Así como la cúpula política de ETA fue descabezada en su momento (setiembre de este año) en el operativo madrileño Lobo Negro comandado por el juez Baltasar Garzón �y siguió atacando�, la segunda organización armada española más �peligrosa� y responsable de engrosar la larga lista de asesinatos en España fue �desmantelada� ayer en Francia �lo que no garantiza que haya muerto, o por lo menos que no pueda recomponerse�. Siete miembros de los Grapo (Grupos de Resistencia Antifascista del Primero de Octubre, bautizados así en honor al día de su primer atentado, en 1975, contra el franquismo) �entre ellos sus principales estrategas políticos y financieros� fueron detenidos en París y puestos a disposición de la policía antiterrorista francesa. El ministerio español del Interior celebró inmediatamente el arresto de quienes, a la luz de los brutales últimos golpes de ETA, eran el mal menor. El ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó que �se ha desarticulado el Comité Central (máximo órgano de dirección de la organización) del Grapo y asimismo el Comando Central Operativo (encargado de las acciones en el terreno)�. Entre los arrestados se encuentran Manuel Pérez Martínez, �el máximo dirigente de los Grapo�, conocido como �Camarada Arenas�; el responsable financiero de la organización, José Antonio Peña Quesada, y Fernando Silva Sande, buscado desde hace siete años desde que se escapó de la cárcel de Granada. Las siete personas, todas españolas, quedaron detenidas en la sede de la División Nacional Antiterrorista francesa (DNAT), que actuó junto a la Brigada de investigación e intervención de la policía judicial de París en París y en las localidades de Montrouge, Boulogne-Billancourt y Cachan. El grupo de los siete había sido identificado, localizado y puesto bajo vigilancia semanas atrás por orden del juez de instrucción antiterrorista Jean Louis Bruguiere. En los allanamientos a las residencias de los Grapo se encontraron las �pruebas materiales� de sus ataques: 70 detonadores, material explosivo y un texto de reivindicación que publicaron anteayer haciéndose cargo de 15 atentados en este año. Allí reconocían su responsabilidad en una serie de explosiones contra el diario El Mundo de Barcelona �que dejó seis heridos� y varias empresas de trabajo temporario que se produjeron entre septiembre y agosto. Además denunciaba como �injustas, desmedidas y arbitrarias� las reacciones de las autoridades españolas contra ETA. El atentado de bautismo fue el primero de octubre de 1975, cuando asesinaron a cuatro guardias civiles en represalia por la ejecución de cinco militantes etarras y del ya desaparecido movimiento FRAP a manos del régimen franquista tres días antes. Entonces, Grapo se presentó como el brazo armado del Partido Comunista Español Reconstituido (PCE-R), un grupo nacido en Galicia en 1963 de una escisión de la Organización de los Marxistas Leninistas Españoles (OMLE). Más precisamente, como una guerrilla urbana en lucha contra el �estado imperialista� y la �oligarquía financiera�. El año más sangriento de los Grapo fue 1979, cuando asesinaron a 31 personas. Considerado prácticamente desaparecido a mediados de los años ochenta, Grapo revivió sus atentados y secuestros en los últimos años pero a mucho más baja intensidad. Entre 1993 y 1995, los comandos Grapo dejaron sentado un estilo de operaciones que los identifica hasta ahora: asaltos millonarios con armas y bombas a furgones blindados. En 1995 secuestraron al empresario zaragozano Publio Cordón; su familia pagó en París unos tres millones de dólares de rescate pero Cordón no apareció nunca. Este año, los atentados de Grapo fueron en su mayoría frustrados, lo que no evitó que hubiese muertos y enfrentamientos. Las autoridades calculan que en sus 25 años de carrera terrorista Grapo asesinó a unas 90 personas. Casi la misma cantidad de sus militantes y dirigentes fueron detenidos; y la de ayer podría ser apenas una más de las 60 veces que los Grapo fueron desarticulados.
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