Los docentes de la UBA están sufriendo un doble proceso: cada vez más cantidad de ellos trabajan gratis (hoy son un 37 por ciento más que a comienzos de los �90) y, también, cada vez más docentes rentados se ven obligados a dar clases en otras universidades (son un 87 por ciento más), donde la mayoría ocupa mejores cargos que en la UBA. Ambos problemas se deberían �a la carencia de recursos necesarios�, indicó ayer el rector Oscar Shuberoff, al presentar los resultados del censo docente que realizó la Secretaría de Planificación de la universidad, a cargo de Mónica Abramzon. El estudio reveló que hoy los docentes son 24.508, un 16,86 por ciento más que en 1992, fecha del primer censo. Como contracara de los problemas, aumentó la cantidad de docentes que cursaron o cursan estudios de posgrado, que investigan y que tienen formación pedagógica. A la vez, se incrementó la edad promedio y creció el número de mujeres que enseñan: son más que los varones. 
Más viejos. Una tendencia marcada es el aumento de la edad promedio de los docentes, que pasó de 38 en el �92 a 40 años hoy. En la UBA, a los docentes se los divide en profesores y auxiliares: entre los primeros, la edad media subió de 48 a 50 años. Más notable es el caso de los auxiliares. El promedio tiene 37 años, cuando antes tenía 34. �Hay escasa movilidad por la deficiencia presupuestaria �dijo Shuberoff�. El aumento de los auxiliares es efecto de la imposibilidad de llamar a concursos para que se consagren como profesores.� Pero el dato tendría una faz positiva. �Implica que mejoró la calidad de los auxiliares porque muchos tienen capacidad para ser profesores de mayor categoría.� Como se verá, de hecho ya lo son: aunque en otras universidades.
Gratuitos. Mientras la planta docente creció 16,86 puntos desde el censo de 1992, la cantidad de profesores y auxiliares que recibe un sueldo sólo aumentó 11 puntos. Y pasó de 16 mil personas a sumar 17.903. A la vez, los ad honorem pasaron de ser 4807 a ser 6605: un 37 por ciento más. �El aumento de los docentes rentados es sensiblemente menor que el crecimiento de la matrícula. Frente al amesetamiento del presupuesto, que se mantuvo constante en los últimos años, el aumento de los alumnos debió atenderse con más docentes ad honorem�, explicó Shuberoff. Como contraste, el censo reveló que bajó el número de docentes con dedicaciones simples (la categoría más baja, con sueldos cercanos a los 60 pesos) y crecieron las dedicaciones más altas. En 1992, el 80 por ciento tenía dedicaciones simples, el 11 semiexclusivas y el 9 exclusivas. Ahora, las simples nuclean al 71 por ciento, las semi al 13 y las exclusivas al 11.
Diáspora. Casi uno de cada cuatro docentes que cobran sueldo en la UBA da clases en otra universidad: en esa condición están 3938 docentes, el 22 por ciento de los rentados. Hace ocho años eran el 13 por ciento (2101 personas). Entre los profesores, el porcentaje sube a 33 puntos y, entre los auxiliares, a 15. El dato más llamativo, que redunda en la inmovilidad que se sufre en la UBA, es que tanto el 53 por ciento de esos profesores como el 66 de los auxiliares ocupan en otras universidades cargos de mayor nivel. Incluso, muchos ocupan cargos de conducción. �Esto indica que nuestros docentes son de alto nivel, de una categoría que la UBA no les puede reconocer por la carencia de recursos �señaló el rector�. También muestra que ser docente de la UBA brinda prestigio.� La hipótesis de Mónica Abramzon es que estos valores indicarían que �un porcentaje significativo de los cargos docentes de las universidades de reciente creación estaría integrado por docentes de la UBA�. 
Mejor formados. Un dato que el Rectorado se ocupó de resaltar es la mejora de la formación de los docentes. El 52 por ciento cursa o cursó estudios de posgrado. Esta variable sólo agrupaba al 44 por ciento en el �92. �La mejora del nivel docente tiene que ver con una política académica que buscó modernizar la universidad y elevar la calidad fortaleciendo los posgrados�, proclamó el rector. En los últimos 14 años, la oferta deposgrados pasó de 92 a 206 cursos en la UBA. No obstante, la cantidad de docentes que concluyó estudios de posgrados no varió tanto con respecto al �92: trepó del 29 al 32 por ciento. Aunque el censo mostró que creció el nivel de los posgrados completados: son más doctorados y maestrías, y menos especializaciones. Además, la formación docente abarca hoy a 57 de cada 100 miembros del plantel. Ocho años atrás eran 49 los que habían realizado cursos de perfeccionamiento. También entre los datos positivos se cuenta la mayor participación de los docentes en proyectos de investigación. �La cantidad de investigadores ya era importante en 1992, cuando era el 34 por ciento de los docentes. Y ahora la cifra creció al 43 por ciento�, se ufanó Shuberoff. 
Ellas. En 1992, los hombres eran mayoría en el plantel docente de la UBA: el 54 por ciento. Hoy se invirtió la tendencia y las mujeres son el 51 por ciento. �Obviamente, hay algunas facultades donde siguen predominando los hombres y otras donde hay más mujeres�, apuntó el rector. Entre las primeras se alistan Ingeniería (76,7 por ciento de varones) y Económicas (65,2). Entre las segundas, encabeza Psicología (74,3 de mujeres) y sigue Farmacia (69,6).

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