Por F.C.
Desde Mar del Plata
El
jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, podría haber
intentado esquivar el tema. Al fin y al cabo había sido convocado
a IDEA para hablar de La competitividad de las provincias,
en este caso de la ciudad de Buenos Aires. Pero a poco de iniciar su presentación
advirtió que quienes buscan la salida del ministro de Economía,
José Luis Machinea, conspiran contra la solidez política
del Gobierno. Hay un reclamo sobre la necesidad de firmeza
política en la conducción, pero una cosa es esta exigencia
y otra que mientras se reclama se debilite la figura presidencial, extendiendo
un certificado de defunción cotidiano para el ministro de Economía,
dijo, frente a un auditorio de empresarios que, se sabe, cada vez disimulan
menos sus ganas de que se vaya Machinea. Igual, Ibarra no echó
todas las culpas hacia afuera y también reconoció los
serios errores cometidos por la política que condujeron al
Gobierno a su actual situación de debilidad.
Ibarra fue el único expositor del Frepaso durante los tres días
que duró el coloquio, lo que dio especial relevancia a su paso
por Mar del Plata, unas horas antes del desembarco de la plana mayor de
la Rosada. Los empresarios invitaron al jefe de Gobierno a almorzar al
restaurante del piso 12 del Sheraton interesados en medir más que
nada la solidez interna de la Alianza y en conocer por dónde anda
hoy el humor del ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez.
Chacho estaba invitado a IDEA cuando todavía era vice, y luego
de la renuncia los empresarios le mantuvieron la invitación. Sin
embargo, Alvarez prefirió emprender unas breves vacaciones en Buzios,
que no cortó pese a la gravedad de la actual encrucijada económica.
Aunque no es lo que piensa íntimamente, Ibarra les aseguró
que la coalición está firme y continuará sin más
contramarchas. En realidad, el jefe de Gobierno cree que Alvarez está
midiendo los tiempos hasta tomar alguna decisión. Y que si el presidente
Fernando de la Rúa tuviera que tomar alguna resolución drástica
por ejemplo, reemplazar a Machinea por Ricardo López Murphy
le daría al ex vice la excusa para terminar de romper la coalición.
Claro que a los empresarios no les dijo nada de esto sino que les pidió
del modo más diplomático posible que cesen las presiones
para un cambio de ministro porque eso, en vez de apuntar a un liderazgo
presidencial más fuerte como reclaman, apunta contra De la Rúa.
¿Usted también piensa que hay una campaña contra
Machinea? le preguntó Página/12 a Ibarra en un aparte.
En general, no me gusta hablar de campaña o de conspiración
porque en estos casos se suele poner como causante del mal algo que está
afuera, cuando desde lo político se han cometido errores que hicieron
que llegáramos a esta situación de debilidad. Pero sí
hay quienes pretenden profundizar los conflictos para debilitar al Presidente
y al ministro de Economía y tratar de imponer estrategias en el
país como si fueran los depositarios del voto popular.
¿A quiénes se refiere?
No se puede generalizar. Hay quienes toman esa posición en
el ámbito económico pero también en el político.
Para algunos puede ser una panacea tener un presidente débil que
haga asumir a un ministro de Economía que les garantice los resultados
que ellos buscan.
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