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 La
CGT rebelde, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Corriente
Clasista y Combativa realizarán un paro nacional de 36 horas el
próximo jueves 23 en repudio al nuevo paquete de medidas económicas.
La medida de fuerza estará acompañada con movilizaciones
y actos en todo el país, y es casi seguro que se llame a un apagón
y cacerolazo. El paro comenzará al mediodía del jueves 23
y se extenderá hasta la medianoche del viernes. La CGT oficial
de Rodolfo Daer todavía no definió su postura, que dará
a conocer este viernes.
Aunque por el momento no está previsto realizar un gran acto central,
ayer Hugo Moyano anticipó que la idea es multiplicar las manifestaciones
de protesta las provincias. “Serán movilizaciones, actos y
todo lo que puedan realizar los trabajadores”, puntualizó
el titular de la CGT disidente.
El paro fue aprobado por unanimidad por el Comité Central Confederal
de la central obrera, que se reunió en la sede del Sindicato de
Peones de Taxi. La sesión del Confederal se inició con un
minuto de silencio en memoria de Aníbal Verón, el camionero
asesinado el viernes pasado de un balazo en la cara durante el desalojo
de la ruta 34, en Salta.
Junto con el líder de los camioneros, participaron del encuentro
la titular de los aeronavegantes y diputada nacional Alicia Castro, el
titular de la UTA Juan Manuel Palacios, el taxista Omar Viviani, el mecánico
José Rodríguez y el judicial Julio Piumato. Junto con el
llamado al paro, los gremios disidentes difundieron un duro documento
sobre el modelo económico.
“Si el Gobierno se pone de lado del poder financiero, vamos a pelear
en contra del Gobierno”, sostuvo Moyano en una conferencia de prensa
en la que Palacios aseguró que desde el mediodía del 23
“no habrá colectivos ni micros de corta, media y larga distancia,
ni tampoco subterráneos”. Además de la UTA y los camioneros,
la CGT rebelde agrupa en sus filas a los sindicatos de taxistas, metalúrgicos,
mecánicos, judiciales nacionales, cerveceros, aeronavegantes y
peones rurales.
La central que conduce Víctor De Gennaro dio a conocer casi de
inmediato su postura. “La CTA hará paro activo y en todo el
país”, anunció De Gennaro a primera hora de la tarde.
Y añadió que este jueves su sector -en el que participan
los estatales de ATE, los docentes de CTERA, los judiciales provinciales
y los metalúrgicos de Villa Constitución– organizará
asambleas y actos para convocar formalmente a la huelga nacional.
Como parte de su plan de la lucha, la CTA también acompañará
hoy una decena de cortes de calles y avenidas en la Capital Federal, dentro
de una jornada de protesta contra la reducción del Presupuesto,
el recorte salarial y las nuevas medidas económicas.
Ayer, desde las dos centrales obreras hubo críticas coincidentes
hacia el nuevo paquete económico y especialmente a la reforma previsional,
con la que el Gobierno quiere elevar la edad jubilatoria de las mujeres
a 65 años. “La tienen que aprobar por decreto, exactamente
igual que lo hacía Menem, porque no se animan a una consulta popular”,
dijo De Gennaro.
El secretario general de la CTA apuntó que “el 56 por ciento
de los afiliados a la jubilación privada no puede pagar y habrá
una generación de argentinos que no se va a jubilar nunca”,
y consideró que el Gobierno toma esta medida “para que lo
aplauda el FMI y todo el sector financiero”. En documento difundido
por el Confederal de la CGT también dedicó un párrafo
específico al tema. Expresó además su rechazo a la
reducciones prevista para el Presupuesto y envió un mensaje a los
gobernadores, en el que se censura a “muchos gobiernos provinciales
que acompañan el camino impuesto por el FMI, hasta en la represión
a las justas protestas sociales, como ha ocurrido en Salta”.
Moyano iniciará contactos con representantes de la CGT oficial
de Rodolfo Daer para que se sumen a la medida de fuerza. Antes de partir
rumbo a Ginebra, donde se encuentra, Daer no descartó ningún
tipo demedida de fuerza. Pero la decisión final se tomará
recién este viernes, cuando los gremios que adhieren a la central
oficial realicen su propio Confederal.
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La CGT rebelde, la COTA y la Corriente Clasista y Combativa llamaron
a un paro nacional de 36 horas.