Mientras el equipo económico
busca calmar a los mercados, la actividad industrial profundiza su caída.
En octubre, la producción cayó 3,3 por ciento respecto de
igual mes de 1999 en la medición desestacionalizada, y 1,9 con
estacionalidad. Pero el nivel actual no es sólo inferior al ya
muy bajo del año pasado, sino que en octubre se apreció
una desmejora en comparación con setiembre último, ya que
la producción descendió 1,2 por ciento. Los datos ratifican
que la economía en declive y que todos los esfuerzos de José
Luis Machinea por contener el déficit fiscal no han logrado generar
el círculo virtuoso de baja de riesgo país, ingreso de capitales
y aumento de la producción. Por el contrario, el cálculo
más optimista en el Palacio de Hacienda es que la economía
crecerá este año 0,5 por ciento, mientras los consultores
no descartan que el número final se escribirá en rojo.
El director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec),
Osvaldo Kacef, anticipó semanas atrás que la actividad económica
del tercer trimestre arrojará un crecimiento cero. Uno de los primeros
datos del último trimestre evidencia que la situación tiende
a empeorar, ya que la producción industrial cayó contra
setiembre. El equipo económico esperaba que la finalización
del Plan Canje el 31 de octubre aceleraría las ventas de automóviles,
dado que 40 mil personas conservaban su certificado. Sin embargo, si bien
aumentaron las ventas, no hubo un aumento de la producción del
estratégico sector automotor. Además, Fiat acaba de anunciar
que trasladará la producción de dos modelos a Brasil.
Los rubros industriales de la construcción, otro sector estrechamente
ligado a la demanda interna, también estuvieron entre los de más
baja performance. De acuerdo con el anticipo del Estimador Mensual Industrial
(EMI), el procesamiento de cemento y la producción de otros materiales
de la construcción arrojaron resultados negativos en octubre. La
próxima semana se conocerán los niveles exactos, con la
entrega de toda la información procesada. Como viene ocurriendo
desde principios de año, los sectores industriales que lograron
escapar a la depresión son los que pueden ubicar sus productos
en el exterior. Entre ellos, la siderurgia, agroquímicos y aluminio.
El ruido político en el frente interno, en medio de un contexto
de creciente iliquidez en los mercados mundiales, terminaron desatando
un mayor golpe sobre la economía local, fue la explicación
del secretario de Programación Económica, Miguel Bein, ante
la mala noticia de la caída del EMI. También dijo que desde
mediados de setiembre hubo un significativo aumento de la tasa de interés
para las colocaciones de deuda del Gobierno, y ello impactó sobre
el resto de la economía. Frente a esa situación, agregó,
la estrategia oficial es profundizar el rumbo de buscar la recuperación
mediante la baja del riesgo país, la misma que hasta ahora le ha
dado al Gobierno resultados decepcionantes. La baja del riesgo país,
en conjunto con las medidas de incentivo a las inversiones, impulsarán
finalmente el crecimiento de la economía, prometió
Bein.
LOBREGAS
CONCLUSIONES DE LOS INDICES DE LA DI TELLA
Vamos mal, pero estaremos peor
Por Julio Nudler
En noviembre, un mes después
de que la crisis de los sobornos a senadores desembocase en la renuncia
de Chacho Alvarez, tocó fondo la confianza de los consumidores,
que determina su propensión a comprar y a endeudarse, mientras
que en setiembre había vuelto a declinar el nivel de actividad
económica, detectándose una virtual ausencia de señales
que indiquen una pronta salida de la recesión, casi dos años
y medio después de iniciada. Todo esto surge de los indicadores
que elabora mensualmente el Centro de Investigación en Finanzas
(CIF), de la Universidad Torcuato Di Tella. El índice de confianza
del consumidor (ICC) cayó un 11,6 por ciento respecto de octubre
y 33,0 por ciento en relación con noviembre de 1999, mes previo
a la asunción del gobierno de la Alianza. El actual es el valor
más bajo del índice desde que comenzó a confeccionarse
en julio de 1998, vale decir, el momento en que se inició la recesión
que aún persiste.
Las seis preguntas a las que responden los encuestados para determinar
el ICC les interrogan si su situación económica personal
mejoró o empeoró respecto de un año atrás,
qué piensan de cómo estarán dentro de un año,
cómo le irá al país en ese plazo y también
dentro de tres años y si creen que éste es un buen momento
para comprar electrodomésticos, o incluso para adquirir un automóvil
o cambiar de casa. Aparentemente, el brusco deterioro de la confianza
(el sondeo se efectuó entre el jueves y el sábado de la
semana pasada) se debió a la impresión causada por los piquetes
cortando rutas, al minus que le había puesto la calificadora
Standard & Poors a la Argentina (y que ayer confirmó
bajándole la nota) y al debate parlamentario del Presupuesto 2001.
Hilando más fino, la variable más deteriorada, según
surge del estudio, es la situación económica personal, mientras
que los encuestados que ven más negro el futuro son los que sólo
cursaron la primaria. Por otra parte, las expectativas a largo plazo (tres
años) empeoraron más aún que las de corto, lo cual,
según conjeturan los analistas del CIF, implica que la gente ya
no cree que la recesión sea coyuntural. Su persistencia crea la
sensación de que la crisis ha venido para quedarse y de que todo
tiempo futuro será peor.
En cuanto al nivel de actividad, el llamado Indice Líder sufrió
en octubre una caída mensual del 1,5 por ciento, y de tres puntos
en relación con octubre de 1999. Este indicador sirve, presuntamente,
para predecir cambios en el ciclo económico, con un horizonte de
corto plazo. Los componentes que peor se comportaron fueron el MerVal
(cotizaciones bursátiles) y el riesgo-país. Para la Di Tella,
la caída en el índice de octubre captura los efectos
de la crisis política desatada luego de la renuncia de Carlos Alvarez.
En base a este mismo indicador se concluye que la probabilidad de salir
de la recesión disminuyó a apenas 2,6 por ciento, una manera
de decir que no se ve ninguna luz al final del túnel. Dentro ya
de la gestión De la Rúa/Machinea, esa probabilidad partió
de un nivel del 85 por ciento en diciembre de 1999, siguiendo luego una
tendencia marcadamente descendente, aunque con pasajeras recuperaciones
parciales, la última de ellas en julio.
Otro índice elaborado por el CIF es el denominado coincidente,
así llamado debido a que está compuesto por series que evolucionan
a la par del nivel de actividad económica y, por lo tanto, son
utilizadas como estimadores del Producto Bruto. Este indicador acumuló
una caída del 3,9 por ciento en el tercer trimestre del 2000.
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