Por José
Natanson
Fue
un agitadísimo día para Fernando de la Rúa. Por la
mañana trabajó en los anuncios económicos, después
armó un cronograma de reuniones con el bloque oficialista y con
los referentes opositores, más tarde almorzó con funcionarios
y legisladores de la Alianza y, por la noche, salió volando a Mar
del Plata para el cierre del cónclave de IDEA. Todo mientras seguía
puliendo y ensayando el enfático discurso que pronunció
en IDEA y monitoreando las noticias de Salta. Sabe que le están
pidiendo gestos de autoridad política y eso es lo que va a hacer.
Por supuesto, todo en su estilo, resumía anoche una fuente
que compartió parte de un día que pareció eterno
y fue muy largo con el Presidente.
Ayer, bien temprano, De la Rúa se dedicó junto a José
Luis Machinea y Chrystian Colombo a pulir los esperados anuncios económicos.
Mientras tanto, en los despachos oficiales, en el Sheraton de Mar del
Plata y en la city porteña circulaban todo tipo de versiones sobre
las medidas: una generalización y reducción del IVA, un
nuevo recorte del gasto y hasta el despido de 20 mil empleados públicos.
Encerrado en Olivos, De la Rúa diseñaba un esquema de encuentros
con todo el arco político. Comenzará hoy mismo: a las 10.30
recibirá al bloque de diputados radicales, a las 11.30 a los del
Frepaso, un rato más tarde a los provinciales y después
a los cavallistas. Para el domingo, los operadores del Gobierno ya habían
comenzado a gestionar una reunión con los gobernadores de la Alianza
y, después, otra con los del PJ. Las medidas requieren sí
o sí el apoyo de las provincias. Para otras se necesita una ley.
La idea es generar un consenso para que no queden en nada, explicaban
cerca del Presidente.
Al mediodía, De la Rúa se reunió con algunos funcionarios
y legisladores de la Alianza. Además de Colombo, estaban los ministros
de Salud, Héctor Lombardo, de Desarrollo Social, Graciela Fernández
Meijide, y de Trabajo, Patricia Bullrich. También participaron
legisladores radicales, como Mario Losada, Rafael Pascual y Mario Negri
y un puñado de frepasistas: Darío Alessandro, Juan Pablo
Cafiero, Rodolfo Rodil e Irma Parentella.
Lo primero que hizo De la Rúa fue felicitar a los diputados por
el okey de la comisión al proyecto de Presupuesto y pedirles que
apuren el trámite, para que la Cámara trate la ley dentro
de un par de semanas. Es una de las claves de la estrategia del Gobierno,
que quiere tener lista la ley lo más pronto posible para emitir
una señal nítida a los mercados.
Queremos saber cuáles son las medidas, pidieron en
un momento del almuerzo los legisladores, que durante toda la mañana
habían escuchado los rumores, y se tranquilizaron cuando De la
Rúa explicó los ejes del paquete que anunciaría por
la noche. Cuando terminó el relato, el Presidente pidió
a los legisladores del Frepaso que lo acompañaran a Mar del Plata.
Quiere subrayar que la Alianza está firme y que el Frepaso
apoya al Gobierno a pesar de la crisis, evaluaba después
uno de los diputados.
Si se pasan las turbulencias, las perspectivas son buenas,
decía De la Rúa en la mesa de Olivos hasta que otra
vez la realidad volvió a estropear sus planes. El secretario
de Seguridad, Enrique Mathov, interrumpió el almuerzo con noticias
del conflicto en Salta. Es un quilombo. Tenemos que hacer algo,
dijo Mathov, y De la Rúa levantó la reunión.
Frente a la agudización del conflicto en Salta, De la Rúa
pensó en modificar el mensaje que pronunció anoche que
ya había sido grabado y hasta evaluó utilizar la Cadena
Nacional, que incluye a todos los canales de aire. Finalmente lo descartó:
no había tiempo para redactar un nuevo discurso y prefirió
mantener la decisión de hablar sólo por los medios estatales.
Y no hacer ni siquiera una mención a lo sucedido en Salta.
Estaba muy preocupado, señalaba anoche un importante
funcionario. Y sintetizaba el estado de ánimo del Presidente. Todos
sabemos que si esto no da resultado, Machinea está en peligro.
Los tiempos se achican, perolas operaciones de los últimos días
fueron demasiados brutales. De la Rúa está enojado y no
quiere maniobrar bajo presión, explicaba.
Anochecía cuando, rodeado por buena parte de su gabinete, subió
al avión que lo llevó a Mar del Plata, en donde pronunció
un discurso que por momentos logró romper su habitual
tono monocorde.
Habrá que esperar hasta el lunes para ver cómo reaccionan
los mercados ante el nuevo paquete, pero lo cierto es que un nuevo elemento
se sumará al complicado escenario que enfrenta el Presidente: este
fin de semana, después de unos días de descanso en Brasil,
Carlos Chacho Alvarez vuelve a la Argentina.
Todos
critican en el PJ
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Jorge Yoma (senador justicialista):
En el Senado no se tratará la ley de Presupuesto hasta
tanto no haya un acuerdo entre la Nación y los gobernadores
de las provincias argentinas. No se puede aprobar porque el ajuste
pasa por las provincias.
Carlos Reutemann (gobernador
de Santa Fe): Al haber un país que atraviesa una enorme
recesión, en este mundo globalizado se han acentuado las
diferencias en el tema social. Hubo programas sociales que fueron
recortados. Yo había dicho que había que prestarle
mayor atención.
José Luis Gioja
(jefe del bloque de senadores del PJ): Las medidas reflejan
buenas intenciones. Pero algunas preocupan, como la posible eliminación
del régimen previsional. Vamos a esperar para ver cómo
es la implementación, pero los anuncios fueron muy amplios
y aún no tenemos precisiones.
Néstor Kirchner
(gobernador de Santa Cruz): Se dará la discusión
natural entre Nación y Provincia (sobre la ley de Presupuesto).
Pero no será una discusión fácil porque el
tema de los recursos e intereses nunca es fácil. De todos
modos, vamos a hacer un esfuerzo para apoyar al Gobierno.
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