Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


EDUARDO DUHALDE EN EL PAPEL DE ANALISTA DE LA POLITICA ARGENTINA
“Tenemos una dirigencia de mierda”

El ex candidato a presidente del peronismo realizó una sorprendente autocrítica sobre el papel que juegan los políticos en la crisis del país. Con esa inusual sinceridad, Duhalde consiguió representar a gran parte de la gente.

El ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde aprovechó el micrófono sin eufemismos.

Por Luis Bruschtein

En un rol de fino analista –más que de político–, el ex gobernador bonaerense y actual titular del Congreso Nacional Justicialista, Eduardo Duhalde, coincidió, podría decirse con una parte considerable de la opinión pública, al asegurar que la Argentina “es un país con todas las potencialidades para ser muy importante”, pero que no es así “porque tiene una dirigencia de mierda”.
El cable con las declaraciones de Duhalde advertía que llevaba expresiones “soeces”, fórmula que utilizan las agencias para calificar las malas palabras y no las actitudes políticas que las provocan. Las declaraciones de Duhalde a Radio 10 de ayer a la mañana eran gozosamente festejadas por los taximetreros y se convirtieron en ese titular no escrito que se transmite de boca en boca en la calle.
A mucha gente le encantó esa definición y a otros les molestó, pero no encontraron forma de rebatirla aunque pusieran la mejor predisposición. Y muchos tampoco prestaron atención en que quien la decía también era un político. Duhalde sí, y por lo tanto se incluyó en esa calificación. El ex gobernador insistió en que “en general, hay una dirigencia con una mediocridad absoluta” y advirtió que el país se encuentra en una situación preanárquica” y que, “a pesar de tener todas las condiciones para salir, por este camino es imposible”.
Es una regla, con sus excepciones, que los militares pueden volverse democráticos o progresistas cuando dejan de serlo y pasan a retiro. En el caso de los políticos, pareciera que la lucidez irrumpiera cuando dejan de hablar como tales y pueden involucrar a su corporación en los análisis. “No hablo en particular de ninguna persona –aclaró Duhalde–, digo que si se analiza el promedio histórico de la dirigencia argentina, es de una mediocridad absoluta, e incorporo no sólo a los políticos, sino a los sectores empresarios y sindicales.”
El dirigente justicialista, que fuera boicoteado por su propio compañero, el ex presidente Carlos Menem, durante la última campaña electoral, indicó que “a pesar de las posibilidades y potencialidades estamos en las condiciones actuales por culpa nuestra, no por culpa de los de afuera”. Sobre si De la Rúa podrá terminar su mandato, afirmó que “hay algo que le da una chance y que pocos tienen en cuenta, que son las ganas de la gente de salir, de que el presidente acierte”.
Duhalde aclaró que hablaba “enojado, con una impotencia enorme y angustiado” porque “la verdadera crisis moral es no resolver el tema de la exclusión en un país que lo puede resolver”. Opinó que “por este camino es imposible” y advirtió sobre “situaciones preanárquicas” que se comienzan a vivir “como sucedió en Salta.” Ya entrado en calor, criticó a “los economistas que desde hace algunos años están enseñándonos cómo se gobierna”, pero que “ninguno de ellos, ninguna escuela económica puede medir la energía de un pueblo en su sector laboral y productivo”. Sostuvo que esa energía se desperdicia cuando no hay nadie capaz de conducirla y que hace falta “un proyecto donde todos sean incluidos, que deje de lado un modelo de ajuste para empezar un modelo de producción, de crecimiento”.
Si bien parecía un Duhalde piquetero, cuando se le preguntó por el paro convocado por la CGT disidente y la CTA, respondió que “se va a perder esa energía de los trabajadores en algo que no va a resolver sus problemas”. “No hay un proyecto de país –insistió–, no hay una dirigencia que sea capaz de convencer y, además, que tenga la ejemplaridad para que la gente, cuando ese grupo de personas haga un planteo, no sólo le crea, sino que esté dispuesta a seguirlo.”
Los políticos mediáticos de esta época no dicen lo que piensan, sino lo que suponen que la gente espera que digan. Entonces parece que piensan lo mismo que la gente. Al mismo tiempo están tan pendientes de sus pequeñas alianzas y contraalianzas y de la aprobación de los mercados, que se esmeran en decir generalidades y conceptos ambiguos. No parece este último el problema de alguien que dice que la dirigencia es una mierda. Elproblema es si cree lo que dice, que es también lo que cree mucha gente, o si solamente lo parece. Lúcidamente diagnostica que no hay una dirigencia, en la cual se incluye, capaz de convencer. Después de todo, Carlos Menem llegó a la presidencia prometiendo revolución productiva y salariazo.

 


 

SE ENDURECE LA POSICION SOBRE EL PARO GREMIAL
Huelga, cacerolas y ollas

El paro general de 36 horas dispuesto para la próxima semana será acompañado por cacerolazos y ollas populares en todo el país. Así lo aseguró el titular de la CGT rebelde, Hugo Moyano, haciendo caso omiso al Gobierno que ayer, a través del vocero presidencial Ricardo Ostuni, insistió en reclamar al sindicalismo que dé marcha atrás con la medida de fuerza y se avenga al diálogo.
La primera jornada de protesta, que se iniciará el jueves 23 al mediodía, tendrá actos y concentraciones en las principales plazas del país. Por ello, la CGT rebelde –que aglutina a los gremios del transporte– dispuso que la medida no afecte a colectivos, trenes y subtes hasta el día siguiente.
La principal olla popular se instalará en la Plaza de Mayo, con el apoyo de la juventud peronista, según señaló Moyano. “Ha comenzado la resistencia de todo un pueblo que no está dispuesto a seguir doblegándose”, aseguró el sindicalista durante un acto realizado con jubilados y pensionados en defensa del PAMI.
La CGT rebelde cuenta con el apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), de Víctor De Gennaro, y la Corriente Clasista Combativa de Carlos “Perro” Santillán. Y sumará en la segunda jornada de protesta, el viernes 24, a la CGT oficial de Rodolfo Daer. Tres representantes de este sector se reunieron el martes en el estudio de Héctor Recalde, asesor legal de los rebeldes, para delinear la acción conjunta. Allí estuvieron Armando Cavalieri, Oscar Lescano y Andrés Rodríguez.
No fue sólo esa reunión la que ubicó en un lugar de privilegio al abogado laboralista. Durante la misma jornada, Recalde logró reunir en la presentación de su libro Crónica de una Ley negociada, a personalidades de todos los partidos: Cristina Kirchner (PJ), Alicia Castro (Frepaso), Elisa Carrió (UCR) –a través de una adhesión–, el cura Luis Farinello y, lógicamente, Moyano y el colectivero Juan Manuel Palacios, en una arenga contra el Gobierno.
El trabajo del abogado profundiza sobre la cuestionada ley de flexibilización laboral –el título es todo un vaticinio ya que fue concebido antes de desatarse el escándalo en el Senado–, pero las expresiones de los presentes en su lanzamiento formal extendieron las críticas sobre la política económica de Fernando de la Rúa.
Ayer, Moyano seguía en esa línea. “Si en 11 meses de gobierno no ha traído ningún tipo de posibilidad de que la situación de los trabajadores mejore, es evidente que algún tipo de incapacidad hay. Y (los gobernadores del PJ también) se equivocan cuando negocian los planes Trabajar. Lo que en realidad tendrían que negociar es el cierre de la fábrica de despidos, porque ése es el mal del país.”

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL