Desde Nueva York, en el segundo
día de su gira americana, el ministro de Defensa, Ricardo López
Murphy, tranquilizó a los inversores que ven en las provincias
el principal escollo para imponer el nuevo ajuste. Es necesario
que la Argentina haga esfuerzos y eso incluye una organización
clara y sana de las finanzas federales, sostuvo. De paso, el ministro
intentó definir con precisión hasta dónde piensa
llegar el gobierno local en su afán de reducir el déficit.
Estamos dispuestos a hacer los esfuerzos más extremos
para enfrentar nuestros compromisos externos, prometió.
Mientras desde fuentes gubernamentales se continuó insistiendo
en que la gira de López Murphy no tenía por objeto realizar
contactos económicos, el titular de Defensa se reunió ayer
en Nueva York con los principales analistas de los bancos de inversión.
Sus viejos contactos de economista profesional le sirvieron para acatar
la orden presidencial de reforzar la imagen institucional de la
Argentina en los mercados internacionales, según dijeron
a Página/12 fuentes del Ministerio de Defensa.
En su segundo día de rondas con inversores extranjeros López
Murphy acudió a un desayuno en el Consejo de las Américas
para explicar los alcances del nuevo paquete económico que lanzó
el Gobierno destacando que su objetivo es recuperar la confianza de los
mercados internacionales.
Una vez más, frente a tanto argumento económico, el ministro
debió explicar que no está previsto su salto a Economía.
Existe un alto grado de cohesión interna para superar esta
crisis. El problema de la Argentina hoy no es el Gabinete sino las medidas
para fortalecer las finanzas del país y crear un clima de confianza
en el exterior, aseguró.
El jefe del área de Mercados Emergentes de Merrill Lynch, Tulio
Vera, quien participó del desayuno en el que habló López
Murphy, se mostró de acuerdo con el ministro. Es clave que
salga pronto el pacto fiscal. Los mercados internacionales hacemos un
llamado a los gobernadores para que acuerden con el gobierno federal la
distribución de fondos con las provincias, sostuvo.
Del encuentro también participaron el presidente del Consejo de
las Américas y vicepresidente del Citigroup, William Rhodes; el
vicepresidente para América latina del Chase Manhattan Bank, Brian
ONeil; el economista jefe de Mercados Emergentes ABN Amro, Arturo
Porzekanski; y Alberto Ades, de Goldman Sachs, entre otros 20 inversores
y banqueros. Con todos ellos López Murphy tiene una relación
desde sus tiempos de economista jefe de la ortodoxa FIEL.
Para los que no se conforman con el último ajuste y van por más,
el ministro fue explícito: el gobierno argentino está
dispuesto a hacer los esfuerzos más extremos para cumplir
con las obligaciones crediticias, expresión con la que intentó
disipar dudas acerca de la capacidad del país de cumplir con sus
compromisos externos.
Respecto de las medidas de ayuda financiera del FMI, el ministro dijo
no haber participado en esas gestiones. Como ministro de Defensa
vine a hablar de otras cuestiones pero, por las circunstancias tuve que
referirme a estos problemas. Yo supongo que pronto podríamos estar
en condiciones de hacer todos los anuncios del lado argentino, y recibir
el apoyo de los organismos multilaterales, estimó.
La tarea hoy en la Argentina es lograr un grupo de medidas que permitan
fortalecer sus finanzas, fortalecer la credibilidad y, al mismo tiempo,
recibir apoyo internacional para crear un clima favorable para que este
esfuerzo dé un resultado más rápido, enfatizó.
También agregó que su decisión de reunirse con los
banqueros se debió a la situación difícil que
se planteó la semana pasada. En el gabinete se estimó que
sería una buena idea informar sobre lo que el gobierno argentino
está haciendo.
ALZA
EN BONOS Y ACCIONES Y BAJA DEL RIESGO PAIS
La Bolsa no le teme a malas notas
La recalificación a la
baja del endeudamiento externo argentino por parte de la calificadora
Standard & Poors no tuvo mayor efecto sobre los mercados financieros
locales. Subieron acciones y bonos y cayó el riesgo país
y la tasa interbancaria. Los mercados regionales también se recuperaron
al influjo de Wall Street y por la disminución del temor al default
argentino. Mañana se colocará un nuevo bono pagaré
por 100 millones.
A pesar de una baja inicial, las cotizaciones de la Bolsa de Buenos Aires
subieron por cuarto día consecutivo, aunque levemente. El índice
MerVal de las acciones líderes aumentó 0,39 por ciento,
luego de tocar un techo del 1,44 por ciento arriba. El mediano volumen
operado fue de 29,3 millones de pesos, de los cuales algo más de
12 millones se canalizaron a través de los Cedears (papeles de
empresas extranjeras que cotizan en Nueva York). En el alza no influyó
sólo el buen ánimo de los inversores tras las nuevas medidas,
sino también el buen humor de Wall Street, el Dow Jones subió
el 1,56 por ciento y el Nasdaq el 5,78.
En el mercado de bonos, donde se observó mayor movimiento, los
globales con vencimiento en el año 2017 retrocedieron 0,56 y en
el exterior los Brady argentinos (FRB) se cotizaron en los
siguientes valores: Discount, 75,500 (- 0,17); FRB, 87,625 (- 0,14); y
Par, 65,375 (- 0,58). El riesgo país continuó en descenso.
Cayó 30 puntos básicos acumulando 57 en dos jornadas. El
call se negoció a un mínimo de 10,25 por ciento anual en
pesos y 8 por ciento en dólares.
Los analistas consideraron que el blindaje financiero prometido
por el FMI y algunos bancos permitirá a la Argentina cumplir con
los compromisos internacionales despejando la posibilidad del temido default.
Este dato, amén de la suba de Wall Street, tuvo una fuerte incidencia
en los mercados regionales. En Brasil, la Bolsa de San Pablo finalizó
1,17 arriba, en tanto que la de México ganó 2,71 por ciento.
En tanto, el gobierno argentino afrontará mañana el primer
examen directo frente al mercado financiero mediante la licitación
de un Bono Pagaré por 100 millones de dólares a 21 meses
de plazo. En la colocación precedente de este mismo instrumento,
realizada el 17 de octubre, se convalidó una tasa de 11,71 por
ciento, lo que había significado un alza de 1,2 punto porcentual
respecto de la anterior. En esa ocasión, el interés se conformó
con una tasa de encuesta de 7 por ciento y un margen de corte de 4,71
por ciento.
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