Tres
asaltantes, disfrazados como si fueran policías bonaerenses, intentaron
robar un banco de Temperley, pero llegó una patrulla que realmente
pertenecía a la institución y se generó un violento
tiroteo donde murió un agente y resultó gravemente herido
uno de los delincuentes vestidos de uniforme. El policía fallecido
era el cabo primero Pablo Abraham Martín, de 31 años, casado
y padre de una niña de un año. Martín fue herido
en la cabeza y en el enfrentamiento resultó herido también
el asaltante Alejandro Martino, mientras que fue detenido uno de sus cómplices,
Roberto Melgarejo, de 19 años, y el tercero pudo escapar a pesar
del operativo de seguridad montado en una amplia zona. Con los casos ocurridos
ayer hubo otro hecho en Córdoba (ver nota aparte) suman
136 los bancos que fueron blanco de la delincuencia en lo que va del año.
Melgarejo estaba anoche internado en el Hospital Gandulfo, en estado de
coma 4, luego de recibir un disparo que fue efectuado por el cabo Martín,
antes de caer herido de muerte. El otro delincuente quedó alojado
en la comisaría de Turdera. El intento de asalto contra la sucursal
del Scotiabank ubicada en Hipólito Yrigoyen 11.080 de Temperley
comenzó a las 8.45, cuando los falsos policías convencieron
al uniformado que estaba de guardia, el cabo primero Fabián Gutiérrez,
que ellos eran sus colegas.
El comisario Daniel Rago, jefe de la Delegación Departamental de
Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora, informó a la prensa que
el policía que estaba de guardia había iniciado su labor
a las 8 y esperaba efectivamente a un compañero, motivo por el
cual no se sorprendió con la llegada de tres uniformados que aparentaban
ser colegas suyos. La presunción es que los ladrones conocían
de antemano esa circunstancia y por eso se adelantaron, ya que la llegada
del refuerzo estaba prevista para las 9. Actuaron como si fueran
policías y el agente les abrió la puerta, justificó
Rago.
Una vez adentro del banco, los asaltantes desarmaron al custodio y tomaron
como rehenes a los diez empleados que estaban trabajando en la sucursal.
Para evitar inconvenientes, los llevaron hasta una oficina en el primer
piso del edificio. Dos minutos después de que los ladrones ingresaran
al banco, que todavía no había abierto sus puertas para
los clientes, alguien hizo sonar la alarma y de inmediato concurrieron
al lugar dos patrulleros de la comisaría tercera de Temperley.
El tiroteo se originó de inmediato, cuando los policías
intentaron entrar al banco. Vecinos del barrio comentaron a la prensa
que el tiroteo fue breve, pero muy violento y que se escucharon
más de cuarenta disparos. En un primer momento, como las dos personas
caídas estaban vestidas como policías, se creyó que
se trataba de dos agentes de la Bonaerense, aunque luego se aclaró
la confusión con el relato del suboficial que estaba custodiando
el banco.
La gerencia del banco informó que los asaltantes no llegaron
a efectuar el robo, aunque se realizó un arqueo de caja para
confirmarlo. Hasta anoche no se había informado sobre el resultado.
El ministro de Seguridad, comisario Ramón Verón, y el jefe
de la Bonaerense, Eduardo Martínez, lamentaron la muerte del cabo
Martín y señalaron que los asaltantes actuaron con
cierta impunidad porque estaban vestidos de uniforme y esto les facilitó
las cosas en un primer momento. El padre y el hermano del cabo Martín
también son policías.
Una comisión del Grupo Halcón realizó un rastrillaje
para tratar de detener al prófugo, pero el operativo no había
dado resultado durante el día de ayer. Secundados por un helicóptero,
los efectivos revisaron los techos vecinos y buscaron debajo de todos
los autos estacionados en una amplia zona aledaña.
El ladrón habría escapado en un Fiat Duna blanco y ya estaría
identificado. En el banco fueron encontradas una Itaka, una pistola 11,25
y otras dos calibre 9 milímetros, aunque estas últimas pertenecerían
a los policías que intervinieron en el tiroteo.
EL
BANCO NACION FUE ASALTADO EN 45 SEGUNDOS
La onda express llegó a Córdoba
Tiempo record: 45 segundos para
conseguir entre 12 y 15 mil pesos. El popularizado robo express logró
en Córdoba asestar un nuevo golpe. Cuatro hombres armados, a cara
descubierta, entraron al Banco Nación del barrio San Vicente al
grito de Nadie se mueva. Como en las películas del
género, el único que perdió esta vez fue el banco.
El hombre de seguridad fue golpeado, pero está fuera de peligro.
El ladrón que lo golpeó ahora es buscado intensamente por
la policía: varios testigos pudieron describirlo y contaría
con antecedentes.
Los cuatro bandidos entraron después de las 11.45 a la sucursal
del banco ubicada en Entre Ríos y Juan Rodríguez, en la
capital provincial. Apenas ingresaron, secuestraron el arma del custodia,
ordenaron a empleados y clientes que se tiraran al piso y, con la velocidad
de los rayos y centellas (como en el cine), sacaron el dinero de las cajas.
Cuando habían pasado los 45 segundos y anticipándose a las
patrullas de la policía, se fueron. Huyeron en un auto, presuntamente
un Ford Escort bordó, que otro de los socios tenía preparado
afuera. Antes de desaparecer, para completar el cuadro, decidieron hacer
un disparo al aire. La policía apresuró una explicación
también para ese tiro: Buscaban seguramente atemorizar a
los vecinos que estaban cerca.
Fuentes de la investigación analizaron más tarde la ubicación
del custodia: Estaba en el castillete de guardia y no repelió
a los asaltantes por la gran cantidad de gente que había en el
interior del banco. La policía resaltó que una inmediata
represión habría causado daños mayores.
La investigación avanzó durante la tarde. Fueron sumándose
varios indicios por los que se dedujo que quien golpeó al uniformado
dentro del banco estaría ya identificado porque es una persona
con antecedentes, explicó una fuente policial. Además
de confirmar la ausencia de víctimas, los investigadores indicaron
que el efectivo golpeado se recuperaba en el Policlínico policial.
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