Por Horacio Cecchi
Después de 6 años, 9 meses y 20 días, la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora decidió dar marcha atrás en el caso conocido como �Masacre de Wilde�, en el que once policías de la Brigada de Investigaciones de Lanús fusilaron a cuatro civiles disparando sobre ellos 238 proyectiles. Los camaristas dispusieron revocar el sobreseimiento de dos de los acusados, los ex suboficiales Pablo Dudek y Julio César Gatto, aunque confirmaron el sobreseimiento de los 8 policías restantes �el noveno, Marcos Rodríguez, está prófugo�. La masacre ocurrió el 10 de enero del �94. La policía informó que se trató de un enfrentamiento en el que habían muerto cuatro delincuentes, pero después se comprobó que se trató de un ajuste de cuentas contra una de las víctimas, Enrique Bielsa, por un asunto de drogas. El librero Edgardo Cicutín, que pasaba por el lugar en un auto parecido al de Bielsa, murió de siete balazos. Su familia logró que la Cámara reabriera el caso y devolviera el expediente al juez Emilio Villamayor.
En sus casi cuatro años de extensión, el caso Wilde se enfrentó a una serie de contratiempos judiciales. La causa recayó en primera instancia en la jueza Silvia González. Primero dispuso la prisión preventiva de Rodríguez, Dudek y Gatto, como autores de los disparos. Dos días después de su detención, Rodríguez desapareció de su celda de un modo poco usual: salió caminando. Estaba detenido en la misma Brigada de Lanús a la que pertenecía y jamás volvió a ser hallado. Un mes después de la masacre, en base a los peritajes de Gendarmería que indicaban que no existió tiroteo alguno, la jueza ordenó la preventiva de otros ocho policías. Pero para sorpresa de todos, en noviembre del �94, los camaristas Osvaldo Baccini, Juan Silvestrini y Ernesto Devoto revocaron las preventivas, considerando que no se habían hallado pruebas, y cargó las culpas sobre el prófugo de a pie Marcos Rodríguez.
En abril del �95, siguiendo la misma línea, el juez Emilio Villamayor dispuso el sobreseimiento provisorio. Un año después, los mismos camaristas confirmaron la resolución de Villamayor. El juez finalmente transformó en definitivo el sobreseimiento y cerró la causa.
Pero en el �98, el abogado Ciro Annichiaricco, patrocinante de la familia de Cicutín, logró la reapertura del caso, a partir de las constancias reunidas por el juez Juan José Galeano sobre la vinculación entre el caso de la AMIA y el de Wilde. En escuchas telefónicas, Galeano había detectado que el ex comisario Juan José Ribelli, imputado en el operativo de obtención de la Trafic, reunía fondos para �ayudar a los muchachos de Wilde�. Villamayor no reabrió la causa, pero reanudó las investigaciones sin revocar los sobreseimientos. En agosto del �99, una nueva pericia realizada sobre el Dodge de Cicutín determinó que las balas habían partido desde tres puntos y no de uno como sostenía el juez, que mantenía su acusación sobre el prófugo Rodríguez, sobre quien jamás hizo un pedido de captura a Interpol ni puso en circulación la foto del buscado.
Annichiaricco pidió revocar los sobreseimientos. Villamayor rechazó el pedido, y los familiares de Cicutín apelaron considerando que no podía existir sobreseimiento mientras continuara la investigación. El 30 de octubre pasado, la Cámara se decidió por la revocatoria en el caso de los ex suboficiales Dudek y Gatto, aunque lo confirmó en los casos restantes. El expediente ahora quedará en manos de Villamayor.
FUE DETENIDO AYER: ERA MEDICO EN UN HOSPITAL PORTEÑO
Un pediatra acusado de violar a chicos
Un médico pediatra fue detenido acusado de haber violado y abusado sexualmente de chicos de la calle. El especialista, de 47 años y ex concurrente en el Hospital de Niños Juan María Gutiérrez, fue detenido a partir de una denuncia realizada por la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, de la Secretaría de Promoción Social porteña. El caso fue detectado por profesionales que trabajan con chicos de la calle, después de escuchar a dos menores que entre ellos hacían mención de haber sufrido violaciones. Según el relato de los menores, el médico les ofreció alimentos y ropa y los llevó a su departamento en el Barrio Norte, donde fueron violados. La descripción aportada por los chicos de la calle fue entregada a la Justicia, que ordenó la detención del médico.
�Nuestros profesionales del Caina detectaron una conversación entre dos chicos que habitualmente concurren a ese centro. En ella aludían a eventuales actos sexuales, violaciones y manoseos�, explicó a este diario el secretario de Promoción Social porteño, Daniel Figueroa. �La conversación tuvo lugar hace un año y medio y, a partir de entonces, nuestros especialistas comenzaron a poner atención en la descripción que realizaban los dos chicos.� Según fuentes de Promoción Social, ambos menores coincidieron al detallar al mismo hombre y su lugar de acción, en los alrededores de Plaza Once.
En su relato, los chicos mencionaban que el ahora detenido les ofreció ropas, zapatillas y alimentos, los trasladó a su departamento, en un séptimo piso, sobre la avenida Santa Fe al 3400 y allí, después de entrar en confianza, los violó.
�Cuando tuvimos certeza de lo que había ocurrido, les pedimos a nuestras abogadas de la Defensoría que con esas evidencias presentaran una denuncia ante la Justicia�, sostuvo Figueroa. En diciembre del año pasado se hizo cargo del caso la fiscal 2 de Menores, María Elena Holden. La fiscal reunió más pruebas, determinando que el presunto violador era el médico pediatra José Luis Francos, de 47 años, ex concurrente del Hospital de Niños, pero que no perteneció a la planta médica. Según fuentes policiales, el detenido solía seguir un circuito por la Plaza Once, acercándose a chicos de la calle de entre 12 y 14 años.
Finalmente, ayer la fiscal Holden libró la orden de captura del médico. Una comisión de la Dirección de Seguridad Pública de la Policía Federal concurrió ayer al departamento de la avenida Santa Fe, donde detuvo a Francos, quien fue alojado en la Superintendencia de Investigaciones situada en Madariaga y General Paz.
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