Hasta el destino parece querer negarle a River Plate la posibilidad de
disfrutar de nuevo una victoria en el torneo Apertura después de
casi dos meses. Esta vez fue la fuerte lluvia desatada sobre Núñez.
Con el gol que había marcado Ortega a los 26, el local se encaminaba
ante Newells a quebrar una racha de seis partidos sin triunfos (5
empates y 1 derrota), pero apenas siete minutos más tarde el árbitro
Juan Pablo Pompei hizo la clásica seña del no va más
en un campo anegado. El juez se tomó 15 minutos, pero al regresar
al césped del Monumental, tras el pedido de los dirigentes de River,
el partido se suspendió definitivamente.
Ahora, por la maldita lluvia, vendrá otro problema, ya que si River
llega a la final de la Copa Mercosur no tendrá fechas disponibles
para completar los 59 minutos que no jugó hoy. El presidente de
River, David Pintado, dijo: Estoy de acuerdo con la decisión
del árbitro; por eso, con el presidente de Newells decidimos
esperar algunos minutos por respeto a la gente que estaba en las tribunas,
pero la decisión de Pompei no se puede discutir.
La posibilidad de completar esta semana se esfumó rápidamente,
ya que Newells deberá completar el martes su partido con
Estudiantes, más allá de que River perderá a más
de medio equipo con los que se irán mañana a los distintos
seleccionados sudamericanos. River jugará el domingo 19 con Racing,
el jueves 23 con Vasco en el partido de ida de la Mercosur, el domingo
26 con Belgrano, el miércoles 29 en Río con Vasco y el 3
de diciembre, por el torneo local, con Almagro en Ferro. Sólo si
pierde en las semifinales de la Copa Mercosur habría una chance
de completar el encuentro antes que finalice el campeonato.
En cuanto al partido, River era un justo ganador hasta la suspensión
ya que había sido más ambicioso aunque, hasta el gol, le
costaba encontrar la profundidad deseada. A los 26 llegó el golazo
de la victoria. Después de que Newells se lo perdiera, un
contragolpe que encabezó Sarabia y que continuó sagaz y
velozmente en Saviola, se prolongó en Aimar y su justeza: perfecto
centro que resolvió Ortega de cabeza, con impecable palomita, al
gol.
Los visitantes habían apostado por agruparse en su campo y salir
de contragolpe, fórmula que en esa media hora les permitió
tener más profundidad que River, aunque fallaron en los metros
finales. Hubo dos tiros altos, uno de Bernardi y otro de Manso, y un remate
del enganche que Bonano desvió al corner.
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