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El defensor oficial quiere salvar a Pinochet

El ex dictador chileno, Augusto Pinochet.
Su defensor planteó que el asesinato de Prats prescribió.

Por Victoria Ginzberg

“Esta defensa no desconoce la importancia del reconocimiento de los derechos humanos y el esfuerzo para concretarlos que la comunidad internacional viene desarrollando”, comenzó su escrito el defensor público oficial Mario Alberto Villar, encargado de representar al dictador Augusto Pinochet en la causa por el asesinato del ex jefe del Ejército chileno Carlos Prats y su mujer, cometido el 30 de setiembre de 1974 en Buenos Aires. Sin embargo, en su presentación, el funcionario arremetió contra los principios del derecho internacional, planteó la prescripción del crimen y desconoció que el atentado contra Prats sea un delito de lesa humanidad. Villar también había elevado un recurso de Casación en esta causa, pero en relación con otra acusada, Mariana Callejas, y la Cámara Federal, que hace un mes declaró la imprescriptibilidad del homicidio de Prats, la rechazó.
El defensor oficial consideró que el asesinato de Prats no formó parte de “un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil”, requisito para que el crimen fuera declarado como “de lesa humanidad”. Villar interpretó que el atentado fue “pura y exclusivamente un doble homicidio en concurso de asociación ilícita”.
Al pronunciarse sobre un planteo similar realizado por la defensa de Manuel Contreras, ex titular de la DINA, la Sala II de la Cámara Federal, por el contrario, enmarcó el homicidio del ex jefe del Ejército chileno en su contexto histórico y juzgó que detrás de ese crimen estaba la DINA, “organismo creado por el gobierno de Pinochet con el propósito de combatir las fuerzas políticas de oposición, tanto dentro como fuera de Chile, mediante la utilización de métodos ilegales y prácticas criminales organizadas”. Y para declararlo delito de lesa humanidad citó el estatuto del Tribunal Militar de Nuremberg.
En oposición de lo dispuesto por la Cámara y la jueza María Servini de Cubría, Villar consideró que el asesinato de Prats y su mujer debe declararse prescripto porque “la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y lesa humanidad no posee jerarquía constitucional”. Y reclamó el sobreseimiento del dictador.
Esta presentación se realizó en la etapa de instrucción de la causa, que tiene a su cargo Servini de Cubría. En ese proceso se reclamó la extradición del Pinochet, Callejas y los ex miembros de la DINA Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl y Jorge Iturriaga Neumann y José Zara Holger. Los abogados de los ex miembros de la DINA se presentaron ayer a escuchar el alegato de la fiscalía en el juicio oral que se está realizando contra el ex miembro de la policía secreta pinochetista Enrique Lautaro Arnacibia Clavel.
En la audiencia, los fiscales Raúl Perotti y Gerardo Di Masi reclamaron que el acusado fuera condenado a reclusión perpetua por considerarlo responsable del delito de “asociación ilícita en concurso con doble homicidio agravado en calidad de partícipe necesario”. La misma pena habían pedido el lunes los representantes del Estado chileno y de la familia Prats. Pero a diferencia de las querellas, los fiscales no consideraron a la DINA como una “asociación ilícita”. Según su alegato, hubo un grupo de personas vinculadas con la agencia de inteligencia que se asoció en Argentina para organizar actividades ilegales. De ese grupo, habrían formado parte Arancibia Clavel, Michael Townley –autor material del crimen de Prats, resguardado en Estados Unidos como testigo protegido-, Mariana Callejas, el argentino Martín Ciga Correa y Raúl Iturriaga Neumann. Hoy se escuchará a la defensa alegar a favor de la inocencia del acusado.

 

 

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