovechan la circunstancia política para chantajear en función de sus intereses. Las presiones económicas son más sutiles comparadas con la forma grosera en que se aplican en Argentina. Como los pronósticos anunciaban un índice muy bajo de votantes y las encuestas eran muy parejas para los candidatos, las posibilidades de desempate residían en que aumentara la afluencia de votantes y tanto Bush como Gore insistieron durante sus campañas en este punto. Ayer amaneció lluvioso y frío en la mitad de los estados haciendo temer que todo fuera peor aún que los pronósticos. Los dos candidatos votaron y regresaron a sus domicilios desde donde hicieron numerosos llamados telefónicos para movilizar a sus simpatizantes. Los sindicatos se movilizaron más que en otras elecciones a favor de los demócratas y en el estado de Michigan consiguieron que cerraran las grandes fábricas de Ford, General Motors y DaimlerChrysler. En Chicago se formó una liga de empresas de pompas fúnebres que utilizaron sus limusinas de velorios para movilizar a los electores. Lo más lógico sería tomar una limusina si se va a votar por un muerto. Porque en realidad el de las pompas fúnebres no fue el único toque dark en las elecciones de la principal potencia del mundo. En el estado de Missouri, el candidato demócrata era un muerto. El gobernador de ese estado, Mel Carnahan, murió hace tres semanas junto con su hijo en un accidente de aviación. Como ya era muy tarde para sacarlo de las boletas electorales, el finado siguió de candidato, con la aclaración de que su esposa Jean se haría cargo de reemplazarlo. Un candidato dice que su adversario está muerto cuando se supone que pierde fácil. Sin embargo, desde que murió, Mel Carnahan aumentó cuatro puntos en las preferencias electorales para el cargo de senador por su estado. Los canales de televisión entrevistaron a líderes políticos de todo el mundo sobre sus preferencias electorales entre Bush y Gore. Chinos, cubanos, mexicanos, palestinos y varios europeos insistieron en que no tenían preferencias y que, cualquiera que ganara, no cambiarían los trazos generales de las políticas. Sin embargo, en este mundo unipolar, el interés por estas elecciones norteamericanas fue evidente. En Londres, por ejemplo, inflaron dos grandes muñecos de plástico a orillas del Támesis, en el centro de la ciudad. Un muñeco personificaba a Bush y el otro, a Gore y ambos tenían un inmenso globo inflable en la mano. Durante todo el día de ayer usaron los globos para informar a la gente sobre quién iba ganando. Si los cómputos favorecían a Bush, ponían su globo más alto y al revés si el que ganaba era Gore. Ambos candidatos disputaron el voto latino, el que más ha crecido en los Estados Unidos. A la mañana se vio mucha gente en el lugar donde votó BillClinton en Chappaqua, en las afueras de Nueva York. A esa misma hora, un puesto de votación en un barrio latino neoyorquino estaba casi vacío. Daba la impresión de que gran parte de la población latina era indiferente. La población de origen negro vota mayoritariamente por los demócratas, pero la población latina divide sus preferencias. En La Florida, donde los grupos más recalcitrantes y derechistas del exilio cubano manejan los principales medios de comunicación y tienen gran influencia, el voto latino ha sido tradicionalmente republicano. En Miami, los tíos del balserito Elián salieron ayer a pedir en forma desesperada el voto para Bush. Pero estas posiciones tan duras, favorables siempre a las dictaduras latinoamericanas, provocaron el distanciamiento de la población de origen mexicano, portorriqueño, dominicano y otras, que se inclina por los demócratas. Gore ganaba ayer en La Florida y Nueva Jersey, dos estados con gran cantidad de votos latinos, a pesar de la cerrada oposición de los residentes cubanos.
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