Por Irina Hauser
La Corte Suprema confirmó una condena a dos años y seis meses de prisión en suspenso por el delito de contrabando contra el empresario periodístico Constancio Vigil. El amigo de Carlos Menem y presidente de la editorial Atlántida había logrado ingresar al país un Mercedes Benz con una franquicia para lisiados cuando la importación estaba prohibida. El expediente estaba dando vueltas por los despachos del alto tribunal desde 1997. En el acuerdo de ayer, en un gesto sugestivo, no votó ninguno de los ministros históricamente dóciles a los deseos del ex presidente. A la mayoría de votos contra Vigil, también inhabilitado para ejercer el comercio por dos años, se llegó con la intervención de dos conjueces.
De poco parece haberle servido a Vigil el arrepentimiento que explicitó ante las cámaras del que era su propio canal de televisión (Telefé) al ser denunciado en 1991. Había comprado un Mercedes-Benz de blanco reluciente, usando como prestanombre a Juan Carlos Albarracín, un hombre que había perdido sus piernas en un accidente ferroviario y que trabajaba como ascensorista en la editorial del compañero de golf preferido de Menem.
�Cometí una imprudencia�, admitió Vigil entonces. Eso no influyó en la decisión de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, que lo condenó en abril de 1997. Ayer la Corte ratificó esa sentencia con el voto de los ministros Gustavo Bossert, Enrique Petracchi y Augusto Belluscio, a los que se sumaron los de los conjueces Gustavo Becerra Ferrer (juez de la Cámara Federal de Córdoba) y Luis René Herrero (juez de la Cámara de la Seguridad Social). Ambos conjueces intervinieron en reemplazo de Antonio Boggiano y Carlos Fayt, que se habían excusado.
El fallo estaba listo desde hace varias semanas, como adelantó Página/12, pero algunos jueces como el ultramenemista Guillermo López �al parecer inquietos por el resultado� lo retuvieron varios días para su revisión. Tanto López como el riojano Julio Nazareno, Eduardo Moliné O�Connor y Adolfo Vázquez, en un comienzo se habían expresado a favor de Vigil. Finalmente ayer retiraron sus escritos y directamente no votaron.
Para la mayoría, Vigil no sólo violó las normas aduaneras sino que además cometió �una acabada burla a las facultades de control de la Aduana�. La resolución también ratifica la condena como cómplice de la escribana Ana María Dubovis de García, que firmó el poder por el cual Albarracín concedía a Vigil facultades para usar, administrar y disponer el coqueto rodado importado. A ella la acusan de haber ayudado al empresario, con un documento público, a ocultar que él era el verdadero importador del auto.
En abril de 1992 el juez de primera instancia Manuel García Reynoso sostuvo que las pruebas eran contundentes, e incluso declaró la prisión preventiva de Vigil. El magistrado estimó que, si la operación de compra se hubiera hecho legalmente por algún otro sistema de excepción, el Mercedes hubiera costado 45.000 dólares, pero el astuto Constancio logró que le costara la mitad. La causa luego pasó a otro juez, Horacio Artabe, que se inclinó por absolverlo. Pero los fiscales apelaron y así fue como el caso llegó a la Cámara de Apelaciones, donde además de Vigil y su escribana, fue condenado el ascensorista discapacitado.
Asesorado por Carlos Fontán Balestra �uno de los abogados favoritos de Menem y del ex titular de la SIDE Fernando de Santibañes�, Vigil se defendió diciendo que sólo había cometido una infracción aduanera y que el régimen que prohibía la importación había sido derogado. Pero la Corte refutó todos estos argumentos. La acordada dice, entre otras cosas, que más allá de la derogación de la prohibición de importación subsiste �el núcleo de la norma que reprime el contrabando�.
El caso de Vigil fue la derivación de un escándalo que envolvió a ricos y famosos por la importación trucha de autos aprovechando los beneficios aduaneros para discapacitados. Susana Giménez, Ricardo Darín, Julio Ramos �con más suerte que Constancio, al ser sobreseídos o archivadas suscausas� y el fallecido José �Cacho� Steimberg fueron algunos protagonistas de la trama. Sus autos y camionetas 4x4 terminaron hechas polvo de estrellas en remates.
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