Por Irina Hauser
�Yo me imagino que si a mi nuera, que era argentina, la trasladaron con más de ocho meses de embarazo a una cárcel clandestina uruguaya, la usaron como un envase para entregar el producto�, dijo ayer el poeta Juan Gelman al reproducir uno de los tramos de la declaración que acababa de hacer en el juzgado de Baltasar Garzón. Gelman llevó a España un documento de cien páginas con un esquema de los represores que intervinieron en el asesinato de su hijo, en el traslado de su nuera embarazada, su parto en un hospital de Montevideo y la entrega de su beba a quienes serían sus padres de crianza. Y pidió el procesamiento de todos los militares responsables. Con el material entregado, además, intenta demostrar la coordinación represiva entre Argentina y Uruguay como parte del Plan Cóndor en los años de plomo.
�Esta es la forma de ir terminando una etapa de búsqueda de mi nieta, y de declaración ante la Justicia�, comentó Gelman a Página/12. Después de una larga investigación que hizo con su mujer, Mara La Madrid, el poeta encontró en Uruguay a fines de marzo de este año a su nieta de 24 años, nacida en cautiverio. Su hijo, Marcelo Gelman, y su nuera, María Claudia Irureta Goyena, habían sido secuestrados en Buenos Aires en 1976 por una patota que los llevó al campo de concentración de Automotores Orletti, el centro de operaciones de la pata argentino-uruguaya del Plan Cóndor.
Declaró ante una oficial del juzgado de Garzón, quien investiga el genocidio practicado en Argentina y Chile durante las dictaduras de los �70. Al comienzo del proceso español, en 1998, Gelman había aportado su testimonio y documentación sobre el robo de bebés. �Entregué un relato con un listado de represores involucrados en el asesinato de mi hijo y del traslado de mi nuera a un local del Servicio de Información de la Defensa (SID), en Uruguay, donde habían llevado a más de 20 uruguayos. El dossier también incluye testimonios de sobrevivientes�, detalló Gelman. �A lo largo de nuestra investigación descubrimos que a mi nieta la depositaron, con el mismo canasto en que la sacaron del local del SID, en la puerta de la casa de las personas que la criarían. Los responsables de eso fueron los militares Ricardo Medina y Jorge Silveira�, añadió Gelman, para explicar que a su entender la beba de María Claudia ya estaba adjudicada de antemano.
Gelman había hecho pública su búsqueda en Argentina con una carta abierta al ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Martín Balza, que fue publicada por este diario. Allí le informaba que el entonces jefe del Segundo Cuerpo Eduardo Rodolfo Cabanillas, había sido el subjefe de Orletti. �A usted le será mucho más fácil que a mí averiguar el destino de María Claudia y su bebé�, escribió. El expediente de la justicia militar, terminó en el juzgado de Adolfo Bagnasco, que nunca citó a Cabanillas quien, de todos modos, fue pasado a retiro al poco tiempo.
El poeta llegó a Uruguay cuando agotó su pesquisa en Argentina. Allí el presidente Jorge Batlle se reunió con familiares de desaparecidos, algo que su antecesor Julio María Sanguinetti no había hecho. Del intercambio de información con Gelman surgió el hallazgo de su nieta. Los estudios de ADN dieron una compatibilidad del 99,7.
Ahora que ya dejó su testimonio en España, la semana próxima Gelman lo hará en los tribunales de Italia, donde también se investiga el genocidio argentino. �Esto es como ir cerrando, aunque todavía falta encontrar los restos de mi nuera asesinada en Uruguay�, dijo.
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