Por
Fernando Cibeira
Convocados
de urgencia a Olivos por el presidente Fernando de la Rúa, los
gobernadores justicialistas, en principio, se mostraron proclives a aceptar
las medidas anunciadas el viernes por el Gobierno como salida a la grave
crisis económica. Con todo, los gobernadores opositores se reunirán
hoy para afinar el lápiz y ya adelantaron que pondrán algunas
condiciones. La cuestión social no puede faltar, explicó
el bonaerense Carlos Ruckauf. El Gobierno había pensado que si
ayer había acuerdo, unas horas después el Fondo podría
anunciar el préstamo extraordinario de salvataje, pero no pudo
ser pese al dramatismo de las declaraciones que precedieron al encuentro.
No obstante, con la aceptación de los gobernadores de la Alianza
más el documento una especie de preacuerdo suscripto
por los peronistas, el ministro José Luis Machinea y los suyos
entendían que sería suficiente para superar el crucial test
de hoy en los mercados.
El Gobierno se encargó de darle a la reunión una importancia
fundamental para el futuro inmediato de la economía. En ese marco,
Machinea dio a entender que si los gobernadores justicialistas se ponían
remisos a aceptar el nuevo paquete económico corría serio
riesgo el blindaje armado con el FMI. El jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, llegó a calificar como responsabilidad
histórica la posición que ayer debían tomar
los dirigentes opositores. La presión subió la temperatura
previa al encuentro. A esta altura de la vida, nadie me va a venir
a apretar, anticipó el justicialista díscolo Néstor
Kirchner.
Pero, luego, comenzado el cónclave, prevalecieron los buenos modales.
Primero habló De la Rúa para explicar, por si hiciera falta,
lo grave de la actual encrucijada económica y cómo se hacía
necesario conseguir el consenso político para que el Fondo, el
Tesoro norteamericano, más un pool de bancos nacionales y extranjeros
aceleren el préstamo extraordinario por un monto aún indefinido,
pero cercano a los 20 mil millones de dólares. Con esa suma, Economía
entiende que se acabarán las turbulencias de los mercados. Luego
del Presidente también hablaron Colombo y Machinea.
El Gobierno necesita a los gobernadores para que las medidas anunciadas
tengan una rápida aprobación en el Congreso igual
adelantaron que en caso de complicaciones echarán mano a los decretos,
lo mismo que pretenden con el Presupuesto 2001 y el nuevo pacto fiscal,
que incluye el congelamiento de los gastos en las provincias durante cinco
años.
Hasta ahí la reunión era un asado con muchos participantes:
todos los gobernadores, muchos ministros y varios legisladores, como el
presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, y el jefe
del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro. A los
postres, los peronistas pidieron que se creara un ámbito más
reducido para poder discutir en detalle. Pasaron a otro salón donde
pudieron dialogar mano a mano con el Presidente, Colombo, Machinea, el
ministro del Interior, Federico Storani y la ministra de Desarrollo Social,
Graciela Fernández Meijide.
Los gobernadores opositores mostraron desde el vamos algunas disidencias.
Por ejemplo, anticiparon que el congelamiento de gastos hasta el 2005
no lo podían aceptar porque significaba comprometer a la gestión
que los continuaría. A la salida, Ruckauf planteó lo de
la inclusión del costado social. Queremos economía
para la gente y no sólo para los mercados, apuntó.
Entre los negociadores del Gobierno quedó flotando la sensación
de que los dirigentes justicialistas buscarían la forma de asegurarse
algún tipo de obra pública para sus provincias, dado que
el blindaje permitirá cierta flexibilización para las pautas
del déficit fijadas en el Presupuesto. Igual, los hombres del oficialismo
percibieron diferencias internas dentro de los gobernadores del PJ que
habrían terminado dificultando una rápida definición.
Los de las provincias chicas parecían dispuestos a firmar
ahí mismo. En cambio, se notaba que entre Ruckauf y el Lole Reutemann
había una guerra fría por ver qué postura tomaba
cada uno, analizaba uno de los aliancistas que participaron del
encuentro. Una traba para losgobernadores del PJ era la ausencia del cordobés
José Manuel De la Sota, quien llega hoy de una gira por Gran Bretaña.
Con el plantel completo, los peronistas se encontrarán en el Consejo
Federal de Inversiones (CFI) para tomar una determinación para
la que tendrán en cuenta los informes que le acercarán sus
secretarios de Hacienda, que ayer permanecieron en Olivos hasta tarde
discutiendo la letra chica de las medidas con el equipo económico
de la Alianza.
Pero los gobernadores opositores también tuvieron en cuenta los
llamados a la responsabilidad histórica lanzados por
el Gobierno y prepararon una declaración con un ojo puesto en la
reacción de hoy en los mercados. En un documento manifestaron su
voluntad de asumir un compromiso federal económico, presupuestario,
social y político que garantice la gobernabilidad del país
en un marco de equilibrio y austeridad fiscal.
En cambio, los gobernadores de la coalición cumplieron sin dudar
con los requerimientos del Gobierno: firmaron un acuerdo para aprobar
el Presupuesto 2001 y la refinanciación de las deudas provinciales
hasta el 2005. De esta forma, al término de la reunión,
Colombo y el gobernador del Chaco, Angel Rozas, tuvieron algo para salir
a anunciar, mientras el Gobierno le prende una vela a los mercados financieros
y esperan que los justicialistas cumplan hoy con lo que se espera de ellos.
Tres
formas de expresar apoyo
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La
cuestión social
Carlos
Ruckauf
El
acuerdo que llegue a suscribirse entre Nación y las provincias
debe tener en cuenta la cuestión social, anticipó
Carlos Ruckauf al retirarse de la reunión en Olivos. El gobernador
bonaerense cuidó de subrayar la disposición de los
gobernadores del PJ para apoyar el nuevo paquete económico.
Queremos ayudar, sostuvo. Pero con el mismo énfasis
aludió a la preocupación de las provincias por conseguir
medidas sociales. Hay que hablar del hambre y
la miseria, apuntó en esa línea; de una
economía para la gente y no sólo para los mercados.
También aprovechó para calificar la crisis como muy
difícil y descargar la responsabilidad sobre la situación
en cómo se gobernó el país en estos diez
meses. Y agregó que en la reunión prevista para hoy,
en el Consejo Federal de Inversiones, escuchará junto a sus
pares del PJ un informe de los ministros de Economía justicialistas.
En el encuentro estará presente el gobernador de Córdoba,
José Manuel de la Sota, a quien una gira por Gran Bretaña
le impidió concurrir a Olivos.
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Nadie
me va a apretar
Néstor Kirchner
Las
críticas más duras corrieron por cuenta de Néstor
Kirchner. A esta altura de mi vida nadie me va a venir a apretar,
dijo el gobernador de Santa Cruz en alusión al pedido de
respaldo del Gobierno, antes de entrar a la residencia de Olivos.
En ese sentido, afirmó que le había parecido agraviante
y fundamentalista el mensaje de Machinea. Es evidente
que ha vuelto (el publicista Ramiro) Agulla al Gobierno con este
mensaje de que es esto o el caos concluyó; no
lo comparto para nada.
Kirchner sostuvo que no está de acuerdo con elevar la jubilación
de las mujeres a los 65 años y adelantó que no firmará
un compromiso federal por cinco años si eso significa
resignar todos nuestros derechos en manos de los mercados.
No voy a permitir dejar de lado la calidad autónoma
y federal de mi provincia para que me vengan a condicionar el gasto
público ni voy a ser partícipe de una política
que sigue excluyendo gente, enfatizó. Pero el gobernador
pareció salir de la reunión con otro tono. La
firma de un acuerdo entre Nación y las provincias requiere
de una fuerte negociación bilateral, apuntó
cuando se alejaba del lugar.
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Acuerdo
hasta el 2005
Angel Rozas
No
sólo hemos hecho un acuerdo económico sino también
tocamos temas vinculados al trabajo y a los problemas sociales,
aseguró Angel Rozas luego de darle el sí al Gobierno
junto con sus pares de la Alianza. El gobernador de Chaco dijo sentirse
reconfortado desde lo económico y lo social, porque
tenemos asegurados los ingresos que vamos a recibir en 2001 con
la ventaja de que el gobierno nacional nos va a acompañar
en la reprogramación de las deudas provinciales.
Rozas fue el encargado de anunciar, junto al jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, y en representación de sus pares, los detalles del
acuerdo. Convinimos en extender hasta el 2005 el compromiso
federal que incluye la aprobación del presupuesto para el
2001 y la refinanciación de las deudas provinciales hasta
el 2005, dijo en conferencia de prensa.
También subrayó que el acuerdo incluye la aprobación
de asistencia a las provincias, fortaleciendo los planes de emergencia
laboral y la conformación de unidades ejecutoras para llevar
adelante los planes sociales y laborales.
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