El
agua sigue sin dar tregua a los vecinos del noroeste de la provincia de
Buenos aires. Ayer siguió lloviendo y la situación empeoró
aún más. El panorama más desalentador se vive en
General Villegas, cuyo casco urbano se encuentra rodeado por las aguas
y está gravemente comprometido según relató
su intendente, Gilberto Alegre, en diálogo con Página/12.
El terraplén de defensa ya fue superado, explicó.
Las escuelas rurales de esa zona suspendieron las clases, fueron cortados
los caminos vecinales de tierra y el hospital de la ciudad se encuentra
rodeado de agua. Creemos que estamos ante la peor inundación
de la historia, reconoció el intendente y concluyó:
Con 150 milímetros más, estamos listos. La nota
curiosa de la jornada la pusieron los vecinos de Carlos Casares, también
golpeados por el agua, que hicieron una original protesta: entregaron
botellas llenas de agua de inundación a los automovilistas que
pasaban por las rutas más cercanas.
En General Villegas no hay lugar para la creatividad. Su intendente, de
extracción justicialista, espera algo de ayuda, pero sabe que eso
no alcanza para mucho: Esta tarde (por ayer), estamos esperando
a Domínguez (Julián, ministro de Obras y Servicios Públicos
provincial), que se comprometió a mandar bombas para extraer el
agua, pero son sólo remiendos. Las obras definitivas no se realizan,
se indignó.
Alegre no tiene muchas expectativas, aunque no pierde la fe:
¿Qué tipo de ayuda necesitan? preguntó
este diario.
Lo único que necesitamos es suerte, estamos en la mano de
Dios.
Mientras tanto, en el campo, el agua se sigue acumulando. Unas cien personas
que viven en quintas periféricas a la ciudad de General Villegas
debieron autoevacuarse, pero la peor parte se la llevan los pequeños
y medianos productores. El intendente Alegre consideró que con
la exención de impuestos no les alcanza, directamente ya no tienen
para comer. Oscar Herrero, presidente de la Sociedad Rural de Carlos
Casares, otra de las localidades golpeadas, no dejó dudas sobre
la gravedad de la situación: No podemos levantar el trigo
de este año y recién vamos a poder sembrar en julio de 2001.
Esto significa que hasta diciembre del año que viene no habrá
producción de cereales en la zona, manifestó a este
diario.
En Casares es donde la gente repartió ayer por la mañana
las botellas con agua a los automovilistas que circulaban por las rutas
nacional 5 y la provincial 50, con la idea simbólica de llevarla
a otra parte. Si bien las rutas no fueron cortadas, se produjo un
atascamiento que derivó en una caravana que iba a paso de hombre
a lo largo de cuatro kilómetros. De todas maneras, los conductores
que pasaron por allí toleraron con buena cara la demora. Y todo
esto bajo una intensa lluvia que, pese a todo, no logró intimidar
a los casarenses: los diarios locales estimaron que se reunieron más
de 3 mil personas.
En Pehuajó la situación no es diferente. La localidad de
Nueva Plata quedó aislada porque las aguas cortaron la Ruta Provincial
86, que es su principal vía de acceso. Además, el 90 por
ciento del partido ya está inundado, y con vistas de seguir aumentando
el porcentaje.
Nuevas localidades de los partidos de Rivadavia, Carlos Tejedor y Florentino
Ameghino están siendo amenazadas por las aguas, comunicó
Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, que además comunicó
que habrá nuevos cortes en las rutas provinciales 33 y 226. También
se declaró la emergencia hídrica en distintas poblaciones
de la provincia de La Pampa, aunque cayeron no más de 25 milímetros
de agua. Como la tierra está saturada por inundaciones anteriores,
el caudal bastó para que subieran las napas freáticas y
se desbordaran los pozos ciegos en las localidades de Intendente Alvear,
Metileo y Vértiz.
Para terminar de oscurecer las expectativas, o humedecerlas, el Servicio
Meteorológico Nacional realizó un informe especial, en el
que alertó que las lluvias y tormentas que afectan al noroeste
de la provincia de Buenos Aires continuarán hasta el lunes.
Recién para el martes, completa el informe, la tendencia
indica un mejoramiento de las condiciones climáticas. Justo
el día en que los productores de Carlos Casares tienen prevista
una reunión con el ministro del Interior, Federico Storani, y otra
con el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf.
Fugas
tóxicas en el barco
A través de las imágenes
obtenidas en el fondo del océano por un robot, miembros de un barco
de investigación escocés localizaron dos fugas en el lateral
trasero del Ievoli Sun, el carguero italiano que se hundió
el pasado 31 de octubre en la costa francesa.
El Ievoli Sun transportaba 6000 toneladas de productos químicos
de alta toxicidad, entre ellos estireno, una sustancia cancerígena.
El robot, que pudo actuar gracias al buen clima, mostró al carguero
apoyado sobre su costado izquierdo y reveló manchas plateadas en
la superficie del agua.
El buque había sido catalogado como de escasa seguridad;
aun así, nadie ordenó detenerlo. Tras el hundimiento, el
presidente Chirac exigió explicaciones al gobierno italiano.
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